GEPE

Gepe, desde la raíz

 

 

Tras siete discos, Gepe, sin duda uno de los artistas chilenos más destacados, sigue siendo bastante desconocido a este lado del Atlántico. En sus canciones pop con elementos electrónicos ha ido dejando caer algún que otro elemento de fusión con los ritmos andinos. Su nuevo disco, Folclor imaginario (Canciones recopiladas por Margot Loyola Palacios y algunas otras que parten desde ahí), revisita la obra como recopiladora de Margot Loyola, que este año hubiera cumplido 100 años, compatriota menos popular que, por ejemplo, Violeta Parra.

 

Lo hace con una instrumentación mínima, acompañado de instrumentos tradicionales e incorporando tres canciones propias, dos de ellas acompañado del joven exponente del trap Gianluca y la folclorista Claudia Men. Y consigue emocionar como intérprete y creador, dándole su propia personalidad a canciones como “Cacharpaya”, “Canto de amanecida, Cuculí”, “Verte y no verte”… El propio Gepe nos explica las canciones de este disco.

 

QUÉ SACARÁN CON QUERERME

Esa canción era una cueca del norte y es el arreglo más democrático que hay, porque lo discutimos entre todos los que estábamos, el ingeniero, el productor, los músicos, yo. Todos opinamos como “hagámoslo así, hagámoslo asá”. A mí se me ocurrió que partiera sólo guitarra y vos, y después lo demás métele arpa, que cante la Claudia, que cante el Miguel, ese tipo de cosas. Quedó en primer lugar porque es la canción que dice cómo viene el disco. Es una cueca, pero que está desarmada, mantiene la métrica, la letra, la melodía, pero hay un arreglo, una manera de ver que es distinta. Además, es cortita, entonces es como una canción que estaba pintada para que fuese el inicio, como una intro.

 

EL VOLCÁN

Esta canción la guitarreé por ahí y fue la primera con la que me acerqué como para hacer un disco. Me pareció que tenía sentido, que podía yo hacer un disco de canciones recopiladas por Margot. Sí fue la más compleja de grabar o de terminar, porque no nos poníamos de acuerdo en casi nada, ni del tono que tenía que ser, ni el enfoque. Siempre pensé que era el single porque era la primera. Es como una canción madre. Como estaba prescrito que tenía que ser single, según yo… tenía que encontrar el equilibrio entre que respete los principios del disco y los principios del single. Idealmente que sea medio radiable o qué se yo… y ponerse de acuerdo de hacer un equilibrio entre esas cosas era complejo, pero yo quería que la Margot sonara en la radio una vez, digamos regularmente o lo más regularmente posible, y lo que intentamos hacer fue esto. Sale en Otras voces de mi voz (2010), y es una canción que se la enseñó su mamá y es super antigua. Ahora me he podido dar cuenta por los mensajes que deja la gente, sobre todo en la zona del Maule, que es una canción tradicional y todo el mundo la canta. Harta gente me decía “esta la cantaba mi abuelita”, “esta la cantaba mi tío”, eso es muy bonito.

 

HASTA CUANDO VIDA MÍA

Era casi como una marinera peruana, al principio era una cueca más regular. Me encantó grabarla, se siente muy bien con los chiquillos cuando la tocamos. La empezamos a ensayar, partió siendo cueca y terminó siendo esto, y fue un proceso bien bonito, muy orgánico, sin pelear contra nada, tocando la cuestión nomás.

 

TU NOMBRE

Era originalmente una habanera muy antigua. Nosotros la terminamos haciendo bolero, que es el empujón de una habanera un poco más rítmico, y a esta canción sí le hicimos hartas modificaciones. Le pusimos percusión, originalmente era sólo guitarra y el ritmo era un poco más marcial, y claro, este es un bolero tradicional peruano, pero le agregamos un coro más.

 

CACHARPAYA

“Cacharpaya” viene de ‘encacharse’, ponerse pintoso, elegante. Es LA canción, en general, como el tipo de canción que se toca al final de los carnavales de La Tirana ponte tú, donde se despide a la Virgen… No es de ciudad, es de Pica. Es típica del norte y de ese tipo de situaciones.

 

LA VERTIENTE

La escribió Nené Aguirre, que es una amiga de la Margot y de Osvaldo Cádiz (viudo de Loyola). Es la señora que escribió La Pérgola de las Flores y le dijo a la Margot que le tenía esta canción, que si le gustaría cantarla. Entiendo que se la cantó a capela, con esa hermosa letra que tiene y la Margot al tiro le puso música y la grabó en la Unión Soviética, en el año 56, por ahí. La original es sólo ella y guitarra, muy emocionante, esa canción me mató al tiro cuando la escuché. Es la canción que más me gustó de este disco. Nosotros la alentamos bastante, le pusimos más tirante, quedó bien Atahualpa Yupanqui yo creo. Esa era la onda de la guitarra del Miguel, y por eso tiene esa intro con ese repicao que tiene. Es la canción donde el Miguel se luce.

 

 

VERTE Y NO VERTE (Improvisación con Claudia Mena)

Es la primera improvisación, por lo tanto, es una creación colectiva. Principalmente, el Miguel fue el input de la idea. Empezó a guitarrear algo y el Gonzalo (Gómez) lo siguió en otra guitarra. Las improvisaciones, que grabamos como 10 o 15, eran todas instrumentales y yo en el estudio seleccioné algunas. No acorté ni nada, quedaron así. Acá canta la Claudia (Mena), una décima de algo que ella recopiló también de la zona de Margot, de Linares, o del Maule, y creo que es media cosecha de ella, y media recopilación. Al final, se pega con un pedacito de una canción de Margot que se llama “Cansado tengo los ojos”, que es la canción que ensayamos, ensayamos y ensayamos y no quedó, porque no dábamos con el asunto. Fue un momento muy lindo, como que me emparenté con lo de antes, con una cosa más experimental, con probar sin preguntarse mucho. Yo creo que va a ser bonito editar las improvisaciones algún día.

 

CANCIÓN DE AMANECIDA, CUCULÍ

Es una canción también del norte, andina con charango, con Marcelo Cornejo tocando charango… Es un canto religioso pero en aymara, el sincretismo ahí. Es súper sencilla, yo encontraba que se parecía a cosas como Dead Can Dance, a eso lo traté de emparentar. Esta y en “Las hojas de los naranjos” me di algunas licencias. Acá lo que incluimos fue el contrabajo tocando con el arco dado vuelta sobre la cuerda, nosotros le decimos “la ballena”. Grabamos la canción en charango, guitarra, dos guitarras, percusión y contrabajo, pero a dedo, y después le empezamos a agregar cosas arriba a esa canción.

 

LAS HOJAS DE LOS NARANJOS

Es del norte, y yo se la escuché a un montón de gente en melodías parecidas, a Violeta Parra, a la Gabriela Pizarro. También nos dimos una licencia, que fue que hicimos una canción bien mínima. Parte con el contrabajo y se da hartas vueltas, entra la voz y queda vacío, usamos harto el silencio. Es prima hermana de “Hasta cuando vida mía”, que toda la fuerza de la canción reside en el bajo, toda la armonía, el ritmo y el peso es el bajo, y la canción la construimos en base a eso. Hicimos dos vueltas a la canción. Se mete la Claudita, después yo con Cristián Heyne cantando por abajo en un par de cosas, hicimos harta percusión post. Son como las dos canciones donde probamos más cosas. Y costó mucho mezclarla esa, porque no entendíamos para dónde iba, o la deformábamos o tratábamos de reducirla, e hicimos las dos cosas al mismo tiempo. Parte de la canción la dejamos seca, y la segunda sucia, sucia.

 

OLVÍDAME

Es de las primeras que empezamos a tocar, y la hicimos varias veces igual a la original, o muy similar. Es una habanera. Yo creo que es la única canción que se parece a la original, junto a “La niña que está bailando”, porque es una habanera y terminó siendo una habanera, como que no se pudo cambiar.

 

LA NIÑA QUE ESTÁ BAILANDO

Tiene una intro de la Claudia, que en general, en todo este ambiente de folclor que yo visito, que es todo lo que rodea a la María Esther Zamora, al Nano Bahamondes, La Picá de la Yasna, El Caballo de Palo, siempre hacen una intro, que generalmente es media divertida, irónica, oscura… “¿Qué le faltó al muertito? Salud!” Siempre tienen que ver con una cosa media chistosita o triste si la canción lo amerita, y para “Olvídame” se mandó ahí una cosa bien íntima, bien bonita y triste la Claudia, y para la cueca se mandó otra como más picaresca.

 

Para esta canción metimos todo, es la que más discutimos con el ingeniero, porque él ponía la percusión un poco más abajo, las voces más arriba, la parte armónica… Pero la cueca en general como se escucha aquí, o como la grababa la Margot, o como se ha escuchado siempre en Chile, va el pandero arriba y todo lo demás abajo. Bueno, hacerle entender a Héctor que era así fue bonito igual, porque él decía “sácale la percusión, para qué la ponen si es puro ruido”, y no por la razón de ser de esta música es la percusión, donde tenés un tañador, que tiene un sonido bien tosco pero que tiene que estar ahí, así como el birimbao está en la música brasileña, que no es un instrumento cálido ni armónico, sino que tiene que estar ahí para que eso sea.

 

AMORÍOS PASAJEROS (Improvisación con Gianluca)

Él llegó, cantó lo suyo sin ningún problema, lo grabó en dos segundos y yo después metí la cuchara. Yo le pasé lo instrumental, le mandé tres improvisaciones que duraban 3 minutos cada una, y él eligió esa y cantó algo arriba. No hicimos ninguna modificación al sonido, ni una edición. El cabro es muy musical. La parte de la letra es de él.

 

JOANE

Joane Florvil es la motivación. Se estaban dando algunas resoluciones al respecto, la repatriación del cuerpo… La mujer finalmente salió del Servicio Médico Legal, y nosotros estábamos ensayando esto e hice la canción. De alguna manera, se me unía conceptualmente con el disco también, porque el disco al final, de hablar de folclor chileno poco. Al final, es folclor latinoamericano y de toda como esa explosión.

 

Me dio la sensación de que el tema de los inmigrantes…  Lo mismo que pasa en el folclor, todos somos hijos de cualquier lado, y la música al final es latinoamericana por completo, y bueno, haitianos, chilenos, colombianos, ecuatorianos, somos todos latinoamericanos y, de alguna manera, el ejercicio de entender al otro no como un extraño, como una amenaza, es lo que trata la canción. Y bueno, lamentablemente por eso es que según creo yo es que la mujer trágicamente murió por pésimos mal entendidos. También por eso es que está al final. La penúltima es la de Gianluca, que es como la conclusión del disco musicalmente, y Joane es la conclusión conceptual.

 

Para este disco igual grabamos varias originales, tres canciones que yo inventé, pero no quedaron y esta tenía sentido. Como que pasa el disco, llegamos a la de Gianluca, que igual es como un giro para el otro lado pero a partir de lo mismo, y “Joane” es una salida, como un “continuará”, como que partiera otro disco.

 

 

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