EL PRECIO DE LA FAMA
El precio de la fama
Xavier Beauvois (Golem)
“Charlot era amigo de los vagabundos, inmigrantes y pobres”. A partir de esa premisa, que uno de los dos personajes de la película le suelta al otro, se construye toda la trama, basada en un hecho real: el secuestro del ataúd de Charles Chaplin (con su cuerpo) en 1977 en Suiza por dos personas sin recursos para exigir un rescate, una razón bien distinta de la que tenían los seguidores de Elvis Presley y Maria Callas que hicieron lo propio con sus féretros ese mismo año.
Por difícil que parezca, nadie había filmado esa historia hasta ahora. Xavier Beauvois, recordado sobre todo por su película De dioses y hombres, bascula aquí entre el drama y la comedia para contar esta historia de ritmo sosegado, dolorosa y amarga, sobre dos personajes torpes que intentan salir adelante frente a las dificultades y pagar la operación de la mujer de uno de ellos.
Lo mejor es ese halo similar al que tenían las películas inglesas de la productora Ealing, sencillas y humanas, filmes sin pretensiones pero dignos, incluyendo aquí el reflejo en sus dos personajes (que bordan tanto Roschdy Zem como Benoît Poelvoorde) de aquellos que Chaplin interpretó en el cine.