NICO, 1988

Nico, 1988

Susanna Nicchiarelli (Versus Entertainment)

 

 

“He estado en lo más alto. He tocado fondo. Ambos sitios están vacíos”. Así se refiere Christa Päffgen, más conocida como Nico, a su carrera en la música -y, por extensión, su vida- en este biopic, por suerte atípico, que se centra exclusivamente en su periplo en sus últimos meses de gira europea por Manchester, París, Praga o Núremberg, un ocaso sombrío antes de fallecer tras una caída en bici mientras paseaba por Ibiza con su hijo.

 

En su reverencial guion hay diálogos cargados de citas que se puede intuir que pudo dejar caer en aquellos momentos: por ejemplo, reniega de The Velvet Underground, asegurando que solo participó en tres canciones, o cuando afirma que no era feliz cuando era guapa y que dejar atrás eso supuso una liberación.

 

Alrededor una Nico arisca, fatalista, implacable, carismática e impenetrable, cansada de sí misma y de la vida que le rodea, orbitan sus agentes, sus músicos, distintos admiradores o el hijo que dejó atrás y ahora intenta recuperar, mientras va revelando los traumas y adicciones que la torturan. La enorme actriz danesa Trine Dyrholm se entrega a ello en cuerpo, alma y voz, a pesar de la ausencia de parecido con el personaje que interpreta, especialmente en las muy conseguidas imágenes de sus directos y los ensayos.

 

 

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