ULTRASÓNICA ARTÍCULO THE JACKSONS
Fiebre adolescente
The Very Best of The
Mucho antes de que se crearan grupos artificiales del pop en el 2004, los Jackson 5 ya existían como el primer grupo de chicos, un conjunto de hermanos cuya música colectivamente e individualmente cambiarían el rumbo de la música popular, creado una influencia duradera en el pop de los años 70 y 80.
Conviene pararse a reflexionar: desde el invierno de
A finales de 1971, Michael ya se había lanzado como una estrella en solitario, y aunque sus canciones como “Got To Be There”, “Rockin’Robin” y “Ben” están sobradas de vigor juvenil y vivacidad, ya en 1972 Michael estaba frustrado con la producción tan rigurosa de la discográfica Motown y ansiaba participar más en componer y producir. El álbum de los Jackson 5 en 1973, Get It Together, y el ultimo gran éxito de Motown de los Jackson 5 “Dancing Machine” les enseñó la manera de cómo una discográfica podría ayudar a un grupo a desarrollarse.
Dejando su nombre y a su hermano Jermaine en Motown, firmaron con Epic, buscando obtener mas popularidad con la música que creaban. El hermano más pequeño Randy se unió al grupo a tiempo completo y los Jacksons alcanzaron el mismo éxito como un grupo adulto, logrando una transición impresionante de estrellas originales del pop a una banda activa de música que grababa y podía mezclar el pop, soul, funk, dance y baladas con una facilidad impecable. Mientras que su música en Motown estaba basada en singles, en Epic el objetivo inmediato fue crear álbumes.
Asociados con los legendarios compositores y productores Kenny Gable y Leon Huff y el equipo de Filadelfia, a los Jackson se les dio un sonido más adulto y canciones que reflejaban que estos niños estrellas se habían convertido en hombres jóvenes. Michael ya tenía 18 años, siendo el más joven de los 5 hermanos, y demostraron que eran capaces de contribuir con sus propios temas.
En su álbum de estreno The Jacksons el tema de Michael “Blues Away” fue su primera composición en solitario, y “Enjoy Yourself” y “Show You The Way To Go” los primeros singles de esta nueva etapa. Este último fue su primer número 1 en Inglaterra, siguiéndole como mínimo con otros seis éxitos en los siguientes seis años.
Después del segundo álbum, Goin’ Places, los Jackson maduraron y la carrera de Michael se lanzo a la estratosfera. En 1978, ya produjeron ellos mismos su álbum Destiny. Temas como “Blame It On The Boggie” y “Shake Your Body”, la primera y tercera canción del álbum fueron el definitivo modelo del estilo de los temas dance que desarrollaría con el productor Quincy Jones en su estreno en solitario. En 1979, el álbum clásico de pop-soul Off The Wall, se convirtió en el modelo para el soul de los años.
Sin embargo, el cuarto álbum de los Jacksons obtuvo un éxito aún más grande. Triumph contenía el grandioso “Can You Feel It”. Todos los sonidos vocales que caracteriza el estilo de cantar de Michael se pusieron en práctica aquí, mientras que las letras también desarrollaron temas familiares. Un ejemplo es ‘Heartbreak Hotel”, una canción vengativa, y “Walk Right Now”, en la que el narrador estaba obsesionado con la persecución de una chica conspiradora.
Hubo un intervalo de casi cuatro años entre Triumph y el siguiente álbum de estudio Victory, un titulo que invitaba desorden en donde existiera. Entre estos dos álbumes, fue editado Live en 1981, con el tema “Don’t Stop Till You Get Enough”. Como grabación de estudio, ése fue el principal sencillo del estreno en solitario de Michael con Off The Wall.
Transcurrieron otros cinco años entre ese álbum y 2003 Jackson Street, en el cual Michael solamente hizo una aparición como invitado, mientras Jermaine asumía el puesto de líder. A pesar de haber inventado el mercado de grupos de chicos y de haber marcado la corriente de un nuevo género en el estilo del pop-rhythm & blues, esto es mucho más que un trabajo de toda una vida. Y esta música aún suena fresca y vital hoy en día.
ARTÍCULOS 2005 ELVIS COSTELLO DVD
Elvis Costello, vivo en Memphis
Live In Memphis DVD
Todos quieren volver a los pequeños clubes en los que empezaron. Los Rolling Stones lo hacen a menudo, para presentar sus giras o, simplemente, para darse el gustazo. Prince lo hace después de sus conciertos, para verse liberado de las imposiciones que tiene el pasearse por los grandes recintos. Los grandes del pop británico reciente -Oasis, Coldplay…- lo necesitan para oxigenarse. Una buena parte de los artistas pide tocar en pequeñas salas cuando hay que presentar un nuevo disco.
¿Y Elvis Costello, qué? ¿Qué pinta un artista con gran aprecio de la crítica y de una entregada minoría de aficionados de vuelta a un pequeño local si, seguramente, nunca ha pisado un gran escenario al aire libre con él como único reclamo? Pues dar un concierto para que quede registrado para la posteridad en DVD con el nombre de Live In Memphis.
Mientras estaba de gira rodando su último disco, Elvis Costello programó una parada sorpresa -tras el correspondiente anuncio en una emisora local- el 17 de septiembre de 2004 en el Hi Tone Café de Memphis, para que 200 seguidores tuvieran la oportunidad de su vida de verle actuar bien cerca en un pequeño club a cambio de solamente veinte dólares.
Una ocasión así merecía la mejor calidad, por lo que el concierto se grabó en Alta Definición y con sonido surround. Estar allí debe haber sido una experiencia única, sin duda, pero la grabación es tan perfecta y cercana -las cámaras también parecen tener poco sitio para moverse en un espacio tan reducido- que nada distrae de lo más importante: las canciones y la interpretación.
El listado de 24 canciones interpretado en aquellas dos horas incluye parte de los temas más memorables de Elvis Costello, así como dos terceras partes de su nuevo álbum, disco que en directo muestra su valía y complementa perfectamente el material de antaño.
Tras comenzar con tres clásicos como “Waiting For The End Of The World”, “Radio Radio” y “Mystery Dance”, el grupo no concede un respiro hasta la sexta canción, “Country Darkness”. A partir de ese momento, el repertorio alterna los temas más poderosos, como “Blame It On Cain”, “Peace Love And Understanding”, “Pump It Up” o “High Fidelity”, con baladas como “Either Side Of Town” o “Alison”, esta última unida al “Suspicious Minds” de Elvis Presley.
Por si quedaba alguna duda de lo bien que le ha sentado grabar en Memphis, Costello también deja claro su particular devoción por la música sureña al contar con la participación de Emmylou Harris, junto a la que canta cinco canciones que ganan con la interpretación a dúo.
El mérito de que todo suene impecable hay que otorgárselo a su trío de acompañamiento, The Imposters, de los que dos componentes llevan junto a Elvis Costello toda su vida, desde su aparición en 1977, aunque entonces se hacían llamar The Attractions. Steve Nieve se pasea por su teclado como un Jerry Lee Lewis poseído, aunque siempre al servicio de la canción. Cada vez que el batería Pete Thomas aparece en imagen, su forma de tocar reclama inmediatamente la atención. Y en cuanto al nuevo bajista, Davey Faragher -anteriormente componente de Cracker-, además de estar perfectamente integrado en el grupo, muestra estar dotado de una segunda voz idónea para acompañar a su líder.
Si el concierto merece la pena, el material extra de este DVD es de los que justifican por sí solos su existencia. Se trata de un documental de 53 minutos de un tal Tad Pireson, que se presenta como ‘etnógrafo de la carretera’. En su Cadillac de 1955 se dedica a pasear a Elvis Costello y Pete Thomas por Memphis (en el Estado de Tennessee), Oxford (en el Estado de Mississippi) y Helena (en el Estado de Arkansas).
Durante su recorrido visitan el local en el que Robert Johnson estaba tocando la noche que fue envenenado por un marido celoso, los campos de algodón y los barracones en los que trabajó y vivió Muddy Waters antes de dedicarse por entero al blues, un par de estudios de grabación, el museo de la compañía Stax Records y lugares con una importancia decisiva en el devenir de la música sureña.
Lo más relevante está en los comentarios que Elvis Costello y Pete Thomas van dejando caer mientras se dejan guiar: discuten sus influencias del soul, el blues y el sello Motown, comparan la ciudad sureña de Helena a su Liverpool natal y proporcionan tal cantidad de detalles sobre su carrera y su filosofía musical que bien parece que estemos más ante unas memorias por adelantado que ante una simple excursión en coche.