Adolescencia

Adolescencia

Philip Barantini

 (Plan B/Warp-Netflix)

Advirtamos para empezar que esta, la mejor serie de las últimas temporadas, podría pasar por un thriller, aunque escapa bien pronto de lo convencional, ya que aquí no hay culpable al que descubrir, no hay giros en la trama, no busca sorprender a cada paso. A cambio, se eleva como drama psicológico que no ofrece respuestas pero plantea una serie de preguntas incómodas sobre el origen de la maldad, ofreciendo en sus cuatro capítulos cuatro ventanas por las que poder ser testigos privilegiaos de momentos muy concretos y reveladores de todo el proceso, sin regodearse en ningún momento en la tragedia y el escándalo.

La detención del protagonista de 13 años y un primer interrogatorio, la investigación en su colegio en el que sus compañeros tienen el control de lo que allí sucede, una charla con la psicóloga en el que cada pregunta y cada silencio se siente como un golpe demoledor y los efectos treces meses después en los padres y la hermana del incriminado conforman esos cuatro instantes. Son cuatro planos-secuencia, cada uno de una hora, que en este caso están sobradamente justificados o, cuando menos, no imponen la deslumbrante forma técnica sobre el fondo del asunto, sino que lo complementan admirablemente.

Desde el primer minuto la historia agarra al espectador por las entrañas, revolviéndolo todo por dentro, mientras va desmenuzando lo sucedido con una precisión quirúrgica. La tensión y angustia en el capítulo tercero, la cima de esta obra maestra, es tal que un único movimiento del chaval en la cara de la psicóloga infunde más pavor que todos los trucos de cualquier película de terror al uso.

Si al menos sirve también para que los padres se interesen por saber que es un incel, la regla 80/20 o el significado de un emoticono, ya estaría justificado. Pero todo esto no dejan de ser temas menores, en cualquier caso, ante esta brutal y desgarradora disección de la maldad, la culpabilidad, la masculinidad tóxica, la influencia de las redes sociales y su efecto sobre la fragilidad adolescente.

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