CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON ELLIOTT MURPHY

ENTREVISTAS 2003

Elliott Murphy, la última estrella de la noche

El 2003 ha sido un gran año para el ya clásico Elliott Murphy en España, al menos en cuanto a la edición de sus discos. En medio de varias giras ha tenido tiempo para reeditar el legendario Murph The Surf en febrero, y publicar la colección de material añejo Vintage Series en marzo -sólo disponible a través de Internet-, el doble disco en directo Last Of The Rock Stars… And Me And You y, ahora, en octubre, su último disco doble en estudio, Strings Of The Storm. Este sábado 8 lo presenta en la sala Playa Club de A Coruña. Escuchemos, en sus propias palabras, lo que tiene que contar sobre su última obra.

“Mi río de canciones fluía poderosamente esta vez y yo no soy nadie para dejar las cosas almacenadas sin enseñarlas durante años. Además, siempre que crees que tu almacén esta vacío y que no tienes nada digno de enseñar encuentras cosas que estaban ahí y que habías hecho hace mucho tiempo (yo, por ejemplo, con el disco Vintage Series Vol. 1).

Antes incluso de que empezara a contar las canciones que tenía, antes incluso de tener estas canciones, yo sabía que iba a ser un álbum doble y que era algo que tenía que hacer. Hubo momentos de pánico y desesperación pero yo me sujeté al mástil de mi barco como Ulises; fuertemente atado con cuerdas de guitarra hasta que la tormenta pasara y el mar se calmara y pudiéramos atracar en el seguro puerto de Le Havre. Había oído el canto de las sirenas y ahora solo quería bailar con ellas.

El proceso de grabación comenzó como un pequeño susurro hace un año; unas cuantas canciones como “Moan” y “Temple Bar” fueron grabadas mientras yo trabajaba en “Better Days” para el disco de tributo a Bruce Springsteen Light of Day. Coincidió que el viento fue favorable y arrastró a Ernie Brooks -guitarra- y a Kenny Margolis -piano- a la ciudad y, finalmente, a Cindy Bullens que con sus coros añadió mucho soul y gracia. Danny, Thomas y Florent fueron indispensables también.

Una vez más estoy impresionado por los enormes talentos del increíble equipo que he juntado a mi alrededor. Especialmente con el siempre fiel Olivier Durand, el cual, junto con el doctor Flo -Florent Barbier, percusión- y yo mismo formamos el trío sagrado que malgasta incontables días pululando alrededor de la sala de control buscando… el sonido. Y si hay un sonido característico en el álbum puede que sea la guitarra barítona que Olivier sugirió. Y mi kazoo, por supuesto…

En cuanto a lo que tiene que ver con la composición, para mí el período más terrible fue la semana después de haber vuelto de Estados Unidos el pasado mes de junio, en el que tuve que sufrir ese terrible jet-lag que me despertó a las dos de la madrugada después de apenas unas horas de descanso. Así que al anochecer bajé a mi estudio y, durante cinco noches consecutivas, escribimos una canción y grabamos una maqueta. El “escribimos” es por mi gato negro Salem que parecía estar fascinado con todo el proceso. O quizás fuera Salem el que dio todo su encanto al proceso desde el principio. Es lo mismo: él ronroneó constantemente hasta que cada canción era rescatada y finalmente me iba a dormir a las 6 o 7 de la mañana. Las canciones del jet-lag fueron “Big Sky”, “Le Future”, “Last Star of the Night”, “A Mountain of Love” y, por supuesto, “Jet-Lag”.

Incluso después de haber grabado cada canción que había escrito para el álbum yo sabía que algo importante se me estaba olvidando: la primera canción del álbum, el comienzo. Y como una mariposa “Green River” voló dentro de mi ventana una mañana temprano en el País Vasco. La terminé después del desayuno y la banda la tocó esa misma noche en un gran concierto en Vitoria. Hay dos versiones en el álbum: “Birds” de Neil Young y “The Banks of the Ohio” que es una canción folk tradicional americana. Un poco de “Birds” llevaba estando años en mi cabeza –“And if you fly away without me…”-, pero nunca pude figurarme de dónde venía. Finalmente un amigo me lo dijo. “The Banks of the Ohio” es de la antología de Harry Smith de canciones folk americanas, un punto de partida tan bueno como el que más.

¿Qué más? Unas cuantas canciones fueron compuestas en un hotel en Ferrara, Italia (“From Room 102”, “O Catarina”), y una en Mallorca (“The Red Lights”). La mayoría de las grabaciones son en directo y mi voz viene de esas sesiones básicas donde yo me sentía más inspirado, rodeado de grandes músicos. Aún ahora continuo revisando algunas canciones de Strings of the Storm y, probablemente, las letras cambiarán un poco cuando las escuches en el escenario. Walt Whitman también lo hizo.

Las tres -o quizás cuatro- portadas diferentes no tienen nada que ver con un plan de marketing, sino simplemente con diferencias culturales entre Francia, España y Alemania. Un poco como el fútbol, supongo. “Ground Zero” realmente sólo salió a la luz en Francia en un EP, así que la incluimos como regalo para todo el mundo.

Todo era como si yo fuera un detective en una misión secreta, sólo que no sabía cuál era el secreto. Como si viajara día tras día sin saber el destino. Como hacer el amor en total oscuridad con una desconocida que nunca hubieras visto. Era surrealista y por eso elegí parafrasear unas cuantas palabras de André Bretón para el título. Espero que Strings of the Storm me ayude a comprenderlo todo algún día…

Siempre trato de dar lo mejor de mí a vosotros, mis seguidores, porque vosotros sois mis guardianes del tesoro y dais a mi música y a mis palabras un hogar a lo largo y ancho del mundo. Confío en no haberos dado demasiado…”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON LA BUENA VIDA

ENTREVISTAS 2003

La Buena Vida, caminito del cielo

Cambio de sello, de manager y entrada al número 1 de la lista de ventas. Hoy en día, sólo Los Planetas se les puede comparar en cuanto a repercusión en el mundo independiente. Este fin de semana presentan su nueva etapa con el disco Álbum en el Santi-Rock. Al habla con Pablo, el bajista.

¿Qué objetivos había cuando La Buena Vida se propone cambiar de sello discográfico?
– Digamos que pensábamos que la etapa con Siesta había terminado y que cada uno debía seguir su camino. Necesitábamos una inyección de aire fresco. Sinnamon nos propuso un proyecto que nos interesó y decidimos que era lo mejor para el grupo.

¿De verdad hay tanta diferencia de ventas entre vuestros discos anteriores y éste como para ahora aparecer en listas y antes no? ¿No tendrá que ver bastante con la distribución y con los métodos que se emplean para saber cuáles son los discos más vendidos?
No controlo mucho la industria, ni estoy demasiado interesado en eso. Creo que es una pregunta más para la compañía que para nosotros. Lo nuestro es hacer discos y tocar. Del resto se encargan ellos. Si alguien se piensa que dejamos Siesta para buscar sólo vender más, está muy equivocado.

¿Semanas después de haberse publicado el disco, ya deja de parecer una anécdota la repercusión que ha tenido?
– Pues eso es bueno. Sería un poco como la confirmación de que es una situación normal. Es decir, que sea normal que el disco tenga mucha repercusión. Ojalá siempre sea así. De todas formas hay condicionantes para que eso haya ocurrido. Como bien citabas tú, antes ha existido un cambio de sello y, al parecer, un cambio a nivel de distribución. Promoción y ventas.

Siempre habéis hablado de que os gustaría profesionalizaros. ¿Qué tendría que suceder para dar ese paso?
– Muchísimas cosas que por ahora no ocurren. Para empezar, debería ocurrir que este país cambiase por completo y que grupos como Chucho o Astrud fueran los número 1 de las listas. Cosa que se merecen… El resto vendría por añadidura.

¿Seguís pensando que lo vuestro es reciclar ideas de los anteriores discos y añadirles nuevos matices?
– Es bastante cierto, aunque digamos que lo que más me preocupa son los nuevos matices, que para mí son más que eso. Intentamos darle a cada disco un sonido propio e introducir novedades. En este caso, hay muchos más vientos que cuerdas y las guitarras están mucho más presentes. Por no decir que la base rítmica es más contundente y que hemos sustituido el piano por más órganos.

¿Hay una vuelta a los discos del principio en determinadas canciones del disco?
– Podría verse de esa forma por lo que comentaba antes de las bases, las guitarras y los órganos, pero está también claro que han pasado 10 años desde la grabación de esos discos y el espíritu del grupo ha cambiado, porque nosotros como personas también hemos cambiado. Lo que sí me quedo de todo eso es que hemos tratado de hacer un disco dinámico tal y como los hacíamos entonces; por así decirlo, un disco más pop.

¿Había la intención también de hacer un disco más sencillo y variado?
– Sí, sí, me quedo más con lo de sencillo, como ya he dicho antes. En cuanto a lo de más variado, te diría que sí en el sentido que éste es un disco menos conceptual y más de canciones. Más heterogéneo y menos homogéneo. Sí, muy de acuerdo en eso.

¿Y algún descubrimiento reciente que haya tenido su influencia sobre el sonido?
– Pues supongo que cada uno le damos un toque personal a los discos. Yo en este momento estoy escuchando música más mod y también música americana. No sé si esas influencias se habrán dejado notar o no…

Aunque los textos siguen hablando de relaciones personales, hay también alguna novedad, como en “Un actor mejicano” o “Los Planetas”. ¿Es así?
– Sí, son letras que te posicionan más como narrador de una historia que como locutor de algo personal, a pesar de que, a veces, creo que intentamos meter un mensaje subliminal en esos textos.

Sin embargo, aunque en “Los Planetas” participa J., los textos que no desentonarían en un disco de Los Planetas son los de “hh:mm:ss” o “Lo que dicte el corazón”. ¿Estáis de acuerdo?
– Muy de acuerdo. Reconozco que en “hh:mm:ss” hay influencia de ellos, pero también te citaría a Eddie & The Hot Rods o a Blondie. A lo que me refiero es que también ha ido cambiando un poco el espectro de nuestras influencias y creo que eso se nota en este disco.

¿Se quedan habitualmente canciones en el tintero que no encajan con el sonido del grupo?
– Sí, siempre. Es normal. Cada uno tiene sus etapas y digamos que, después, todo hay que pasarlo por el tamiz de La Buena Vida, el cual es bastante tupido y de pasar pocas cosas… Aunque quizá en este disco hayamos dejado un poco más de manga ancha, ya que buscábamos algo menos conceptual.

¿Qué sorpresas aguardan en vuestra web a los compradores del disco?
– Se podrán descargar una canción inédita y el vídeo de “Un actor mejicano”. De todas formas sabemos que hemos tenido problemas con la web y la compañía está tratando de solventarlos. Es cuestión de tiempo.

¿Ha ganado el grupo confianza en sí mismo con todo lo que está sucediendo?
– Gran pregunta y clara respuesta: sí.

¿Lo mejor que se puede decir hoy de La Buena Vida es que parece como si estuvieran empezando con Álbum y que hay tanta o más ilusión que al principio?
– Joder, es como si me leyeras el pensamiento. Es justamente lo que pienso ante este disco. ¿Nos conocíamos de antes? Ya sé que sí, pero….

Después de quince años como grupo y diez editando discos, ¿dónde está el límite? ¿Se ha hablado en algún momento de hasta dónde podríais o querríais llegar?
– Lo que sí te puedo decir es cuáles son mis objetivos. Otra cosa es si los podremos alcanzar. Como bien dices, Álbum ha supuesto una regeneración, un empezar de nuevo en cierto sentido. Por lo tanto, este disco es para mí como un punto de partida hacia un objetivo que es poder hacer un gran disco en tres o cuatro años que englobe toda esta nueva etapa, y del cual me pueda sentir orgulloso. Sé que será difícil, pero lo vamos a intentar.

¿Va a haber algo especial en el concierto del Santirock? ¿Recuperaréis algo de vuestras canciones electrónicas?
– Sí. Otra vez diana. Vamos a tocar algunas de las canciones de la época de Magnesia y Panorama. Eso sí, junto con muchas otras de Álbum y algunas de Hallelujah.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA ERLEND OYE

ENTREVISTAS 2003

Erlend Oye, viaje alrededor del mundo en unas semanas

Puede que no conozcas a Erlend Oye, el noruego con gafas que forma parte de Kings Of Convenience. A veces cantante folk, y otras parte de una entidad de baile, no sería extraño que después del verano, una vez haya participado en el Festival Internacional de Benicassim, su nombre esté en boca de todos. Unrest, su primer disco, en el que colabora con diez productores distintos de ciudades distintas, está ya editado.

Ahora vive en Berlín, aunque nació en Bergen, Noruega. Al principio, sus gustos tiraban a The Smiths y Red House Painters. Así conoció a Bergenite Eirik Glambek Boe, con el que formó Kings Of Convenience en 1998. Su primera idea fue componer canciones con dos guitarras y dos voces, lo que les llevó a Quiet Is The New Loud, editado a principios del 2001.

Poco después, Erlend sacó tiempo para trabajar en el debut de Royksopp, Melody AM, más cercano a la escena de baile, y que daría dos éxitos: “Remind Me” y “Poor Leno”. En ese momento surgió la necesidad de hacer algo más. “Me entró el deseo de escribir y grabar mucho más rápido,” comenta, “que, por ejemplo, con Kings Of Convenience, donde había demasiado perfeccionismo. Quería escribir canciones que reflejaran el aquí y ahora, mi estado de ánimo de este momento”.

Ahí apareció el plan: un disco, diez ciudades, diez canciones, diez productores. Un régimen estricto que dio forma a Unrest. La grabación llevó a Erlend de Bergen a Berlín, pasando por Barcelona, Roma, Rennes, Nueva York, Suecia o Finlandia, con la ayuda de algunos de los productores de música electrónica más innovadores del momento: Morgan Geist, Soviet, Schneider TM, Jolly Music, Bjorn Torske, Prefuse 73, Kompis, Mr. Velcrofastener, Minnitza y Kilogram.

El título del disco viene del deseo de explorar y la sensación de incomodidad que sufre si pasa mucho tiempo en un único lugar. “Da igual cuál sea el tipo de música que cante, ya que siempre le pongo algo de mi tristeza optimista, como un filtro amarillo a la vida con el que le doy la bienvenida a todo el mundo a mi particular mundo,” señala. “No se trata tanto de algo distinto a lo anterior, sino que me encanta actuar, bailar en un escenario, y esto me da la oportunidad de ser alguien diferente. Viajar y colaborar con gente nueva me permite respirar esas ciudades y asumirlas como mías. Me llena el deseo de unir todas esas ciudades y su gente. Es como ser capaz de escribir una página cada día en el diario de gente diferente”. O sea, parafraseando a George Clinton, “una nación bajo un ritmo”.

Erlend llevará Unrest a públicos distintos de varias formas o en varias encarnaciones, bien como Erlend el pinchadiscos, o como Erlend con su banda al completo, pero siempre será un Erlend inesperado. Apariciones de los últimos meses en lugares como el Festival Aquaplaning, Dugnad, Sonar o en la casa de alguien en el Este de Londres han mostrado todas las facetas que encierra su repertorio. “Quiero que me vean como un artista por lo que he hecho. La semana pasada estuve pinchando música en Portugal para 1500 personas, con seis compactos, un disco y un micrófono, y conseguir que todos bailaran fue uno de los mejores momentos de mi vida.”

Erlend también se ríe de aquellos que le acusan de subirse al carro de la música electrónica. “El carro del electro es un buen carro al que me acabo de subir,” dice con cierta sorna. “En serio, se trata de música excitante y eso es lo único que me importa. Tiene mucho que ver con el antiguo jefe de mi sello discográfico, Mikal Telle, que me ponía cosas que me inspiraron. Puede que no sean precisamente aquellos que siguen la escena de baile a quienes les guste mi disco, aunque yo espero que sí les guste.”

Así que, ¿cuál es su canción favorita? “Eso es como preguntarle a alguien a cuál de sus hijos ama más,” responde. “Este disco soy yo respondiendo a Hunting High And Low de A-Ha, la primera casete que compré en mi vida. Tiene gracia mirar hacia atrás y decir que hice lo que no hice. El ultimo corte del disco marca el final del viaje, pero en realidad no ha hecho más que empezar.”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON LA HABITACIÓN ROJA

ENTREVISTAS 2003

La Habitación Roja, adaptándose a lo popular

Tras la marcha de Edu de la banda, La Habitación Roja edita nuevo disco, 4 (Grabaciones en el Mar / Astro Discos), que los devuelve a la actualidad del panorama musical independiente estatal. Su presencia en el próximo Festival Internacional de Benicassim confirma su buen momento. Pau contesta a nuestras preguntas.

¿El título del disco, 4, hace referencia al número de álbum de vuestra carrera, al número de miembros de la actual formación o surgió simplemente por falta de ideas?

– Todas las respuestas que dais son correctas.

Hablando de vuestra formación actual, ¿en qué ha influido la marcha de Edu del grupo?

– No sé cómo sería el disco con Edu, pero es obvio que habría más teclados. El hecho de tener teclista obliga a que todas las canciones los lleven; es muy difícil quedarse cruzado de brazos mientras los demás tocan. Ahora si se tercian unos teclados, pues se meten, como sucedió en Largometraje.

Habréis tenido más ofertas de otras discográficas, pero volvéis a confiar (y ellos en el grupo) en Grabaciones en el Mar y Astro. ¿Se cumplieron las expectativas con Radio y por eso volvéis a repetir?

– Trabajamos muy a gusto con ellos. Les damos el trabajo hecho, con portada, música y fotos, y ellos lo publican. Es un lujo trabajar sin interferencias, eligiendo productor, diseñador e incluso realizador del vídeo.

Reconozco que empecé a escuchar 4 con la idea de encontrarme un trabajo en la línea del anterior disco, y al principio me decepcionó un poco. Pero luego me empezó a invadir la sempiterna melancolía de vuestros discos. ¿Qué efecto esperáis conseguir en el público con el nuevo trabajo?

– Creo que a todos nuestros discos hay que darles un par de oportunidades. Ya nos pasó, por ejemplo, con Largometraje, el disco favorito de casi todos nuestros seguidores, y que en un principio no gustó mucho. Intentamos no repetirnos disco a disco y eso exige un poco más del oyente, pero creo que debe ser así.

En el nuevo disco lamento la ausencia de canciones demoledoras como varias de Radio. ¿A qué se debe esto? ¿Las guardáis para caras B o habéis abandonado esa senda?

– No sé qué sentido le das a la palabra “demoledora” refiriéndote a la música; en mi opinión hay varias. Sí que hay canciones reservadas para las caras B, suelen ser un poco más largas o raras, aunque nos gusten igualmente.

¿“Para todos” relata una experiencia autobiográfica? ¿Quiénes son los que se “adaptaron a lo popular”?

– Es de Jorge y habla en tercera persona, así que creo que va acerca de los demás. Lo de lo “popular” supongo que se refiere a pasar por el aro, no sólo musicalmente, sino en cualquier faceta de la vida. Hay que aguantar…

Ya hay fechas de la gira de presentación del disco. Son bastantes conciertos y os vais a patear casi toda la península. ¿Expectativas ante los conciertos?

– El disco es ideal para el directo, así que está siendo muy divertido tocarlo sobre un escenario. Expectativas: las de siempre, hacer buenos conciertos y que venga cada vez más gente…

En la gira pasada en el Playa Club (A Coruña), con más capacidad que el Mardi Gras, donde también habéis tocado, hubo poco público. A ver si este año mejora, ¿no? Pienso que hay ciudades donde hay tal cantidad de conciertos que la gente llega a saturarse, y eso está pasando hoy en día en A Coruña y supongo que en otras muchas ciudades.

– No sé, me lo pasé mejor en Mardi Gras. En el Playa el sonido fue horrible y el ambiente raro, fue el único lugar de la gira donde no vino más gente que la vez anterior. La próxima vez supongo que irá mejor, eso espero. En cuanto a lo de la saturación, no lo sé. Creo que si te gusta un grupo vas a verlo, no creo que haya demasiados conciertos, hay poco público.

Musicalmente el disco es como más tranquilo. ¿Tendremos los amantes del “ruido” nuestra dosis en los conciertos de ésta gira?

– Sí, por supuesto, aunque no creo que sea más tranquilo, aunque sí menos ruidoso.

Festivales de verano: FIB, Contempopranea, Lemonpop… ¿Tenéis ofertas para tocar en alguno? Lo cierto es que sirven para dar a conocer al gran público a bandas, pero quizás no sean los sitios más idóneos para disfrutar de un auténtico directo de La Habitación Roja, por ejemplo.

– Estamos aprendiendo a tocar en ellos; aunque seamos un grupo de salas, últimamente nos va mejor. Tocamos en el FIB.

Frases como “Mi vida es la de los demás” (“La edad de oro”) o “Seremos protagonistas de nuestras vidas” y “Estamos vivos” (“Eurovisión”) inciden en concienciarnos en que somos dueños de nuestras vidas cuando nos dicen que somos totalmente libres. ¿Realmente lo somos o más bien nos comportamos como si lo fuésemos y reproducimos conductas como autómatas? ¿Sabemos usar los medios de comunicación o son ellos los que nos utilizan, incluso para vendernos la música que ellos quieren?

– Hay que ser valiente, no aceptar lo impuesto y darse cuenta de que uno es dueño de su propia vida, porque en cuanto te descuidas estás haciendo lo que se supone que debes hacer. Los medios de comunicación siempre te utilizan, es imposible utilizarlos sin que ellos lo hagan antes.

En varios temas de vuestros discos hay alusiones más o menos directas a relaciones no heterosexuales. ¿Creéis qué en el día a día se avanza en la normalización de otras relaciones frente a heterosexualidad dominante?

– Hay una normalización económica: si tienes dinero da igual que seas gay, negro o lo que quieras. No sé si realmente se ha avanzado mucho en otros campos, un poco quizás.

Varios años funcionando como grupo, varios discos, varias giras… ¿Qué destacáis de todo lo aprendido, tanto positivo como negativo?

– Me gustaría creer que si uno hace buena música puede vivir de ello, y en eso estamos. Somos un grupo cada vez más interesado en lo musical y menos en lo extra-musical.

¿Cómo son las relaciones entre los grupos (Planetas, Manta Ray, etc.) que podéis compartir público y escenario? ¿Hay buen rollo real, de cooperación, o ambiente competitivo?

– Son gente muy maja y realmente quiero a muchos de ellos, solo faltaba que hubiera competitividad entre nosotros, sería muy triste.

Toño Crespo

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MOLOKO

ENTREVISTAS 2003

Moloko, sentimiento de baile

Statues, el cuarto disco de estudio de Moloko, es un disco de ambición musical épica. S empezó a grabar a finales de 2000 en Sheffield y se completó en el estudio del grupo en Londres. Sigue a su disco del 2000 Things To Make And Do, que contenía los éxitos “The Time Is Now”, “Pure Pleasure Seeker”, “Indigo” y la remezcla de Boris Dlugosch de “Sing It Back”, y al recopilatorio de remezclas del 2001 All Back To The Mine. Moviéndose entre la música disco y el house latino, pasando por el soul más agrio, Statutes reclama el linaje del pop de Sheffield del que ya forman parte Pulp, Warp Records, ABC, The Human League y Cabaret Voltaire.

“Parece apropiado que el comienzo de Moloko, hace ya casi una década, estuviera marcado por una pregunta picante,” comenta la cantante dublinés Roisin Murphy. Sus heroínas de juventud eran Kim Deal y Kim Gordon, así que cuando sus padres le dijeron que tenía una voz preciosa que se parecía a la de Elaine Paige, quedó un poco turbada. Mark Brydon ya era un veterano de la escena de Sheffield y de los legendarios estudios Fon, para los que hizo los diseños arquitectónicos, y ya había producido el tema de pop-house temprano de Krush, “House Arrest”, entre otros proyectos. “Nos conocimos en una fiesta en Sheffield y, por razones obvias, le dimos el nombre de Do You Like My Tight Sweater? (¿Te gusta mi jersey ajustado?) a nuestro primer disco”.

Se grabó en 1994 y se lanzó en 1995, siendo destacado como un disco futurista y fuera de su tiempo, una mezcla de funk acelerado, sensualidad alienígena y humor malévolo. “Éramos una chica, un chico y un ordenador, y saltamos a la escena trip-hop de la época, aunque ésa era la manera de hacer música entonces,” comenta Mark.

Aunque su segundo disco, I Am Not A Doctor (1998), fue un trabajo considerablemente más oscuro, uno podía encontrar la canción “Sing It Back” enterrada en sus mareas. “Siempre supimos que era una gran canción de pop pero, siendo naturalmente perversa, decidimos hacerla desde un ángulo distinto. Que una remezcla sublime la convirtiese en el exitazo de Ibiza y luego un éxito internacional era lo apropiado”. El single vendió más de 500.000 copias y fue incluido en más de 100 recopilatorios en todo el mundo.

“Things To Make And Do (2000) tenía un carácter más cálido y orgánico, producto de la integración de nuestras experiencias en directo a nuestro sonido de estudio,” comenta Mark. Sus apariciones en festivales de ese año, incluyendo su triunfal concierto en el de Glastonbury, ayudaron a que el disco fuera un éxito relativo en el Reino Unido.

Lo primero, pero menos importante, que hay que saber sobre Statues es que este es el primer trabajo que Mark y Roisin han hecho sin ser pareja sentimental. Lo que es importante es que decidieron seguir con su colaboración creativa y que Statues es un disco enfocado al directo. Mark lo aclara: “En cierto modo, todo el proceso de su creación fue el final de un capítulo de nuestra relación y el comienzo de otro. Es un triunfo poder seguir adelante después de eso.”

Roisin también tiene su punto de vista: “Siempre que grabas un disco pasas por momentos en los que no sabes si vas a terminarlo algún día o si va a ser bueno; yo he pasado por eso con todos los discos que he hecho con Mark. Te embarcas en un proyecto épico y estás destinado a tener una crisis de confianza.”

Statues es el primer disco de Moloko que se constituye simplemente de diez canciones; sus predecesores eran criaturas basadas en ideas esparcidas en intermedios y apuntes mínimos. Statues también representa un cambio en su forma de trabajo. “Hasta ahora,” confirma Mark, “hacíamos un disco sin un plan sobre cómo moldearlo. Pero ahora teníamos la mentalidad de hacer algo conciso.” Roisin añade: “Estas diez canciones contienen mis letras más emocionales, a años luz del estilizado escondite con el que jugaba en nuestro primer disco. Es parte de madurar y aceptarte a ti mismo; el último disco estaba acercándose a eso. Yo tenía 19 cuando grabé nuestro primer trabajo y sabía que estaba pretendiendo cosas, pero si no intentaba hacerlo, seguiría haciéndolo. Ahora me conozco mejor.”

Statues hace lo que el mejor disco y el mejor pop hacen: combina emociones extremas con música enervante para crear algo trascendente y de celebración. “En muchas maneras es “Forever More” la canción que demuestra lo mejor del disco: un testamento puro de la música de baile que seguro que sólo en su proceso de composición ya constituye un logro”.

Por su parte, el primer single, “Familiar Feelings”, comienza con acústicas frágiles y sección de cuerda, va creciendo con una línea de bajo irresistible y llega a su clímax con toques de orquesta. “La experiencia y pasión de Mark por la orquestación viene del funk, del disco y de Norman Whitfield,” explica Roisin. “Queríamos un disco de mezcla y de baile con muchas orquestaciones.”

Mark trabajó con su habitual colaborador Eddie Stevens, que co-escribió y orquestó espectaculares partes para cuerdas y vientos. Fueron tan ambiciosos que “Over & Over” y “The Only Ones” fueron grabados en los estudios Air porque no pudieron meter a todo el mundo en su estudio de Londres. “No hubo ningún compromiso con “Over & Over” recuerda Mark. “Todos pensamos que había que dejarla convertirse en lo que es ahora. Estar en el estudio dos semanas con tantas cuerdas tocando para ti fue como estar en el mejor concierto de nuestras vidas. Roisin, Eddie y yo nos sentábamos y empezábamos a soltar risitas, como diciendo: “Vaya, ¿en serio hemos hecho eso nosotros?”

Xavier Valiño

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