CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON CALEXICO

ENTREVISTAS 2003

Calexico, carreteras secundarias

Uno de los momentos que definen a Feast Of Wire, el cuarto álbum oficial de larga duración de Calexico –sin contar los discos que regalaron en sus conciertos– no llega hasta bien entrado el disco. Fantasmales y misteriosos sonidos de pedal steel se arrastran a través de “Whipping The Horse’s Eyes”, el tipo de sonido que a menudo se asocia con Calexico, una visión de una tierra que se ha ido transmitiendo a lo largo de los años a través de la literatura y, más recientemente, de las películas del lejano Oeste.

Sin embargo, cuando la canción llega a su fin, comienza otro sonido en el que el oscuro cielo se sustituye por la oscuridad de un club, adentrándose el grupo en los ritmos al estilo Gil Evans de “Crumble” y entrando en un frenesí total -escucha el grito de alegría de Joey a mitad de camino-. Es un momento extraordinario, un cambio de estilos sin esfuerzo alguno que encierra dos visiones de la historia de la música americana que contrastan con dureza.

Joey Burns y John Convertino tienen todo el derecho de estar bien versados en la mitología del Sueño Americano. “Tenemos nuestra base en Tucson, Arizona, una ciudad rodeada por montañas y desierto, empapada todas las noches por doradas puestas de sol, dividida por una vía de tren que pasa por el legendario Hotel Congress, donde hicimos muchos de nuestros conciertos, servidos tanto por cantinas como por corredores de bolsa, el corazón del mítico Oeste Americano y, a la vez, hogar también en las afueras de la ciudad de un extraordinario cementerio de viejos aviones de guerra, una muestra del choque entre lo viejo y lo nuevo”.

Este lugar, a poca distancia de la frontera con México, es simplemente eso: una base. John y Joey han pasado años en la carretera como músicos viajantes, primero como parte fundamental de Giant Sand, con quienes tocaron durante más de una década y de los que son todavía una parte importante, y, desde 1996, como Calexico. “Sí, el grupo tomó su nombre de una ciudad fronteriza entre California y México”.

Ya desde el comienzo, Feast Of Fire es un álbum que se centra tanto en lo personal como en lo mítico, aunque al hacerlo así transforma a menudo los esfuerzos del hombre medio en parte del mito. “Mira por ejemplo la historia del carpintero Mike, que dejó sus herramientas y sus llaves y se marchó y se encaminó tan lejos como pudo, más allá de la ciudad y del barrio vallado”, dice Burns en el tema que abre el disco, “Sunken Waltz”, antes de acabar asegurando que “durmió bajo las estrellas”, fusionando al individuo y su entorno de una forma que define la gran temática del álbum. Pero no se trata una batalla entre el individuo y su entorno, lo que hace el extraño suicidio poético de “Not Even Stevie Nicks…” aún más impactante: “Con una cabeza como un buitre y un corazón lleno de avispones, conduce hacia el precipicio, entra en el azul…”

Como grupo, se han ganado una buena fama en directo. “Podemos actuar como un dúo, con un grupo del que echamos mano en la ciudad en la que nos encontremos en ese momento, o con nuestra formación actual de músicos americanos y alemanes -que incluye al músico de steel pedal Paul Niehaus, conocido también por su trabajo con Lambchop- o con el mariachi mexicano Luz De Luna”. En vivo, Calexico despliegan una habilidad mágica para crear un ambiente que pasa de atmósferas tristes a la fiesta, de una forma a menudo improvisada.

Joey Burns y John Convertino son la clase de músicos que hacen que parezca demasiado simple. Más de uno se pasaría todo un concierto observando los primorosos golpes de escobilla de John Convertino y lo proclamaría como el batería más imaginativo que hay en la música moderna; probablemente porque toca la batería como otros tocarían el piano, como un instrumento más que como un juguete de niños. El ritmo de “Attack El Robot! Attack” suena como la clase de ritmo roto que utiliza DJ Shadow con efecto devastador.

Joey Burns, por su parte, ha desarrollado unas voces que hacen eco al tremendo sonido de su guitarra, resplandeciendo como el calor sobre una carretera del desierto. No hay más que escuchar su magnífico falsete en el tema de final trágico y con el intrigante título de “Not Even Stevie Nicks…” o el perfectamente inconcluso “Quattro (World Drifts In)”.

“Algunas canciones no son más que meros apuntes, breves pero generosamente evocativas, mientras que otras son más ambiciosas y dramáticas”. Así es: desde el gracioso desvanecimiento de “Quattro (World Drifts In)” hasta la alegría hispánica de “Güero Canelo”, desde los sonidos chatarra al estilo Tom Waits de “Attack El Robot! Attack” hasta las cuerdas negras del tenso “Black Heart”, desde el tema con influencias de Debussy y Satie “The Book And The Canal” hasta el empapado de melódica “Dub Latina”, desde los ritmos juguetones de “Pepito” hasta el cierre con el ocaso atmosférico de “No Doze”,Feast Of Wire es una excursión musical rodada que parece cubrir carreteras secundarias, autopistas y ciudades metálicas, una excursión que subraya los vastos y amplios horizontes que redefinen la americana del mundo de Calexico.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA EVAN DANDO

ENTREVISTAS 2003

Evan Dando, modelo indie

Casado con una modelo, feliz, viviendo en París y, parece, desenganchado de una buena parte de sus adicciones. Así está Evan Dando, que edita un primer disco no muy alejado de sus aventuras con los Lemonheads. Aunque lo que menos le gustaría en este momento sería hablar como un rockero rehabilitado, sobrio y que reniega de su pasado.

Tras siete años alejado de la industria musical, al menos de cara a la galería, Baby I’m Bored es el primer disco de Evan Dando, quien fuera líder de los Lemonheads. Aquellos que no conozcan el pasado de Evan Dando no necesitarán saberlo todo de él y su música para apreciar esta colección de canciones eclécticas, que van del country rock más amargo, como si Gram Parsons hubiera resucitado, a las píldoras pop que nos tiene acostumbrado Matthew Sweet, por ejemplo, y todo ello con algo de aquel indie-rock ruidoso de la primera parte de los 90.

Para su debut en solitario, Evan contó con muchos amigos y colaboradores que aparecieron por los estudios de Nueva York, Los Angeles y Tucson -Arizona-. “Entre los que han tocado o colaborado están Ben Lee, que escribió dos de las canciones del disco,” comenta Evan, “Howe Gelb, John Convertino y Joey Burns de Giant Sand y Calexico, el que fuera líder de Spacehog, Royston Langdon, el antiguo batería de Codeine y guitarrista de Come, Chris Brokaw, el batería de Come, Arthur Jonson, y alguien que no podía faltar: Tom Morgan, que ya colaboró conmigo como compositor en bastantes de mis canciones con los Lemonheads”.

Las razones de la aportación de todos estos músicos están bastante claras. Aún así, Evan quiere explicarse: “He estado trabajando con Howe, John y Joey mucho tiempo. Más o menos lo mismo puedo decir de mi relación con Ben Lee. Y de Tom Morgan creo que no necesito decir nada”.

No es todo. El compositor de Los Angeles Jon Brion, también conocido por sus colaboraciones y producciones para Aimee Mann, o Fiona Apple, y por las bandas sonoras de Boogie Nights, Magnolia and Punch Drunk Love, produjo y ayudó en la composición de muchas de las canciones del álbum. Por su parte, el productor Bryce Goggin, que ya había producido el ultimo disco de los Lemonheads, Car Button Cloth, así como muchos discos de Pavement, fue en esta ocasión el productor de gran parte de las canciones de Baby I’m Bored.

Evan Dando quedó bastante contento de su colaboración con Jon Brion. “Lo conocí en el 2000 y nos entendimos a la perfección desde el primer momento. Escribimos una canción, “It Looks Like You”, en veinte minutos. Tiene una habilidad increíble”.

Si se le pregunta por las influencias o la inspiración de este primer disco en solitario, Evan Dando no olvida su peculiar humor. “Es un 25% autobiográfico. Diría, además, que la influencia principal es el disco de The Television Personalities And Don’t the Kids Just Love It.”

Después de que los Lemonheads pusieran fin a su trayectoria con Car Button Cloth y de la exposición mediática excesiva a la que había sido sometido Evan Dando, éste se tomó unos cuantos años sabáticos lejos de los escenarios. Evidentemente, hay que preguntarle qué sucedió, pero Evan Dando rehuye el tema. “Me tomé un largo descanso entre agosto del 97 y marzo del 99. Después trabajé con Enya,” comenta, haciendo referencia con ironía a lo mucho que le cuesta parir un disco a la británica.

Hubiera tenido su gracia lo de Enya. Sin embargo, Evan Dando no dejó de colaborar con sus amigos. “Bueno, sí, es cierto. Toqué y escribí canciones para el disco del 2001 God Bless The Blake Babies de The Blake Babies,” donde milita su buena amiga Juliana Hatfield. “También escribí la letra de la canción “Wake Up In New York” del disco As If To Nothing de Craig Armstrong, el arreglista de las secciones de cuerda de Massive Attack y compositor de bandas sonoras como Moulin Rouge. También grabé una canción para el disco de homenaje a Lee Hazlewood”.

Aún hay más. “Con Ben Lee, Tom Petersson de Cheap Trick y Jason Schwartzman de Phantom Planet editamos un single sólo en Internet con las canciones “Dead Or Anything” y “Love Song” para un sello independiente australiano. También estuve grabando con Tom Morgan en Australia para su nuevo grupo, The Give Goods”. Múltiples facetas de alguien que puede que nunca se llegue a conocer demasiado bien, pero que vale la pena seguir intentando.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON LA MALA RODRÍGUEZ

ENTREVISTAS 2003

La Mala Rodríguez, rap con fundamento

Lujo ibérico fue, en su momento, hace dos años, la mayor sorpresa del rap estatal. La Mala Rodríguez se mostraba como una rapera con un flow único, una voz con ciertos quiebros andaluces -¿flamencos?- y una producción exquisita. Alevosía repite la jugada, acercándola más al r’n’b. Ella nos cuenta qué espera de este segundo disco.

¿Por qué Alevosía?

– Este disco se llama Alevosía porque lo he hecho a tiro hecho, sobre seguro y no hay fallos. Lo he hecho queriendo.

¿Qué podemos encontrar en tu segundo disco?

– Éste es el segundo trabajo de una artista de rap española que llevaba tres años sin editar nada y que ha estado preparándolo concienzudamente. Yo lo defino como algo más que rap, hay muchas cosas ahí.

Desde tu álbum de debut, Lujo ibérico, han pasado tres años. ¿Qué has hecho?

– Gracias a Dios, he tenido muchos conciertos, mucho curro fuera de aquí. He tenido la oportunidad de viajar mucho y también he estado mucho tiempo sin querer hacer nada. Simplemente estar en el sofá de mi casa. Y han pasado tres años a lo tonto. El tiempo pasa volando.

¿Cómo ha sido el proceso de producción del disco?

– Producirlo no ha sido tan complicado porque Jotamayúscula y Supernafamacho son unas máquinas. Hacen música con mucha frecuencia. Yo iba al estudio casi a diario. Allí escribo, ensayo, practico y me entreno. Un día sí, un día no, se van haciendo cosas. Algunas se quedaron en el ordenador y otras han salido en el momento. Y de un tirón se han grabado.

¿Es éste el equipo definitivo de La Mala Rodríguez?

– El equipo somos Jota, Nafri y yo. También están las producciones del Mr T Cee, porque quería contar con él. Y también toda la gente que con mucho cariño ha colaborado en mi disco y me ha ayudado a acabarlo, porque sin ellos tampoco hubiera sido posible.

¿Y en cuánto a la composición de las canciones?

– Yo suelo escribir con la música. Escucho la base y empiezo a escribir. En uno o dos días voy teniendo algo. Otras veces lo hago de repente. Surge la creatividad y puedo grabar una canción. También me puede ocurrir que estoy en casa u otro lugar escribiendo mis cosas y a eso le encuentro una música con la que poder acabarlo y dejar el tema hecho.

¿Cuánta importancia le das a las letras?

– A mí me parece que ha habido una evolución tanto en la producción como en las letras. Yo me noto que soy mucho mejor escribiendo. Escribo mejor que canto.

Tu técnica a la hora de recitar es única.

– Yo canto como cualquiera que canta en su ducha. De ninguna manera soy una profesional cantando. Lo podré hacer mejor o peor, pero es lo único que sé hacer. Mi manera de rapear me la curro y me gustan las técnicas que utilizo al escribir porque me ayudan a la hora de rapearlo.

¿Ves diferencias con el primer disco?

– En el primer disco fui con la idea de hacerlo como me diera la gana. Y éste ha sido mucho más cuidado, con la idea de hacerlo bien, de que no podía haber ninguna… Equivocaciones siempre habrá, y fallos. Éste ha sido mucho más de comprometerme conmigo misma, de que tenía que estar mucho mejor que el primero. En el primero veo muchísimos errores, cosas que a lo mejor ganan porque son frescas, pero pierden porque son un poco locas. Sin embargo, con éste ha sido todo más pensado, más maquiavélico.

¿Se han vuelto tus canciones más complicadas?

– Lo único premeditado es el hecho de comprometerme a la hora de decir que no puedo hacer aquí cualquier cosa. Así es muy fácil. Así me hago un disco cada cuatro meses… Yo necesito un poco de tiempo. Las letras necesitan su tiempo de maduración. Pero también han surgido enseguida, como la de “La Niña”.

– Te acompaña ya la fama de ser un personaje polémico.

– No sé. Reconozco que muchas veces se me va la olla y también me muestro esaboría con alguna gente. Pero no lo hago sin razón. Yo defiendo y lucho por lo mío. Y no voy a dejar que venga aquí nadie a decirme cómo tengo que hacer las cosas. No me gusta. Me gusta un dialogo de tú a tú. Los dos a la misma altura. Me gusta hablar a la gente a la cara. Yo puedo tener fama de muchas cosas, pero realmente el que me conoce no te va a decir nada malo de mí. Creo.

¿Cómo ha cambiado el panorama del rap estatal en los últimos años?

– Yo me he educado escuchando los discos de CPV, las maquetas de Nación Sur y todos lo discos que se editaron mucho antes de que yo apareciera en el panorama. Ahora lo que veo es que cada vez hay más grupo. Y cuantos más haya, más cosas buenas se oirán. Tampoco quiero decir que todo lo que salga sea maravilloso.

También has estado por América. ¿Cómo fue?

– La primera vez que fuimos fue sólo a hacer promoción a hablar con periodistas de Latinoamérica y de Estados Unidos. La experiencia fue buena porque parece que les gustó mi trabajo. Todo el mundo se interesaba por él y me encantó. Además también actuamos allí.

¿Cómo esperas que la gente reaccione ante el nuevo disco?

– Supongo que me van a decir: “Molaba más lo que hacías antes”. Seguramente mucha gente va a decir que estaba más guapo el primero. Pero aquí está lo último que he hecho y todavía queda mucho por hacer. Las críticas me dan igual, sean buenas o malas. Para mí son todas buenas porque me hacen crecer.

¿Cuál es tu ambición para los próximos meses?

– Viajar. No dejar de conocer sitios. Por poco que conozca, ya me encanta. Yo quiero ir a todos lados.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MS. DYNAMITE

ENTREVISTAS 2003

Ms. Dynamite: un poco más profundo, por favor

Ya se ha dicho y se volverá a repetir otra vez: ¡Ms. Dynamite ha explotado! Cuando “Booo!” catapultó a Ms. Dynamite a lo más alto el pasado mayo, entrando en las listas, después de un año entero de programación continua en el circuito underground, marcó el comienzo de un año extraordinario para ella. “Boo!” mostraba un sonido digital y barroco de two-step alrededor de lo que yo había vivido”, señala Niomi McLeanDaley, su verdadero nombre.

Los últimos doce meses han visto a Niomi telonear a Eminem en sus fechas de Londres y actuar justo antes que Destiny´s Child en el festival T In The Park. También ha presentado, sin tener experiencia previa, el programa de música negra Flava, asumiendo con aplomo natural su nuevo papel de estrella versátil y glamorosa. O sea, nada mal para una chica que comenzó hablando frente a la gente en fiestas cuando sólo tenía 17 años. “Nunca me tomé nada en serio, era todo como una broma con mis amigos MC´s de estaciones de radio piratas”, comenta.

Por supuesto, se espera mucho más hoy en día que sólo cantar de las jóvenes fotogénicas divas del pop, pero no hay nada artificial en Ms. Dynamite. Nació hace 21 años, siendo la mayor de 11 hermanos, y fue educada en el norte de Londres por su madre, una profesora de primaria, cuya pasión por el reggae y el soul marcaron profundamente a Niomi. “Siempre escuchaba mucho reggae, música de raíces y hip-hop”, dice. “Obviamente este tipo de música tiene muchos artistas con mucho que decir y creo que me ha influenciado. Creo que he tenido suerte en mi vida por tener mucha inteligencia y gente encantadora a mi alrededor, que se tomarían cinco minutos para enseñarme cosas sobre mí misma sin sermonearme, simplemente enseñándome con naturalidad”.

Descrita por sus profesores como locuaz en el colegio, pasó a ser lectora de antropología social en la universidad de Sussex para concentrarse en música. Y de ahí, el salto a “Booo!”, un tema que fue licenciado por Social Circles, compañía del DJ de garage Jason Kaye, a London Records. Ms. Dynamite, atractiva, inteligente, estilosa, divertida, guapa y ferozmente obstinada, sabe que tiene más que ofrecer a sus fans que su buena música.

“No estoy aquí para ser la típica joven que quiere subir al escenario y hablar. Estoy aquí con algo que creo es importante que se diga”, declara. “Creo que crecer como una joven negra en este mundo, donde tantas cosas malas pasan, es suficiente para querer dar mi perspectiva de la vida. Supongo que intento llevar positivismo a la gente, y que puedo incluso ver la luz en las cosas negativas mientras hago a la gente pensar. Eso es todo lo que trato de hacer, provocar pensamiento, y si eso significa que tengo que subir a un edificio para gritar y poder hacerlo, entonces lo haré. Sólo quiero que la gente piense más”.

“Por muchas de las cosas de las que hablo deben pensar que estoy sermoneando, porque hablo de violencia entre negros, drogas, etc. Y no estoy diciendo que sólo pase a negros en clubes de negros o en los clubes de la escena underground, porque pasa en todos lados”, dice Dynamite. “Yo personalmente, como artista, he vivido sin dinero, pasado por la violencia y muchas cosas más. No es algo que haya elegido para promocionarme; son cosas por las que he pasado”.

El año pasado Ms. Dynamite concentró sus energías en A Little Deeper, sin duda alguna uno de los mejores discos de debut del 2002 o de cualquier otro año. Grabado en Miami, Nueva York y Jamaica por productores como Salaam Remi (Nas, Fugues), Punch y el veterano dúo de reggae Tony y Dave Kelly, el disco es un álbum ambicioso y completo que fácilmente justifica la euforia con que fue acogido por todos los medios especializados, llevándose poco después el prestigioso premio Mercury.

A Little Deeper es, también, crudo y lo suficientemente inventivo para satisfacer a los seguidores de la escena underground de Ms. Dynamite. Canciones como el primer single “It Takes More”, “Now You Want My Love” y “Dy-na-mi-tee” son las típicas canciones que la radio acoge bien, capaces de seducir tanto a gente con alma como a aquellos con visión para comprender todo su potencial.

Para quien, alguna vez, ha comparado su forma de cantar a la de “un gato lanzado por al ventana de un edificio”, Dynamite posee una voz realmente preciosa, dulce y versátil, que contrasta enormemente con su intimidante forma de hablar a lo MC. “Sí, el disco tiene elementos de dance, reggae y soul sintético y letras rompedoras”, asegura, como puede ser “Dime cuantos africanos mueren por los panes en tu rolex”, de “It Takes More”.

Está claro que, en un tiempo en que la música negra se caracteriza por posturas machistas y un molesto materialismo, A Little Deeper es un álbum muy distinto. “Creo que no tengo nada de que avergonzarme”, dice Niomi. “Soy yo misma y eso es todo. Si digo algo que no le gusta a alguien, no puedo hacer nada. No trato de ofender a nadie, pero si lo hago, entonces ése es su problema. Soy una persona que odia ser la causante de cualquier alboroto”, añade. Teniendo en cuenta la cantidad de atención que Ms. Dynamite va a recibir con A Little Deeper, no está en una situación precisamente fácil.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON CARLINHOS BROWN

ENTREVISTAS 2003

Carlinhos Brown, en portuñol

“Amigos de España: quiero desearos muchas felicidades y que siempre nos encontremos en la calidad del vivir, en el respeto a los familiares, en el encuentro en la esperanza, en el deseo de que siempre haya paz entre nosotros. Y por encima de todo, una base cultural en el respeto a las tradiciones, sin miedo a ser feliz. Muchas gracias y te invito a cantar y a bailar en un concierto de Carlito Marrón. ¡Baila que é bom que iguala!” Así se presenta Carlinhos Brown, ahora con una reencarnación española.

“Carlinhos Brown es Carlito Marrón: el resultado de un proceso de re-latinización”, dice el cantante. “Salvador de Bahía es una encrucijada del mundo porque aquí confluyen el tráfico de esclavos, la invasión holandesa y los yorubas, angoleños, jejés, fon, marrín, abakuá… Y también los sajones, ibéricos, libaneses y gente del mundo entero”.

Carlito Marrón es el segundo heterónimo elegido por aquel niño que nació en Bahía a principios de los 60. Y explica sus razones: “Es una manera de decir a la gente la influencia que tengo de la chanchada y de los rumberos. Tengo raíces en varias partes del mundo y ganas de comunicarme con España, con los latinos, con el mundo”. Para ello, Carlinhos Brown incluso se ha inventado el “portuñol”, una manera de expresarse a través de la mezcla de idiomas.

El nuevo álbum de Carlinhos Brown, Carlito Marrón, contiene 13 canciones que muestran su increíble pluralidad musical y en las que Brasil, Cuba, África y España se mezclan con esa avalancha de ideas que caracteriza al bahiano. En él demuestra que es posible superar las barreras que han llevado a la música a estandarizarse en todo el mundo. Carlito Marrón es la nueva inquietud de un agitador inquieto. Y quien mejor puede explicar su música es el mismo Carlinhos Brown. Escuchemos.

1 Carlito Marrón:

“Tenía ganas de traducir mi nombre de Carlinhos Brown a Carlito Marrón como una forma de aclarar las influencias que tengo de los rumberos. También quería agradecer a mi padre que me cantó rumba, a mi maestro que me enseñó a tocar los bongós. Para ellos hice esta canción que habla de un niño sin futuro que encontró su camino, su mundo y a su compañera Merlita Monroe. Carlito Marrón no es Charlie Chaplin y Merlita Monroe no es Marilyn Monroe, pero hablo de lo que significan para el inconsciente colectivo. Si estuviesen aquí serían mestizos, neohippies con mochilas a la espalda. Una pareja muy linda. Empecé a desarrollar la canción y llamé a Arnaldo Antunes: Tengo dificultades con este tema, ¿Quieres trabajarlo conmigo? Fui a casa de Arnaldo y lo acabamos mezclando portugués, yoruba y español. Puede que sea portuñol, un decir no a la colonización equivocada, un anuncio del cambio”.

2 Cumbiamora:

“Había llamado a Andrés Levin: Mira Andrés, quiero hacer una cumbia, mezclar la capoeira con unas batidas. La cumbia es un ritmo que a los brasileños les parece ramplón, pero al final se parece a las batidas que hacemos aquí como una influencia africana. Es de las mejores mezclas que hay en el disco, algo que jamás se ha hecho y que salió de manera natural, sin ninguna presunción. Cumbiabina es un sonido que tenía en la cabeza, una forma de expresar aquello que resulta imposible con palabras. El sonido traduce mucho mejor que la palabra el verdadero sentido del amor. La palabra es un código para facilitar el conocimiento, pero el sonido ayuda a comprender los sentimientos”.

3 Aganju:

“Compuse esta canción como cuando homenajeamos a la amada. No quise decirle solamente te amo; quise decir aganju. Quiero recuperar el sentimiento de la familia que es el blanco de las guerras, de los problemas sociales. Creo que es necesario proteger más a la familia y entonces digo aganju”.

4 I Wanna Lu:

“Quería hacer un homenaje y un agradecimiento a España, pero no en tonalidad menor, como en el flamenco. Quería hacer una canción en mayor y que incorporase toda la influencia que tengo de las músicas del mundo de una manera natural. Dicen que tiene influencia de los Beatles, pero a mí no me lo parece. Nunca escuché a los Beatles y cuando lo hice los odié porque no tenían swing. Me gustaban mucho más Renato e os Blue Caps, que hacían versiones de ellos. Eran negros, tenían un balanceo mucho más peculiar y pensábamos que eran los Beatles los que imitaban a Renato e os Blue Caps”.

5 Baby Groove:

“Es una música que intenté hacer para no huir totalmente del lenguaje que tenemos en el pop brasileño, que viene de la bossanova, de la música africana, del axé, de influencias de todo el mundo. Decidí tocar yo mismo el bajo, la batería y las guitarras para que fuese absolutamente personal. Puede que sea la canción más Brown del disco”.

6 Ifá de Copacabana:

“Es una forma de enfocar el Brasil latino que creo que está más cerca de Río de Janeiro. Si existe en Brasil un lugar latino que se parezca a Miami, es Río. Bahía se parece más a un rincón de África, a Portugal. Hablo de esto y la música la compuse con Davi Moraes y Arnaldo Antunes”.

7 clima quente:

“Necesitaba unir Cuba y Bahía porque los bahianos estamos enamorados de Cuba y los cubanos de Bahía. Invité a Angá y a Papi Oviedo a tocar las congas y el tres y todo el mundo se unió jugando y bromeando: ¡Eh, Carlito Marrón! Fuimos jugando hasta alcanzar este clima caliente de verdad, hecho por personas que nacieron en los trópicos y que traen esa felicidad que viene del sol, que emana de las aguas, de esos mares extraordinariamente bellos que tenemos en el trópico. Es una forma de decir que el mundo pertenece al mundo, que cuando en Europa hace frío podéis venir aquí a daros un baño. Que la gente tenga acceso a divertirse con esta canción que tiene una palabra clave: bailaquebonquiguala, baila que è bom que iguala”.

8 Juras de samba:

“La compuse con ese enfoque que buscaba para el disco, para hablar de las familias. Hablo de una relación entre dos personas que no es de matrimonio, pero hablo del amor que se puede sentir hacia otra persona y de la forma que dure para siempre. No es una visión católica ni religiosa; simplemente hablar de que el hecho de vivir a dos es muy agradable. Es un samba pero eliminé las percusiones típicas, invitamos a un pianista clásico (Teca Gondim), toqué el vibráfono e hicimos la base. Pensé: necesito una música en español. Y llamé a Ángel Díez, un cineasta español que vive en Brasil. Es una composición entre un músico y un cineasta, una comunicación a través del sonido. Y para que fuera completo, llegó esa cantante maravillosa que es Rosario Flores, una persona que me ha encantado conocer y que tiene un fuego gitano que se parece al de la gente de Bahía, alegre, festivo, sencillo. Fue maravilloso mi encuentro con Rosario, saber que le ha gustado mi música. Ella eternizó Juras de samba”.

9 Talavera:

“Hay una cárcel femenina en Río de Janeiro que se llama Talavera, igual que una ciudad española. Canté en la ciudad, pero no en la cárcel. La canción comienza con un sonido que tiene sentido de libertad no falsa ni banal. También se ha banalizado la palabra paz. Hablo de la voluntad de esa gente que está presa, muchos de ellos sin ser culpables, pero que no pueden salir porque no tienen dinero para pagar un buen abogado. También pensé en la mujer brasileña, la más desasistida socialmente para desarrollarse. Se queda embarazada muy joven, es explotada sexualmente y muchas veces acaba en la prostitución. No tengo nada contra la prostitución, pero creo que para escoger este camino se debe ser mayor de edad y elegirlo libremente. En Talavera hay mezcla de sonidos, de palabras. Hablo de Ganga, Oxalá, Xangô, entidades divinas que iluminan y a las que tengo el máximo respeto”.

10 My Honey:

“Es una canción de autoestima que habla de la vida, de lo positivo de vivir. Sencilla de cantar, la terminé al regresar de España y cambié el estribillo por el vale español. Vale carnavale. Europa va a pasar por una carnavalización y yo voy a estar allí. Quiero ver las calles europeas y brasileñas llenas de gente divirtiéndose, encontrándose, confraternizando y no sólo hablando mal del gobierno y quejándose de la sociedad. Es necesario que la alegría abrace el mundo, que llegue a las estrellas y no se quede dentro de las discotecas y las casas. Necesitamos celebrar la felicidad porque creo que estamos demasiado incómodos con las tristezas y los dolores de este mundo”.

11 Yabá:

“Estamos en el año de las Yabás, que son los orixás femeninos. Yansan, Oxum, Yemanjá, Nanâ, Euá… Compuse esta canción para homenajear a estas entidades femeninas y el carnaval de Bahía hace este año un homenaje a la mujer, a las Yabás. Es una canción carnavalesca que espero tocar pronto en las calles y hasta en las casas”.

12 Conga e bongô:

“Dentro de este proceso de re-latinización, necesitaba incluir en el disco la gafieira, que viene de Brasil. Mezclé gafieira y rumba porque me gustan las cosas que parecen antiguas pero que no lo son. No hablo de salsa, que no me gusta. Lo mío es la rumba, el guaguancó y, como máximo, el mambo, cha-cha-cha y guaracha. Necesitamos lo nuevo junto a la tradición, porque sin base el mundo no se levanta. Y para bailar, lo mejor es una buena base. Conga e bongô es para que ustedes la bailen”.

13 Alá A A:

“Es una canción que puede significar la edad del momento. De este momento en el que los anglosajones parece que están contra Alá o contra Dios. Y no, no veo eso. Creo que sentimos la falta de la presencia de un Dios, de ese ser virtual pero que está en la fe, en el corazón y en la voluntad de paz. Es algo con lo que se puede contar siempre y Alá A A tiene eso: No se acaba la opresión sin cambiar el corazón. Imagino un nuevo Cristo que venga del metro, con otra idea de la evolución para la gente”.

Xavier Valiño

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