ULTRASÓNICA DISCO MODEST MOUSE
MODEST MOUSE: Good News for People Who Love Bad News (Epic-Sony)
Es difícil adivinar cuándo Modest Mouse empezaron a sonar como un grupo real. En este Good News For People Who Love Bad News, su líder Isaac Brock parece haber tocado tierra por fin, y el resto de la banda -ya sin el batería y miembro fundador Jeremiah Green- lo arropan perfectamente. Antes parecía existir sólo para desafiar las reglas, como en los álbumes This Is A Long Drive For Someone With Nothing To Think About o The Lonesome Crowded West. Ahora prevalece un ambiente relajado, no tanto en el volumen como en la actitud, algo que ya se aventuraba en su estreno en una multinacionalThe Moon & Antarctica. Es el momento de las melodías que luchan con la épica punk como en “Float On” o “The Ocean Breathes Salty”. La revelación norteamericana del año.
ULTRASÓNICA DISCO PEARL JAM
PEARL JAM: Live At Benaroya Hall – Oct 22 2003 (BMG)

Aunque a estas alturas Pearl Jam ya tiene el record de grupo con mayor cantidad de discos en directo, su estreno para su nueva discográfica es, qué curioso, un nuevo directo. Live at Benaroya Hall tiene el aliciente de que está compuesto de recreaciones en acústico de sus canciones, algunas de ellas bastante inusuales en su repertorio, en una actuación que fue grabada de una tacada en beneficio de los sin techo y de los jóvenes de colectivos de riesgo de Seattle. Entre las elegidas están una versión de los Ramones, “I believe in miracles”, y otra de Johnny Cash, “25 Minutes to go”.
ULTRASÓNICA DISCO LAURA VEIRS: «CARBON GLACIER»
LAURA VEIRS: Carbon Glacier (Bella Union-Sinnamon)

Para algunos, Carbon Glacier es la obra maestra de Laura Veirs. Puede, aunque aún le queda mucho por delante, se supone. En cualquier caso, lo que sí está claro es que representa un gran paso adelante respecto a su disco del 2003, Troubled by the Fire. Antes predominaban las baladas, el country y el folk. Carbon Glacier, por su parte, encuentra un sonido mucho más especial y particular simplemente con guitarras, teclados y una esporádica sección de cuerda, mientras Veirs va desgranando sus historias de esperanza y temor, en su faceta tanto de artista como de ser humano.
ULTRASÓNICA DISCO MUM: «SUMMER MAKE GOOD»
MÚM: Summer Make Good (Fat Cat-PIAS)

Justo cuando pensábamos que habíamos superado el impacto de los discos de Sigur Rós, sus compatriotas Múm, después del adictivo Finally We Are No One, regresan con Summer Make Good, un hermoso disco sumergido en el alma islandesa y cargado de tristeza, inocencia y fragilidad. Este disco es más el producto del ambiente que lo rodeó que sus dos álbumes anteriores: escrito durante un retiro en un faro remoto de la costa noroeste de Islandia, y grabado después en siete semanas en otro faro abandonado, en sus estrías se siente el viento frío, un ambiente cinematográfico, aislado y claustrofóbico, y un innato deseo de ser creativo en tales circunstancias, extrayendo música de cualquier objeto que se pueda encontrar a mano.
ULTRASÓNICA DISCO PERRY BLAKE: «SONGS FOR SOMEONE»
PERRY BLAKE: Songs For Someone (Naïve)

"El fin del verano siempre es triste, aunque entre las mantas pueda hablar de amor". Así cantaban Danza Invisible. El irlandés Perry Blake no tiene nada que ver con ellos, pero sí con esa sensación. Sus Songs For Someone -Canciones para alguien– del título van más que dirigidas a una persona indeterminada, son más que un lugar: son una sensación. La del fin del verano, la del fin de un romance, la del fin de una relación, la de la eterna melancolía, la de los soñadores.
Colóquese al lado de Burt Bacharach, Scott Walker, Nick Drake o David Sylvian. Ahora sólo The Divine Comedy o el primer Jay-Jay Johanson puede hacerle sombra en su faceta del crooner más cercano a la epidermis. Todo envuelto en sutiles arreglos de cuerda, detalles de electrónica y, por supuesto, la emocionante voz de Blake y su encantador falsete. Tiempo de enfrentarse a los demonios de uno mismo con este disco o recuperarando Perry Blake (1989), Still Life (1999) y California (2002), el único de sus cuatro discos que abrió una nueva vía más cercana al soul -y al sol de la costa oeste norteamericana-.
