DAVID BOWIE: I Can’t Give Everything Away [2002-2016]
DAVID BOWIE: I Can’t Give Everything Away [2002-2016] (Rhino-Warner)
Blackstar se lanzó el 8 de enero de 2016, coincidiendo con el cumpleaños número 69 de David Bowie. Dos días después fallecía. El cáncer que sufría no se había hecho público, por lo que la euforia por el lanzamiento pronto se vio atenuada por la certeza de que sería su último álbum. Bowie planificó cada aspecto hasta el último minuto, incluyendo el videoclip de “Lazarus” (escrito para el musical del mismo nombre), que mostraba al artista en su lecho de muerte. Con una orientación más explícita al jazz que cualquiera de sus otros álbumes, fue un rotundo éxito.
Ese disco aparece ahora formando parte de la última entrega de la serie de cajas llamadas Eras, la cuarta, que cubre el periodo que va de 2002 a 2016, capturando los últimos años de un artista que nunca dejó de innovar, y eso que estuvo casi diez años sin editar nada: Heathen (2002), Reality (2003), The Next Day (2013) y el citado Blackstar (2016), más el EP póstumo No Plan (2017). Remasterizados para esta caja, no llega ni al 30% de todo lo que incluye en su edición de trece compactos o 18 vinilos.
A ello se le suma el disco en directo inédito Montreux Jazz Festival, grabado el 18 de julio de 2002 y que cuenta, entre sus 31 temas, con una interpretación casi completa del álbum Low de 1977. También se incorpora otro directo, A Reality Tour, publicado anteriormente pero con una nueva secuenciación para reflejar mejor el listado de los conciertos de la gira.
Lo más sustancioso está en los discos llamados Re:Call, con 41 temas recopilados de esta época: hay muchas remezclas de singles, colaboraciones fascinantes con Lou Reed, Earl Slick, David Gilmour, Kristeen Young o Arcade Fire, caras B, ediciones promocionales para radio, temas aportados a las bandas sonoras de Los ángeles de Charlie: Al límite (2003) y Stealth (2005) o cortes extraídos de varias ediciones especiales internacionales. Todo ello acompañado de un libreto de 128 páginas.
Es fácil olvidar lo omnipresente que fue Bowie durante este período de resurgimiento creativo, incluso alejado del ojo público muchos años. Esta caja documenta perfectamente que fue una etapa fructífera y creativa, la obra final de un músico que se revitalizaba artísticamente en sus últimos años, incluso mientras se enfrentaba a la muerte.
