CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON JANE’S ADDICTION

ENTREVISTAS 2003

Jane’s Addiction, el grano que supura

Jane’s Addiction, la banda que prendió la mecha que marcó el inicio de la revolución del rock’n’roll de los 90 ha vuelto. Strays es la primera obra completamente nueva de Jane’s Addiction desde hace más de una década, propulsado, como siempre, por el llamativo lirismo de Perry Farrell, el ostentoso virtuosismo del guitarra Dave Navarro, la ingeniosa y musculosa sala de máquinas del batería Stephen Perkins y el nuevo kung fu del bajo, Chris Chaney.

“Es una progresión lógica desde el punto en que lo dejamos”, explica Navarro. “Pero al mismo tiempo, creo que es así porque nuestra música es eterna. Ésa ha sido siempre una de las claves de la banda, todo lo que hacemos tiene reminiscencias y es futurista al mismo tiempo.”

“No sabría decirte exactamente en qué radica la energía y el sonido de nuestra música”, comenta Perkins acerca de la fuerza eterna de la banda. “Se ajusta al presente, al pasado y al futuro.”

“Ha sido un proceso similar al de la elaboración del vino”, observa Farrell acerca del regreso de la banda. “Como equipo, somos mucho más fuertes que nunca. Nuestros objetivos apuntan más alto. Y hay una necesidad: el mundo está más desesperado, vive momentos extraños, es todo mucho más excitante y mucho más desafiante al mismo tiempo.”

Jane’s Addiction se plantó por sorpresa ante un mundo desprevenido a mediados de los 80, tomando el panorama musical por asalto con su ya legendaria amalgama de punk, metal, indie, prog, folk y cualquier otra cosa que les viniera en gana. En 1987 editaron su álbum homónimo de directo, que vino seguido al año siguiente por el aún influyente Nothing’s Shocking. Ritual De Lo Habitual (1990) triunfó comercialmente con todas las de la ley. Si en algo fue sorprendente el éxito del disco, fue por que Jane’s Addiction no renunció ni a un ápice de su actitud y agresividad para llegar a un público creciente. En 1991, la banda decidió poner punto final a su aventura y despedirse con una gira de festivales única y sin precedentes por Norte América: el Lollapalooza.

Después del Lollapalooza, que marcó todo un hito, Jane’s Addiction se despidió a lo grande, sin llantos. Y aunque la banda había terminado, sus componentes no dijeron adiós muy buenas en su faceta individual. Qué va, al contrario, comenzaron a investigar nuevos caminos hacia nuevas fronteras musicales, como Porno For Pyros de Farrell y Perkins, Deconstruction de Navarro (junto al bajista Eric Avery), o el proyecto Banyan de Perkins y los años de Navarro (1993-1997) en Red Hot Chili Peppers.

En 1996, Jane’s sufrió una reaparición temporal cuando Navarro (y el bajista de Red Hot Chili Peppers Flea) se unieron a sus ex compañeros en Porno For Pyros para grabar un tema, el impresionante “Hard Charger”, para la banda sonora de la película de Howard Stern Partes Privadas. Su colaboración fue tan satisfactoria que Jane’s Addiction se volvió a unir oficialmente, con Flea al bajo, en el otoño de 1997, ofreciendo actuaciones con lleno total en todo América del Norte dentro de la gira “It’z My Party”. Kettle Whistle, su colección de retazos de demos, tomas alternativas, grabaciones en directo y dos nuevos temas, salió a la venta en noviembre de aquel mismo año.

En abril de 2001, Jane’s Addiction decidió reagruparse de nuevo junto al componente de Porno For Pyros Martyn LeNoble al bajo para encabezar el segundo Coachella Valley Music & Arts Festival, seguido en otoño por su gira Jubilee 2001 por Norte América. Pronto quedó claro para todos que Jane’s Addiction versión 2 no se estaba limitando a pasear su colección de grandes éxitos, sino que tenía una fuerza musical infinitamente potente que pedía a gritos un análisis más profundo.

“Cuando terminamos Jubilee, nos miramos los unos a los otros y pensamos, ‘bueno, no podemos volver a hacer algo así’,” recuerda Perkins. “Ya van dos reuniones con música antigua, ¿listos para un nuevo reto?”

“Ninguno de nosotros lo ve como una ‘reunión’”, explica Navarro. “Somos una banda completamente nueva con una gran historia a nuestras espaldas. Hemos trabajado juntos de cuando en cuando desde hace ya unos cuantos años. Creo que simplemente hemos ido evolucionando en esta dirección. Hemos crecido, como personas y como músicos, y ahora, al fin, hemos sido capaces de crear algo especial.”

“Creo que los músicos tienen un reloj biológico, como las madres”, explica Farrell. “Cuando la música necesita salir lo sientes en la barriga, igual que sientes cuándo no es el mejor momento para unirse y cuándo podrás hacer tu mejor música. Llegado un punto sentimos que era el momento de ponerse serios y hacer un par de discos. Teniendo tan claro que la música es lo más importante de mi vida, ¿con quién hacerla si no es como ellos?”

Las experiencias vividas por cada componente durante su década de separación han permitido a Jane’s Addiction conectar en una dimensión más personal que antes. Después de más de quince años, los miembros de la banda se vieron inextricablemente unidos como algo más que amigos, más que compañeros de banda, como una auténtica familia. “Hemos atravesado muchos caminos distintos”, comenta Farrell. “Estamos completamente unidos, como los presos en la cárcel.”

“Después de haber liderado un grupo, puedo ponerme en el pellejo de Perry mucho mejor que antes”, reconoce Navarro. “Siento mayor respeto por lo que hace. He aprendido lo complicado que es entregarte en cuerpo y alma a una escala tan grande. Esto ha reforzado nuestra relación, como grupo y como amigos.”

“Nos conocíamos musicalmente, aunque en realidad nunca supimos cómo éramos como personas”, apostilla Farrell. “Yo siempre estaba en mi mundo, pero he llegado a descubrir que estamos todos en un único universo, y que hay sitio más que suficiente para todos. Es importante que seamos amigos.”

“En la época de mayor apogeo de Jane’s, la verdad es que no nos llevábamos tan bien”, confiesa Perkins. “No había comunicación, así que sabíamos que no tenía ningún sentido intentar grabar otro disco. Para hacerlo, todo el mundo tiene que pintar en un mismo lienzo, pero si a una persona le gusta el cielo azul oscuro y a otro azul claro, hay que ser capaces de hablarlo para tomar una decisión. Ya hemos abierto las vías. Nos comunicamos de una forma completamente distinta de la del pasado.”

Unidos de veras por una meta común, en marzo de 2002 Jane’s se encerró en los legendarios Jim Henson Studios de Los Ángeles y se puso a componer nuevo material. Aunque tenían alguna idea acerca del sonido y visión buscados, el grupo empezó a trabajar desde cero, sobre un lienzo blanco inmaculado.

“No teníamos ningún tema”, explica Perkins. “Sólo sabíamos que queríamos estar juntos y componer. Teníamos en mente empezar el proceso en un gran estudio para que todo lo que pasase quedase grabado. Queríamos poder escuchar cómo sonamos de verdad.”

“Nunca hemos hecho música siguiendo un único patrón”, explica Navarro. “De muchas formas, no sé cómo, la verdad. Es algo orgánico, intuitivo, nace por el motivo que sea. Es muy difícil intentar explicarlo. Es como es.”

“El disco está más centrado en lo que son las canciones”, observa Navarro. “No hay piezas de ocho minutos, aunque algunos de los temas son en realidad bastante épicos, pero no tienen por qué durar nueve o diez minutos para transmitir el sentimiento. Hemos aprendido a ser épicos en tres minutos y medio, lo cual es bastante más complicado.”

“Jane’s Addiction es como conducir un Porsche o un Ferrari”, añade Perkins. “Si te montas en él irás rápido. Nosotros nos metimos en el estudio pensando de forma veloz, profunda, moderna y sin rodeos.”

Siempre directos en cuestiones políticas, Jane’s Addiction está decidido a concienciar al público una vez más. No sólo flota en el ambiente el tema de la guerra, sino que además el medioambiente se enfrenta a su mayor amenaza hasta la fecha. La banda es consciente de que su influencia puede ayudar a concienciar a la gente acerca de temas tan vitales como las fuentes alternativas de energía, en especial el combustible de hidrógeno.

“Intento mantenerme lo más positivo posible”, afirma Farrell. “Mi principal prioridad es asegurarme de que la gente se divierta, pero en toda burbuja de felicidad tiene que haber un momento serio. Como pregoneros que somos, estamos muy interesados en la promoción de los combustibles alternativos, que es precisamente a lo que se refiere el tema que da título a este trabajo. Corremos el riesgo de que todas las leyes medioambientales escritas del país se vayan al traste, y la voz que más llega al público es la musical.”

“Creo que todos somos muy conscientes del poder que nos confiere la música”, admite Perkins. “Además de hacer que la gente dé saltos, también quiero que la gente llegue a casa, haga el amor y piense acerca de su mundo.”

“Es una cuestión de trabajar duro y jugar duro,” explica Farrell acerca de la dicotomía temática del álbum. “Si tienes un tío que está todo el día currando, es un aburrido y al final su mujer acabará por abandonarle. Si tienes un tío que es todo juego y diversión, es un cabeza de chorlito y al final su mujer acabará por abandonarle. Tienes que ser un tipo que sepa trabajar y jugar duro. Eso es lo que debería ser un álbum: debería tener momentos en que te sientas golpeado en el estómago, que notes como alguien te dice ‘qué, ¿lo sientes?’, y otros en los que eches a correr para meterte mano detrás de un arbusto.”

“Es el álbum más importante de mi carrera”, confiesa Navarro. “No es que lo compare con los trabajos anteriores, pero lo siento como algo especial.” “Ya no aguanto más”, se queja Farrell. “A veces, cuando escucho la radio, pienso: ‘¿Cómo hemos llegado hasta aquí?’ ¡Hay que explotar el ‘grano de la música pop’, superarlo y volver a salir al mundo real!”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MASSIVE ATTACK

ENTREVISTAS 2003

Massive Attack, forzando la cerradura

Vuelven Massive Attack. Y justo ahora, en una época en la que las obsesiones anodinas de los famosos y los grandes e interminables camiones de estrellas falsas están monopolizando el paisaje cultural, necesitamos más que nunca al grupo más influyente de Gran Bretaña. Massive Attack han empujado con consistencia los límites de su propio sonido, desde las raíces de su soundsytem hacia los estratos de guitarra complejos e insistentes de Mezanine, y sorprendiendo constantemente con sus inspiradas colaboraciones y su sonido innovador.

Ahora, doce años después de su primer disco, el mítico Blue Lines, los grupos prometedores cuelgan con la coletilla de “los nuevos Massive Attack”. Dejaron su marca en la música británica, dando forma y cambiando la música dance, el pop, el hip hop británico, el drum & bass y el rock.

100th Window es el cuarto álbum de Massive Attack. Compuesto y grabado en el estudio del grupo en Bristol el año pasado, supone también un avance hacia una electrónica torpe, paisajes psicodélicos, cuerdas árabes y una inmersión más en el viejo y profundo dub reggae. Robert Del Naja, más conocido como 3D, explica: “Queríamos hacer este álbum más caliente que Mezzanine, pero no queríamos que fuese más blando. Queríamos mantener el filo y la intriga, pero sin hacerlo frío y sombrío.”

El álbum está compuesto y producido por 3D y el coproductor de Mezzanine, Neil Davidge, mientras que el otro miembro de Massive Attack, Grant “Daddy G” Marshal se tomó un descanso del estudio. “Grant se ha cogido unas pequeñas vacaciones, un año sabático, porque ha tenido un hijo y está empezando una nueva vida”, comenta 3D. “Volverá a coger de nuevo las riendas de la música cuando se venga de gira con nosotros. Volverá.”

Al igual que el resto de sus trabajos publicados, 100th Window impulsa al grupo a nuevas aguas. “Siempre quisimos hacer algo diferente y estirar nuestra imaginación; era muy importante para nosotros que representase un cambio, un avance con respecto a Mezzanine.” El grupo de Bristol siempre ha encajado canciones brillantes con música experimental, y 3D decidió que era hora de volver a lo básico. El mismo 3D canta en cuatro canciones y conectó con Sinead O”Connor. Grabaron tres temas, incluyendo el single “Special Cases”. “Sinead es una de las grandes cantantes que hay ahora”, explica 3D. “Aporta un espíritu completamente puro, una emoción real y el creer de verdad en lo que está haciendo. Se ve en los resultados que su maternidad no le ha sacado la rabia, al contrario que otras cantantes, que son mucho más blandas y genéricas”.

El título del disco está tomado de un libro de culto de seguridad electrónica, escrito por Charles Jennings. “Esa idea me gusto mucho”, comenta 3D. “El disco trata del modo en el que la gente trata de esconder sus sentimientos, aunque siempre se puede encontrar una forma de entrar, si sabes cómo forzar la cerradura”.

En los cuatro años que van desde Mezzanine, después de que uno de los miembros fundadores, Andrew “Mushroom” Vowles, dejase el grupo, la banda volvió a ponerse manos a la obra. Empezaron colaborando con David Bowie en una versión de “Nature Boy” para la banda sonora de Moulin Rouge, se centraron en los grupos de su sello Melankolic y Del Naja hizo un remezcla para Dandy Warhols en “Godless”. “No teníamos prisa”, cuenta 3D. “Y en realidad, ¿cuándo hubo una sensación de urgencia en algo nuestro?”

Siguen sin amainarse: el grupo ya está componiendo material nuevo, cotejando canciones para el próximo álbum que piensan publicar doce meses después de la aparición de 100th Window, y hay planes para trabajar con Tom Waits y Mike Patton de Faith No More, así como para repetir el éxito de la colaboración del año pasado con Mos Def, “I Against I”.

El tema de apertura de 100th Window, “Future Proof”, está cargado de distintas capas. El viejo colaborador de Massive Attack, Horace Andy, que apareció por primera vez como invitado ya en Blue Lines, aparece en el tema lleno de aristas “Everywhen” y en el perturbador “Name Taken”.Si bien el grupo ha flirteado siempre con los sonidos del Este, de forma notable en “Karmacoma” e “Inertia Creeps”, ahora han llevado el sonido a un nivel nuevo e impresionante.

“Me encanta el sonido de cuerdas del Este; contienen una emoción pura y hermosa. El estado actual del mundo ha impregnado al disco. No puedes evitar ser consciente que el Oeste está dominando al Este, y yo quería trasladar algo de esas emociones en el disco”. En el seductor “Small Time Shot Away” encontramos a 3D a las voces. El tema de cierre, “Anti-Star”, cruje con cuerdas árabes épicas y, como la totalidad de 100th Window, refleja perfectamente la historia de hibridación cultural de la música de baile.

Para este álbum, grupo grabó horas y horas de música “tambaleante y alucinógena” con los ex-componentes de Spiritualized, ahora en Lupine Gol, pero tras semanas de mezclar los temas en el estudio, desnudar la música y transformarla en canciones utilizables, volvieron a empezar otra vez desde el principio. “Teníamos unas 80 horas de sesiones extraordinarias, pero no estaban bien para nosotros. Una vez que las limpiamos, perdimos lo que las hacía especiales”.

Además de una gira mundial, en la que habrá pantallas gigantes e interactivas, Massive Attack darán cuatro actuaciones de un sólo día durante el verano. “Cuando empezamos a tocar siempre intentábamos crear un ambiente en torno al soundsystem, y crear un lugar donde quisiésemos tocar. Ahora queremos volver a eso otra vez y tener una gran fiesta de paso”.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON EAGLE-EYE CHERRY

ENTREVISTAS 2003

Eagle-Eye Cherry, secretos y preguntas

Tras el gran éxito de Desireless y Living In The Present Future, el hijo del gran Don Cherry y hermanastro de Neneh Cherry, Eagle-Eye Cherry presenta este miércoles en una única actuación en España su tercer disco, Sub Rosa. En concreto será en la sala Capitol de Santiago de Compostela a las 23 horas.

¿Cómo fue lo de volver a Nueva York y a la rutina de la vida diaria después de tu último disco, publicado hace tres años?

– La verdad es que no pasó tanto tiempo, porque en algunos lugares se editó hace dos años y, después, le siguió una larga gira. Pero fue muy interesante, ya que cuando estás de gira te metes en una especie de burbuja que te aleja del mundo real. Así que, cuando acabé mi gira por Europa, volví a casa y empecé a ver las cosas de otro modo. Fue tal la diferencia que ahí sí volví a componer canciones, las que ahora aparecen en mi tercer disco. De hecho, los últimos meses han sido maravillosos, alejado de la industria musical.

¿Cuáles son los mayores cambios en el sonido de Sub Rosa con relación a los dos discos anteriores?

– La verdad es que en los dos primeros lo que hicimos fue meter a la banda en el estudio y grabar lo que teníamos. Para este álbum tuve más tiempo de pensar lo que quería. De hecho, hay bastantes productores, desde canciones que juegan con algún arreglo electrónico hasta puro rock norteamericano en “Feels So Right”, como Tom Petty o Neil Young, que es gente que me gusta mucho. Son diferentes historias. También podría decirse que tiene un sonido más grande, más poderoso. Éste es, también, mi disco más relacionado con Nueva York.

Los hechos recientes en Nueva York parecen haber influido a bastante gente, entre ellos tú. Incluso da la impresión de que tu disco tiene más interrogantes que respuestas.

– Creo que el mundo está mucho más jodido ahora de lo que lo estaba hace dos años. Así que, supongo, mi reacción a cómo lo veo son estas canciones, sí.

¿Cómo ves tú, que has vivido en Suecia y los EEUU, que ha cambiado la ciudad de Nueva York desde el 11 de septiembre del 2001?

– Realmente ya había cambiado antes, con el alcalde que tenían, Guiliani. Pero lo que sucedió el 11 de septiembre trajo un ambiente enrarecido a la ciudad. Por una parte, la frustración de la gente, el miedo, pero por otra la solidaridad.

Al mismo tiempo, parece que hay esperanza en tus canciones, como en “Don’t Give Up” -“No te rindas”-.

– Lo que ha sucedido recientemente tampoco es que nos tenga que coger por sorpresa. Está en la condición humana: la esclavitud, las guerras, el odio… Pero no me resisto a dar una única versión. Es más: la vida es una experiencia tan increíble… Lo cierto es que hace diez años, cuando liberaron a Nelson Mandela, cayó el muro de Berlín, la guerra fría terminó, el apartheid acabó, el mundo parecía que iba por buen camino. Pero, ahora mismo, todo parece haber dado un gran paso atrás.

¿Tenías en mente la canción de Peter Gabriel del mismo título?

– No, no tiene que ver con la mía. Muchas veces tienes un texto, una música y tienes que lograr que todo encaje. Con ese título lo logré. Por otra parte, he de reconocer que el dueto con Kate Bush en esa canción de Peter Gabriel es uno de mis duetos favoritos de todos los tiempos.

¿Has escuchado la versión que Marianne Faithful hizo de tu canción “Falling In Love Again”?

– No, aún no, pero tengo ganas. Lo que sí sé es que un grupo catalán hizo una versión de “Save The Night”. También me gustaría escucharla. ¡Qué curioso!

Hace poco pasaste por Barcelona para una sesión fotográfica y uno de los conciertos de tu nueva gira será en Santiago de Compostela. ¿Por qué aprecias tanto España?

– Me gusta la gente española. Me gusta vuestro estilo de vida, no tan preocupados por el trabajo, sino por disfrutar de la vida. Un país que se toma tres horas libres al mediodía no puede estar equivocado. Puede que por eso también mi hermana Neneh Cherry viva durante largas temporadas en Málaga.

Has trabajado recientemente con Win Wenders. ¿De qué se trata tu colaboración?

– Es un documental que comenzó Martin Scorsese y en el que ha metido a otros seis directores, como Clint Eastwood o Win Wenders, que es el capítulo en el que yo intervengo, para hablar de las raíces del blues. Supongo que no tardará en verse en las pantallas cinematográficas.

También se ha incluido una versión de “To Love Somebody” en la película Y tu mamá también. ¿Te gustaba la canción de los Bee Gees?

– Es una película asombrosa, maravillosa. La canción me la propuso el director. Me envió una copia sin editar de la película y me dijo que había pensado en esa canción cantada por mí. Me pareció muy extraño, pero poco a poco me empezó a gustar el reto y pensé que se podría hacer con bongos, algo así como con un estilo jamaicano y así salió.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON JET LAG

ENTREVISTAS 2003

Jet Lag, cicatrices brillantes

Jet Lag acreditan con su nuevo álbum Beautiful Scars ser más que una promesa del pop independiente español, mostrando una evolución impensable desde su anterior disco, Amplifier, también editado por Bittersweet Recordings.

Bittersweet Recordings acaba de publicar vuestro segundo álbum, Beautiful Scars. ¿Qué diferencias sustanciales hay con vuestro anterior trabajo, Amplifier?

– Las diferencias entre ambos álbumes son muchas y grandes. La primera de todo es la formación. Desde que Amplifier terminó de ser grabado hasta ahora ha habido varias incorporaciones. Nada más grabar este primer disco, Josema, que ya venía de trabajar con Juan en Vancouvers, dejó libre el puesto de batería, que ocupó Ramiro. Más tarde, ya con el disco en la calle y unos cuantos conciertos, surgió la idea de reclutar un teclista, no solo para llevar al directo el primer disco de una forma más completa, sino ya pensando en la composición y grabación de la continuación de Amplifier. A partir de este hecho y de que en la composición de los nuevos temas hemos participado los cinco componentes, el resultado ha sido un disco en sustancia diferente a su predecesor. El disco resultante está mucho más elaborado, tanto en arreglos como en sonido. A esto ha ayudado el hecho de tener más tiempo para grabar y que a la hora de componer y arreglar hemos colaborado los cinco. Llegamos a dar muchas vueltas a los temas hasta que nos convencían. Se grabaron unos 18 temas, excluyéndose finalmente los que nos hacían dudar. Todo ello sin peder la visión de álbum como un todo unitario. Con un principio y un fin, donde cada canción tendría su lugar y su función.

¿Cuál va a ser el single del disco?

– Después de Shine On no sabemos todavía cuál puede ser el siguiente single. Lo que sí que tenemos claro es que queremos dar a la gente una muestra más de la diversidad de la que está compuesta el álbum.

La producción, de nuevo, ha corrido a cargo de Paco Loco… Me parece que ha hecho un gran trabajo. ¿Satisfechos? Además ha tocado la guitarra también en un par de temas.

– Sí, la verdad es que sí. Muy satisfechos. Después de haber grabado Amplifier también con él, nos planteamos la posibilidad de grabarlo fuera. Gracias a amigos habíamos establecido contactos con gente en NY. Sin embargo, el hecho de un presupuesto ajustado y el ver que, aunque en directo el grupo funcionaba a las mil maravillas, en estudio aún no habíamos hecho nada juntos, nos llevó a la conclusión de que quedarnos en la península nos beneficiaría y que la opción de Paco, por haber trabajado ya con él y por saber que tenía un nuevo estudio mucho más grande y con más y mejores aparatos, que nos daría opción a volver a grabar en caso de que lo necesitáramos, fue lo que hizo que repitiéramos. ¿Satisfechos? Sí, a la vista está. Creo que es de lo mejor que ha grabado últimamente Paco. Es lo más parecido a una producción americana que se puede encontrar en España ahora mismo. Y, sinceramente, no creo pecar de prepotencia. Obviamente, a ello ha ayudado, y bastante, la masterización Jeff Lipton. En cuanto a lo de las guitarras de Paco, no creo que haya un álbum grabado por Paco en el que no aparezca alguna guitarra -o algún otro artilugio- suyo.

Hablando de colaboraciones, Muni Camón presta su voz a "Rain". ¿Cómo surgió la colaboración?

– Es otra suerte de grabar con Paco. El que siempre está por allí cerca la maravillosa voz de Muni. Muni es increíble. Además de cocinar alucinantemente, canta como los ángeles. Siempre ha habido muy buen rollo con ella: a ella la gustamos, a nosotros nos encanta. Así que cuando decidimos que debía grabar un tema a dúo con Pablo -a mí personalmente me encantan los dúos hombre-mujer, eso sí, siempre bien entendidos- no puso ningún reparo. Además en Amplifier ya grabó un par de estrofas de "Baby" (canción que por otra parte se volvió a grabar, esta vez a solas, en clave country rock para el single de adelanto "Don’t Forget The Clock". Hace poco en un acústico en Madrid la hicimos venir para que cantara tanto "Baby" como "Rain" con nosotros y fue increíble. Tiene una voz y una presencia privilegiadas. Creo, y pienso que no soy el único, que Mrs. Camón debería volver al ruedo del rock & roll.

Las letras del disco giran entorno a las relaciones que se rompen, que dejan cicatrices. ¿Son vivencias personales? Lo de hermosas es por los buenos recuerdos que dejan algunas de esas relaciones… ¿no?

– Algunas sí .Otras son figuradas, pero siempre sabiendo que pueden ocurrir. Siempre con un alto grado de realidad. Lo de hermosas es más por lo que puedes aprender de esa cicatriz que por el buen recuerdo que tengas de ella. Una herida siempre duele y una cicatriz no es más que lo que el paso del tiempo le hace a esa herida. La cicatriz te señala esa herida, ese recuerdo, pero el paso del tiempo suaviza el dolor hasta a veces hacerlo prácticamente imperceptible. Es ahí donde aparece la belleza, lo bonito, cuando al verte la cicatriz, cuando al recordar la herida, ésta ya no duele y puedes sonreír. Bellas cicatrices que enseñan, nunca dejes de aprender.

Se dice que Jet Lag es una banda que puede funcionar muy bien fuera de España. Vuestro disco anterior se vendió en Japón. Not Lame os ha pedido un tema para el tributo a Teenage Fanclub. Puede que con Beatiful Scars se produzca esa explosión de la banda en el extranjero.

– Eso espero. Tenemos ganas de salir fuera. Hemos pulido mucho, mucho, las letras y la pronunciación para que fuera no nos pongan peros. Además contamos con un sonido de calidad que espero nos abra puertas más allá de los Pirineos. Bueno, de hecho ya tenemos cuatro fechas en Portugal, un terreno aún por explotar por los grupos españoles y donde me consta que se le da cancha a la música alternativa.

En algunas crónicas de los conciertos de vuestra gira de presentación del disco anterior se decía que adolecían de fuerza. ¿Habéis madurado también en directo?

– Bueno, que comenten eso referente a la grabación, donde la posibilidad de controlar volúmenes y meter arreglos más complejos hacen que los temas sean más intensos que potentes, lo puedo aceptar. Pero si de algo andamos sobrados en directo es de fuerza, de intensidad, de decibelios. De hecho lo que estamos trabajando ahora mismo de cara a los próximos conciertos, es el controlar el volumen, la intensidad, el poder de nuestro sonido para, una vez domesticado, darle salida cuando el concierto lo requiera. A veces hace más daño una acústica que una torre Marshall. Recuerda lo que ponía en la guitarra de Guthrie: This machine kills fascits.

Toño Crespo

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MAXIMILIAN HECKER

ENTREVISTAS 2003

Maximilian Hecker, crooner romántico

Rose es el segundo álbum de Maximilian Hecker para Kitty-Yo después de su debut, Infinite Love Songs, de octubre del 2001. De nuevo su potencial de crooner romántico estalla en todo su esplendor.

Rose incluye once nuevas canciones que han contado con una producción mucho más profesional que la de su anterior entrega. Además, a sus 25 años, la capacidad de interpretar y de componer de Maximilian ha experimentado una notable mejoría desde entonces.

Tanto en Rose como en Infinite Love Songs, el esqueleto se construye a partir de las maquetas caseras, pero para Rose las posibilidades del estudio han sido superiores, y el trabajo conjunto con el productor Gareth Jones ha supuesto una mejoría sustancial.

Durante los dos últimos años, Maximilian ha estado de gira intensiva por toda Europa, como telonero de The Walkabouts en Escandinavia y de Lloyd Cole en Francia, y no ha dejado de tocar en festivales de primera fila, como Pukkelpop y La Route Du Rock. En mayo del 2003 inició su gira por Europa, en la que pasará, además, por distintos festivales de verano. Si en las anteriores ocasiones siempre actuaba en solitario, para la gira del 2003 llevará, por primera vez, una banda de tres músicos de acompañamiento.

El propio Maximilian nos comenta una por una sus canciones.

“Rose”

– El indie y el pop unidos. La primera parte de la canción trata del último grito desesperado antes de que todo acabe; la segunda habla de la redención a través de la fe en el llanto, las minas de oro y ella.

“I Am Falling Now”

– Tiene un estribillo que rompe mi corazón cada vez. Pienso: “Pobre tío”. Tiene que despertar la pena en quien lo oiga, sin duda. El final es puro Gallagher en sus mejores tiempos. Sólo que ellos nunca cantarían un texto así. Se parece a Liam Gallagher cantando una canción de Roy Orbison.

“Fool”

– En mis vacaciones de Navidad en casa, tomando un café, de repente me encontré con esta melodía en mi cabeza, perfectamente terminada con el ritmo y el arreglo.

“That`s What You Do”

– Es una canción muy antigua. La letra es tan fácil, que, aunque lo entendieran billones de personas, sonaría auténtica. Me recuerda al estilo de Richard Ashcroft.

“Daylight”

– Sonaba muy de los años 80 en la primera versión, como de Depeche Mode, y lo curioso era que nunca había escuchado a Depeche Mode. Sólo cuando una mujer es prácticamente inalcanzable, siento ese sentimiento de deseo que interpreto como amor.

“My Love For You Is Insane”

– Realmente es una canción para la pista de baile. El nuevo Maximilian Hecker.

“Kate Moss”

– Escribí esta canción en Barcelona, en una habitación del hotel en el que estaba. La sección de cuerda suena como su cabello.

“Never-Ending Days”

– Es la canción de un único riff. Tiene que ver con cuando fui telonero de The Walkabouts en Escandinavia y las caminatas solitarias que me daba. Siempre aparecía un McDonalds. La felicidad y el sufrimiento están tan cerca uno del otro.

“My Friends”

– Mi canción más profunda. Cada vez que la escucho, me rompe el cuello. El estribillo es tan bonito que me siento como en el estómago de mi madre. Revive a través de un grito apasionado, como el último aliento antes de una muerte dulce.

“Powderblue”

– Una nana.

Xavier Valiño

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