SONIC YOUTH

10 prendas en la lavadora de Sonic Youth

 

              Washing Machine es el disco número 11 de Sonic Youth, de vuelta a los sonidos más experimentales y crudos. Grabado durante la primavera en los estudios Easley de Memphis, la ciudad del rey del rock Elvis, Thurston Moore, su líder, se dedica aquí a explicarnos con cierta ironía todos sus temas. Adelante Thurston. 

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– "Becuz": Corrosivas líneas de guitarras se combinan con la voz de Kim para trasladarnos al techo de un Sedán americano, modelo ya desaparecido, que recorre a toda velocidad las llanuras del pensamiento abrasadas por el sol.

 

"Junkie's Promise": Un intento de enfrentarse a la situación del coleccionismo de discos en formato de balada rock.

 

"Saucer-Like": Para recordarnos que John Coltrane siempre buscaba nuevas escalas y fumaba puros. Lee Ranaldo a veces se fuma un puro de esos cerca de la salida de emergencia.

 

– "Washing Machine": Esta ópera rock en miniatura sobre los fantasmas de Nueva York suena como si se emitiera a través de Radio Etiopía, como si estuvieras paseando por Central Park y de repente descubrieras que estás en unos servicios públicos. O a la inversa.

 

– "Unwind": Caótica y pastoral elegancia que surge de un arpa desafinando. Es una canción para los fans ocultos de los Moody Blues que pueda haber por ahí.

 

– "Trouble Girl": Postmoderna, de construcción al estilo Shangrila's, habla de las mentiras que son fundamentales para la vida social de las mujeres jóvenes. La segunda voz es de Kim Deal, de The Breeders. Un canto extraño.

 

– "No Queen Blues": Suena como si de The Frogs interpretaran a Alice Cooper. Destrucción psicodélico-punky de las formas mentales conocidas.

 

– "Panty Lies": Perturbadas divagaciones sobre los intercambios entre imagen e identidad. En los gimnasios te dan un número y te quitan el nombre.

 

"Skip Tracer": Música que se oye suavemente a través de las ventanillas cerradas mientras te alejas de un mercado callejero en Salk Lake City.

 

"The Diamond Sea": Un increíble viaje en varias partes a través del falso universo alternativo. Una carta abierta a la chamuscada juventud de ahora y al realineamiento de la belleza en movimiento de toda la banda. Dura 20 minutos y fue un bis habitual durante nuestra gira Lollapalooza.

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