SONIC YOUTH 1994

Sonic Youth, vuelta atrás 

  

Noveno disco ya, décimo si se cuenta la experiencia como Ciccone Youth en el 89 con The White Album, para los Sonic Youth. ¿Quién iba a decir que la banda más rebelde de los 80 llegaría tan lejos en el tiempo? Abanderando siempre la escena alternativa, han visto como toda una generación, la del grunge, se queda con los beneficios de un sonido y ellos, junto a otros adelantados como Hüsker Dü o los Pixies, no tienen más que un mínimo reconoci­miento. Tampoco sus pretensiones iban más allá. Los números uno son para Nirvana y Mudhoney, los más duros Pearl Jam o Soundgarden y otros aprovechados tipo Soul Asylum o Spin Doctors.

Después de dos discos -Goo, Dirty- para una multinacional, Geffen, todos esperaban el gran salto. Ellos mismos nunca desearon más y se encargaron de hacérselo ver a todos los que los rodeaban. La gran oportunidad para su compañía vino con Dirty. Pasó y será difícil que se vuelva a repetir. Allí el modelo a seguir eran unos jovencitos Nirvana, con quienes habían compartido una gira y más de una experiencia. Kurt Cobain quiso dejar bien claro quienes habían impulsado su carrera en todos los sentidos.

Por eso Experimental Jet Set, Trash And No Star, título tan hermoso como complicado, parece representar una vuelta atrás en el tiempo, a los años luchando por sobrevivir desde la independencia y antes un cierto reconocimiento. En lo meses que precedieron a la grabación de este disco, Sonic Youth estuvieron de gira con Pavement, Sebadoh y The Boredoms, lo que seguramente ha influido en su espíritu más radical.

Para empezar, han contado con el productor del exitoso Nevermind de Nirvana, Butch Vig. Toda la grabación ha sido hecha en directo, sin dedicarse a pulir y elaborar el disco, el método habitual de grabar un álbum últimamente en el mundo del rock. Kim Gordon canta seis canciones y Thurston Moore las siete restantes.

Incluso han regresado a un estudio con historia en su carrera: los estudios Sear Sound, donde grabaran en su día el disco Sister, aunque la ubicación haya cambiado y ahora estén en un lugar donde se registraron unos cuantos discos legendarios, incluido el último de John Lennon antes de ser asesinado. Y para recoger mejor ese sonido que iban buscando, el disco se ha grabado en un dieciséis pistas utilizando micrófonos grandes y antiguos.

Al mismo tiempo, el grupo no para. Todos tienen sus actividades en solitario. Thurston Moore y Kim Gordon siguen con sus proyectos paralelos, aunque su primer interés sean los propios Sonic Youth. Lee Ranaldo continua haciendo giras con la realizadora Leah Singer, con William Hooker y Michael Morley, y pronto publicará su primer disco en solitario. Además su primer libro, Near Here, se acaba de publicar en la editorial Soft Skull Press, y el sello holandés Barooni tiene la intención de publicar un disco compacto con sus recitados y su música, acompañándolo de un libro con los textos. Mientras, Steve Shelley se ha decidido por tocar la batería con las recién reformadas The Raincoats, además de fundar un sello discográfico, Smells Like Records, que ha publicado seis singles en dos años y el primer disco de Sentridoh -proyecto en solitario de Lou Barlow, de Sebadoh-.

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