ULTRASÓNICA ARTÍCULO THE JACKSONS

ULTRASÓNICA ARTÍCULO THE JACKSONS

ULTRASÓNICA

ARTÍCULOS 2004


Fiebre adolescente

The Very Best of The Jacksons

Mucho antes de que se crearan grupos artificiales del pop en el 2004, los Jackson 5 ya existían como el primer grupo de chicos, un conjunto de hermanos cuya música colectivamente e individualmente cambiarían el rumbo de la música popular, creado una influencia duradera en el pop de los años 70 y 80.  

Conviene pararse a reflexionar: desde el invierno de 1969 a la primavera de 1971, Michael, Jackie, Jermaine, Tito y Marlon Jackson devolvieron la vida a la discográfica Motown Records con una serie de imparables éxitos. Las canciones “I Want You Back”, “ABC”, “The Love You Save”, “I’ll Be There”, “Mama’s Pearl”, “Never Can Say Goodbye” resucitaron a esta discográfica que cumplía una década y que era conocida con el apodo de “El sonido de la joven América”.  Al lograrlo, abrieron las puertas a The Osmonds, y a otros grupos prefabricados como New Edition, New Kids on the Block, Take That y a muchos otros grupos de chicos que han surgido desde entonces.  

A finales de 1971, Michael ya se había lanzado como una estrella en solitario, y aunque sus canciones como “Got To Be There”, “Rockin’Robin” y “Ben” están sobradas de vigor juvenil y vivacidad, ya en 1972 Michael estaba frustrado con la producción tan rigurosa de la discográfica Motown y ansiaba participar más en componer y producir. El álbum de los Jackson 5 en 1973, Get It Together, y el ultimo gran éxito de Motown de los Jackson 5 “Dancing Machine” les enseñó la manera de cómo una discográfica podría ayudar a un grupo a desarrollarse.  

Dejando su nombre y a su hermano Jermaine en Motown, firmaron con Epic, buscando obtener mas popularidad con la música que creaban. El hermano más pequeño Randy se unió al grupo a tiempo completo y los Jacksons alcanzaron el mismo éxito como un grupo adulto, logrando una transición impresionante de estrellas originales del pop a una banda activa de música que grababa y podía mezclar el pop, soul, funk, dance y baladas con una facilidad impecable. Mientras que su música en Motown estaba basada en singles, en Epic el objetivo inmediato fue crear álbumes.  

Asociados con los legendarios compositores y productores Kenny Gable y Leon Huff y el equipo de Filadelfia, a los Jackson se les dio un sonido más adulto y canciones que reflejaban que estos niños estrellas se habían convertido en hombres jóvenes. Michael ya tenía 18 años, siendo el más joven de los 5 hermanos, y demostraron que eran capaces de contribuir con sus propios temas.  

En su álbum de estreno The Jacksons el tema de Michael “Blues Away” fue su primera composición en solitario, y “Enjoy Yourself” y “Show You The Way To Go” los primeros singles de esta nueva  etapa. Este último fue su primer número 1 en Inglaterra, siguiéndole como mínimo con otros seis éxitos en los siguientes seis años.  

Después del segundo álbum, Goin’ Places, los Jackson maduraron y la carrera de Michael se lanzo a la estratosfera. En 1978, ya  produjeron  ellos mismos su álbum Destiny. Temas como “Blame It On The Boggie” y “Shake Your Body”, la primera y tercera canción del álbum fueron el definitivo modelo del estilo de los temas dance que desarrollaría con el productor Quincy Jones en su estreno en solitario. En 1979, el álbum clásico de pop-soul Off The Wall, se convirtió en el modelo para el soul de los años.  

Sin embargo, el cuarto álbum de los Jacksons obtuvo un éxito aún más grande. Triumph contenía el grandioso “Can You Feel It”. Todos los sonidos vocales que caracteriza el estilo de cantar de Michael se pusieron en práctica aquí, mientras que las letras también desarrollaron temas familiares. Un ejemplo es ‘Heartbreak Hotel”, una canción vengativa, y “Walk Right Now”, en la que el narrador estaba obsesionado con la persecución de una chica conspiradora.  

Hubo un intervalo de casi cuatro años entre Triumph y el siguiente álbum de estudio Victory, un titulo que invitaba desorden en donde existiera. Entre estos dos álbumes, fue editado Live en 1981, con el tema “Don’t Stop Till You Get Enough”. Como grabación de estudio, ése fue el principal sencillo del estreno en solitario de Michael con Off The Wall.  

Transcurrieron otros cinco años entre ese álbum y 2003 Jackson Street, en el cual Michael solamente hizo una aparición como invitado, mientras Jermaine asumía el puesto de líder. A pesar de haber inventado el mercado de grupos de chicos y de haber marcado la corriente de un nuevo género en el estilo del pop-rhythm & blues, esto es mucho más que un trabajo de toda una vida. Y esta música aún suena fresca y vital hoy en día.

Xavier Valiño

ARTÍCULOS 2005 ELVIS COSTELLO DVD

ARTÍCULOS 2005 ELVIS COSTELLO DVD

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 2005


Elvis Costello, vivo en Memphis

Live In Memphis DVD

 

 

         Todos quieren volver a los pequeños clubes en los que empezaron. Los Rolling Stones lo hacen a menudo, para presentar sus giras o, simplemente, para darse el gustazo. Prince lo hace después de sus conciertos, para verse liberado de las imposiciones que tiene el pasearse por los grandes recintos. Los grandes del pop británico reciente -Oasis, Coldplay…- lo necesitan para oxigenarse. Una buena parte de los artistas pide tocar en pequeñas salas cuando hay que presentar un nuevo disco.

 

         ¿Y Elvis Costello, qué? ¿Qué pinta un artista con gran aprecio de la crítica y de una entregada minoría de aficionados de vuelta a un pequeño local si, seguramente, nunca ha pisado un gran escenario al aire libre con él como único reclamo? Pues dar un concierto para que quede registrado para la posteridad en DVD con el nombre de Live In Memphis.

 

         Mientras estaba de gira rodando su último disco, Elvis Costello programó una parada sorpresa -tras el correspondiente anuncio en una emisora local- el 17 de septiembre de 2004 en el Hi Tone Café de Memphis, para que 200 seguidores tuvieran la oportunidad de su vida de verle actuar bien cerca en un pequeño club a cambio de solamente veinte dólares.

 

         Una ocasión así merecía la mejor calidad, por lo que el concierto se grabó en Alta Definición y con sonido surround. Estar allí debe haber sido una experiencia única, sin duda, pero la grabación es tan perfecta y cercana -las cámaras también parecen tener poco sitio para moverse en un espacio tan reducido- que nada distrae de lo más importante: las canciones y la interpretación.

 

         El listado de 24 canciones interpretado en aquellas dos horas incluye parte de los temas más memorables de Elvis Costello, así como dos terceras partes de su nuevo álbum, disco que en directo muestra su valía y complementa perfectamente el material de antaño.

 

         Tras comenzar con tres clásicos como “Waiting For The End Of The World”, “Radio Radio” y “Mystery Dance”, el grupo no concede un respiro hasta la sexta canción, “Country Darkness”. A partir de ese momento, el repertorio alterna los temas más poderosos, como “Blame It On Cain”, “Peace Love And Understanding”, “Pump It Up” o “High Fidelity”, con baladas como “Either Side Of Town” o “Alison”, esta última unida al “Suspicious Minds” de Elvis Presley.

 

         Por si quedaba alguna duda de lo bien que le ha sentado grabar en Memphis, Costello también deja claro su particular devoción por la música sureña al contar con la participación de Emmylou Harris, junto a la que canta cinco canciones que ganan con la interpretación a dúo.

 

         El mérito de que todo suene impecable hay que otorgárselo a su trío de acompañamiento, The Imposters, de los que dos componentes llevan junto a Elvis Costello toda su vida, desde su aparición en 1977, aunque entonces se hacían llamar The Attractions. Steve Nieve se pasea por su teclado como un Jerry Lee Lewis poseído, aunque siempre al servicio de la canción. Cada vez que el batería Pete Thomas aparece en imagen, su forma de tocar reclama inmediatamente la atención. Y en cuanto al nuevo bajista, Davey Faragher -anteriormente componente de Cracker-, además de estar perfectamente integrado en el grupo, muestra estar dotado de una segunda voz idónea para acompañar a su líder.

 

         Si el concierto merece la pena, el material extra de este DVD es de los que justifican por sí solos su existencia. Se trata de un documental de 53 minutos de un tal Tad Pireson, que se presenta como ‘etnógrafo de la carretera’. En su Cadillac de 1955 se dedica a pasear a Elvis Costello y Pete Thomas por Memphis (en el Estado de Tennessee), Oxford (en el Estado de Mississippi) y Helena (en el Estado de Arkansas).

 

         Durante su recorrido visitan el local en el que Robert Johnson estaba tocando la noche que fue envenenado por un marido celoso, los campos de algodón y los barracones en los que trabajó y vivió Muddy Waters antes de dedicarse por entero al blues, un par de estudios de grabación, el museo de la compañía Stax Records y lugares con una importancia decisiva en el devenir de la música sureña.

 

         Lo más relevante está en los comentarios que Elvis Costello y Pete Thomas van dejando caer mientras se dejan guiar: discuten sus influencias del soul, el blues y el sello Motown, comparan la ciudad sureña de Helena a su Liverpool natal y proporcionan tal cantidad de detalles sobre su carrera y su filosofía musical que bien parece que estemos más ante unas memorias por adelantado que ante una simple excursión en coche.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ARTICULO SINEAD O’CONNOR, MADRE SUPERIORA.

ARTÍCULOS 2003

Sinead O’Connor, una vida intensa

Madre superiora

No hay nada como un artista que crece en público. Sus contradicciones son las nuestras y, casi con total seguridad, sus discos serán siempre interesantes. Por las pistas que puedan dar o porque habrán sido compuestos en tiempos turbulentos. Y nadie que mejor que Sinead O’Connor ha representado ese papel en los últimos quince años.

De actualidad por sus recientes colaboraciones con Massive Attack, Asian Dub Foundation y Conjure One, además de su disco de versiones de canciones tradicionales irlandesas, Sean-Nós Nua -tal vez el menos interesante de los suyos, junto al de versiones de clásicos de otras décadas, Am I Not Your Girl-, Sinead O’Connor puede presumir de haber vivido intensamente su existencia. Incluso con sus errores, ¿cuántos han tenido una vida parecida? Casi nadie. Repasemos una vida intensa, al tiempo que escuchamos de nuevo sus discos.

Sinead O’Connor nació en Dublín el 8 de diciembre de 1966. Su infancia estuvo marcada por el divorcio de sus padres pero, sobre todo, por los abusos que sufrió de pequeña por parte de su madre. Nunca ha quedado claro si, además de los maltratos físicos, sufrió abusos sexuales, aunque su hermano declaró en una ocasión que Sinead había exagerado las cosas.

Tras ser expulsada de un colegio católico, pasó parte de su adolescencia en un reformatorio, después de que fuera descubierta robando unos zapatos. En aquel tiempo estaba viviendo con su padre, y éste decidió internarla. Parece que era algo habitual en ella robar en las tiendas, y también ha declarado que fue su madre quien la enseñó.

En 1985 su madre falleció en un accidente de tráfico. Según Sinead, las lágrimas que se veían en el video de “Nothing Compares 2 U” tenían mucho que ver con ello, ya que el día que rodaba el video se puso a pensar en todo lo que había pasado con su madre.

En el reformatorio empezó a tocar la guitarra. El batería del grupo In Tua Nua, Paul Byrne, fue quien la descubrió cantando en la boda de su hermana. Le ofreció unirse a la banda y compuso su primer single, “Take My Hand”, aunque no siguió con ellos. Meses más tarde se convertiría en la cantante de otro grupo de nombre curioso, Ton Ton Macoute, que se disolvió rápidamente, pero que llegaron a grabar unas maquetas para el responsable de Ensign Records, Nigel Grainge.

Éste le envió un billete de avión para que fuera a verlo a Londres, pero al no tener respuesta se olvidó de ella. Un buen día se la encontró en las oficinas. Días después, comenzaba la grabación de su primer disco, The Lion & The Cobra. En los dos años que duró el proceso, Sinead se dedicaba a contestar el teléfono de la discográfica porque, según ella, “no tenía nada mejor que hacer”.

Antes de editar su primer disco, puso la voz a la canción “Heroine”, compuesta por The Edge de U2 para la banda sonora de The Captive. Su relación con la banda irlandesa más famosa de todos los tiempos no acabaría ahí. Poco más tarde criticaría a U2 por su sonido “bombástico”. Curiosamente, a finales de los 90 se produjo el reencuentro y, tras pedirles perdón, llegó a grabar con Bono “I Am Not Your Baby” para la banda sonora de El fin de la violencia.

Aquel primer disco, a pesar de sus grandes canciones, no vendió más de 25.000 copias. Poco antes de empezar la promoción, la compañía le sugirió que adoptara una imagen “más de chica”. La respuesta de Sinead fue raparse el pelo al cero, después de intentarlo con un corte mohicano. Ahí los medios vieron claramente que tenían una voz rebelde y distinta que podía dar mucho juego. En una de sus primeras declaraciones, habló abiertamente de su simpatía por el IRA, algo de lo que después renegó.

Todo estalló con su segundo disco, I Do Not Want What I Haven’t Got.Para empezar, renunció a los premios Grammy por razones políticas. Semanas más tarde se negó a actuar en el estado de New Jersey si antes de su concierto sonaba el himno americano, algo que allí es obligatorio. Muchos la emprendieron con ella y Frank Sinatra comentó que le gustaría “darle una buena patada en el culo”.

Pero lo que acabó de rematarlo todo fue su aparición en el programa de televisión “Saturday Night Live”. Después de rechazar su aparición dos meses antes por que había otro invitado que hacía chistes obscenos y denigratorios, aceptó participar. Delante de las cámaras, al acabar su actuación, rompió una foto del Papa gritando: “Lucha contra el enemigo”. Según ella, las religiones no hacen lo suficiente para luchar contra los abusos a menores.

Dos semanas más tarde, el público la abucheó cuando apareció en un homenaje a Bob Dylan. Tan sólo Kris Kristoferson se dignó a salir y abrazarla, para retirarla dignamente del escenario. A partir de ahí, desapareció de la vida pública. Abandono el pop durante un tiempo para estudiar ópera. También interpretó a Ofelia en un montaje de Hamlet.

En estos años, sus relaciones se complicaron.En 1986, después de firmar contrato para editar su primer disco, había quedado embarazada inesperadamente de su batería John Reynolds. A pesar de la oposición de su discográfica, siguió adelante y tuvo el hijo. Poco después, se separaron. Años más tarde, y después de tener varias parejas, se reconciliaron y se casaron. Volvieron a separarse, pero él aún sigue siendo su batería y produciendo sus recientes discos.

Con el periodista John Waters, después de mantener una tormentosa relación, accedió a tener un hijo por inseminación artificial. Cuando la custodia de la niña pasó a ser cuestión de litigios, Sinead habló de él como “un simple donador de semen”. Perdió la custodia. Meses más tarde raptó a su hija en Londres y se escapó a Dublín con ella. Cuando se la quitaron, intentó suicidarse con barbitúricos. Estuvo en coma 36 horas.

En abril del 98, ya recuperada, fue ordenada sacerdotisa de una Iglesia cristiana disidente para la que llegó a pronunciar cuatro misas, dos de ellas en latín. La ceremonia tuvo lugar en Lourdes, y su nombre pasó a ser el de la Hermana Bernadette Maria. En aquel mes hizo una generosa donación al máximo representante de esa religión. Cuando los medios lo descubrieron, acusándola de comprar su ministerio, anuló la donación. Al mismo tiempo, declaraba que se sentía, por encima de todo, rastafari, y que de ahí le venía su interés por las religiones.

Poco después reconoció que había hecho voto de castidad. No tardó ni dos semanas en manifestar públicamente que no podía respetarlo. La última vez que se airearon sus manifestaciones, Sinead O’Connor se declaraba lesbiana, aunque especificó poco después que quería expresar que se sentía abierta a enamorarse de cualquier persona. ¿Último capítulo? Mucho nos tememos que no.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ARTICULO JEFF BUCKLEY

ARTÍCULOS 2004

JEFF BUCKLEY: In memoriam

Se cumplen diez años de la edición de Grace, el único disco editado en vida por Jeff Buckley y puede que el gran disco de los 90. Con motivo de una edición especial que incluye un segundo disco de canciones inéditas de aquellas sesiones no editadas hasta ahora y un DVD, le rendimos nuestro más sincero homenaje en cuatro partes: el comentario de su único disco editado en vida, un somero repaso por su vida y obra, declaraciones de otros artistas sobre él y, por último, las canciones que otros compusieron como tributo al que fue, probablemente, el artista más influyente de los 90.

JEFF BUCKLEY: Grace (Columbia-Sony, 94)

¿Qué pensar de un disco de debut que mezcla brillantes canciones originales con temas de Nina Simone, Leonard Cohen o de un tal Benjamin Britten? Pues, evidentemente, que su responsable no es un cualquiera y que tiene que estar muy seguro de lo que se trae entre manos. No, no hablamos de un desconocido.

Cuando Jeff Buckley apareció casi por sorpresa en el 94 -antes sólo había editado un EP de cuatro canciones en directo, Live At Sin-é-, se le pudo ubicar fácilmente por ser hijo del atormentado y gran cantautor Tim Buckley, que había fallecido unos cuantos años antes víctima de una sobredosis. No servía de nada: Jeff casi no había conocido a su padre y renegaba de él por haberse fugado de su casa cuando aún era un niño. La mala suerte hizo que Jeff acabara prematuramente su carrera, como su padre, aunque en su caso ahogado en el Mississippi, dos años después de publicar su debut.

Grace destaca en una primera escucha, sobre todo, por la brillantez vocal de Jeff Buckley, su instrumentación ambiciosa y un sentimiento de ser fiel y verdadero al espíritu de las canciones, así que poca importancia tiene que tres de ellas sean versiones. Canciones nuevas llenas de inventiva, versiones insospechadas y una voz tan profunda y inusual como la de su padre son sólo algunos de los elementos característicos de lo que fue un talento único.

Su primer y único disco editado en vida es un álbum definido por sus extremos y, ciertamente, no es para oyentes que no le dan al rock apasionado una segunda oportunidad. Buckley canta con poder y una intensidad perturbadora. Los textos que vieron la luz después de las mezclas muestran un artesano muy meticuloso a la hora de componer y que trata de enfrentarse, a través de la poesía, a un amplio abanico de emociones y percepciones.

El trabajo de guitarra de Buckley desafía cualquier definición: espartano y cristalino en “Lilac Wine” o “Hallelujah”, melancólico y acústico en la maravillosa “Lover, You Should Have Come Over” o como un muro de sonido eléctrico. Si hay que sonar como Led Zeppelin, Buckley lo hace y no pide perdón, como en “Mojo Pin” o “Grace”, ambas co-escritas con el antiguo guitarrista de Captain Beefheart, Gary Lucas. Además, cuenta con una gran labor de equipo, gracias a la percusión de Matt Johnson, el bajo de Mick Grohndahl y pinceladas de color de una sección de cuerda, un órgano y tablas. Grace es fascinante, difícil de escuchar y un trabajo muy sólido. El único disco imprescindible de los 90. El disco más influyente en los músicos de los últimos años. Nunca lo confundirías con cualquier otro disco.

Xavier Valiño

JEFF BUCKLEY – In memoriam

El dia en que iba a morir, Jeff Buckley fue a la marina de Mud Island, cerca del Mississippi, en Memphis, Tenessee con un amigo.Estaban escuchando música y tocando la guitarra, cuando Jeff decidió bañarse vestido, cosa que ya había hecho antes.Cerca pasaba un barco presto para atracar, agitando las aguas en la maniobra.De un momento a otro ,le perdió de vista.Tres dias después los pasajeros de un barco encontraron su cadaver flotando, atrapado entre ramas, tenía 30 años.El pasado 29 de Mayo se han cumplido 5 años de tan infausto acontecimiento.

Había nacido en el californiano condado de Orange, hijo de Mary Guibert y una celebridad folk a la que apenas conoció, Tim Buckley, con la que compartía su talento musical, la voz celestial y la belleza, amén de, paradojicamente, un deceso prematuro.

Empezó a tocar en el instituto, en algunos grupos, pero se deshizo de todo lazo cuando decidió marcharse a Nueva York para estudiar música.Allí formó parte de Gods & Monsters, dejándolos al poco para dedicarse a tocar en bares y cafés.Su talento no pasó desapercibido y acabó firmando con Columbia para lanzar el E.P. de estreno “Live at Sin-E” a finales de 1993, con temas propios y versiones de Edith Piaf y Van Morrison con la sola compañía de su guitarra.La acogida fue muy buena, por parte de público y crítica.

Pero lo que era una promesa como tantas se convirtió con “Grace” (1994) en una realidad en mayúsculas, en una realidad propia de listas de lo mejor del año.Esta vez Jeff estaba acompañado de una banda solvente al servicio de sus múltiples influencias.Grace es una obra cumbre de la música, un disco de terciopelo, sensual,furioso, delicado, que colocó a su autor, de la noche a la mañana, en la cumbre, en el número uno de las influencias que gustosamente se reconocen.Ni la apoteósica “Grace”, ni la gloriosa "Last goodbye", ni la paradójica“Eternal life”, ni una asombrosa versión del “Hallelujah” de Cohen ( droga dura para los oídos, juro que engancha) pasarán jamás al olvido, siempre teniendo presentes que el resto de temas de tan glorioso disco no son, ni muchísimo menos, de relleno.

Demasiado autocrítico y muy poco dado a los avatares del mercado musical, trabajó con ahínco, pero sin prisas en un disco que se titularía "My Sweetheart, The Drunk", empezando a grabar en Memphis, estando enfrasacado en tal tarea cuando aconteció el desgraciado avatar.Las inconclusas grabaciones serían publicadas como “Sketches (For My Sweetheart, The Drunk)” en 1998, abriendo la veda a la recuperación de grabaciones post mortem habitual, aunque realmente necesaria en este caso.Más tarde vendrían “Mystery white boy”, colección de temas en directo y quien sabe ya qué mas.Esperamos más exhumaciones con anhelo, mientras su reconocimieno como figura clave de los noventa va quedando cada vez más clara.

Una pérdida de hondo calado, un cantante excepcional, un músico de lujo, una voz irrecuperable, un mito que nunca quiso serlo.El destino, al parecer, no está exento de cierta ironía.Pedro Hermida

LAS OPINIONES DE OTROS ARTISTAS SOBRE JEFF BUCKLEY

– Bono (U2): “Jeff Buckley era una gota pura en un océano de ruido.” – Elvis Costello: “Espero que la gente resista la tentación de convertir su vida y muerte en una estúpida fantasía romántica. Él era mucho más que todo eso. Jeff Buckley tomaba cualquier canción y la hacía suya, embelleciéndola, de una forma tan natural que muy poca gente puede hacer.” – Jimmy Page (guitarrista de Led Zeppelin): “El disco que he escuchado sin parar en los últimos doce meses es Grace. Es un gran cantante. Tiene tanta variedad emocional, tanto en las versiones, como la de Leonard Cohen, como en sus propias canciones. Robert Plant y yo lo vimos en directo en Australia y nos dejó aturdidos. Alguien le gritó que dejara de tocar música tan profunda, y él le dio la respuesta perfecta: “La música debe ser como hacer el amor. Unas veces te apetece suave y tierno y otras quieres que sea fuerte y agresivo.” Creo que a Led Zeppelin nos hacía el mejor de los cumplidos con su música.” – Elizabeth Fraser (cantante de Cocteau Twins):“Me apasiona cantar con Jeff. Ha escrito una canción llamada "Grace", que literalmente me pone los pelos de punta. La primera vez que la escuché sudaba como una novia en su día de boda. La música nunca me había provocado esa reacción antes.”

– Nelly Furtado: “Amo a Jeff Buckley. Grace cambió mi vida. Él influyó profundamente en mis canciones, en mi forma de componer y en mi forma de actuar, en todo.”

– Eddie Vedder (líder de Pearl Jam):“Una vez estuve con él. Estuvimos hablando y tocando. Me tocó una versión de “Indifference” para mí sólo. Nunca olvidaré cómo lo hizo… Me quedé sin habla… Uno de los momentos más memorables de mi vida… Ojalá lo hubiera conocido mejor.”

– Fran Healy (líder de Travis): “Me contaron que un día Tom Yorke de Radiohead fue a verlo actuar y, a continuación, marchó directo al estudio a grabar “Fake Plastic Trees”. Así que cambió su forma de cantar basándose en lo que le había visto a Jeff Buckley, más o menos cuando a mí me pasó lo mismo. Yo lo vi en otra actuación, en Glasgow, y pensé que su voz no era de este mundo. Era algo que elevaba el espíritu y yo, descaradamente, traté de copiarlo.”

– Alanis Morissette: “Amo a Jeff Buckley. No es que quiera imitar su estilo, pero… Cuando estoy en el estudio, grabando las partes vocales, pienso en él. La prioridad es expresarme de esa forma.”

– Bernard Butler (primer guitarrista de Suede): “He conocido un buen montón de estúpidos en el mundo de la música. Jeff era el que tenía más talento y, al mismo tiempo, el más agradable. Era el único de quien esperaba con ansiedad escuchar nuevas canciones. Mi mujer y yo hablamos mucho de música, y siempre nos decíamos que, por muy cínicos que fuéramos, sabíamos que Jeff Buckley siempre haría discos enormes. Durante un año toqué una de sus canciones, “Last Goodbye”, todos los días, a pleno volumen. Nadie más me ha hecho sentir sin miedo de ser yo mismo… Me hizo feliz.”

Xavier Valiño

LAS CANCIONES TRIBUTO ESCRITAS POR OTROS EN HOMENAJE A JEFF BUCKLEY

– Cocteau Twins: Rilkean Heart y Half-Gifts (Milk And Kisses, 1996)

Elizabeth Fraser, una de las voces más embrujadoras del pop, fue una de las mejores amigas de Jeff Buckley, y llegó a grabar varias canciones con él que aún permanecen inéditas. En su álbum ¿póstumo? le dedicó estas dos canciones. “Busqué en ti experiencias trascendentales que me transportaran lejos de la soledad y la alienación, hacia un sentimiento de conexión, estática y mágica. Me convertí en una adicta en esa búsqueda…”

– Juliana Hatfield: Trying Not To Think About It (En el EP “Please Do Not Disturb”, 1997)

En este caso, Juliana conocía a Jeff de sus primeros tiempos, cuando éste solía hacer de telonero en sus conciertos. Aunque alcanzó más notoriedad que ella, siguieron siendo amigos. “El Mississippi tiene una fuerte corriente… Dime que estoy soñando, que es una pesadilla.”

– Hole: Boys On The Radio (Celebrity Skin, 1998)

La ocasión que Jeff estuvo más cerca de ser una figura pública fue después de un breve encuentro con la viuda de Kurt Cobain, Courtney Love. Ésta le dedicó una canción. “Los chicos que suenan en la radio se golpean y queman, se retraen y se desvanecen lentamente en tus interminables noches de verano.”

– Duncan Sheik: A Body Goes Down (Humming, 1998)

El cantautor estadounidense se toma la tragedia con proporciones bíblicas. “Un cuerpo se ahoga con el peso de una belleza temerosa de su luz. Que avisen a los hombres sagrados. Consolad a vuestros hijos e hijas.”

– Chris Cornell: Wave Goodbye (Euphoria Morning, 1999)

El que fuera líder de Soundgarden escribió la canción, que apareció en su primer disco en solitario, justo después de la muerte de Jeff. Además de amigos en vida de Jeff, ayudó a seleccionar las canciones de su disco póstumo Sketches For My Sweetheart The Drunk. Un verso de la letra: “Cada cosa dolorosa que dijiste resuena en tus oídos cuando echas de menos a alguien.”

– Willie Nile: On The Road To Calvary (Beautiful Wreck Of The World, 1999)

Para muchos, el cantautor estadounidense compuso el mejor tributo posible para Jeff Buckley. “Me llevaste por el río poderoso, me levantaste sobre el mar bravo. Me das todo este amor que tienes para repartir, en mi porche de atrás de camino al calvario. ”

– Aimee Mann: Just Like Anyone (Bachelor #2, 2000)

Llegó a conocer a Jeff, pero no tuvo tiempo para dedicarle toda la atención que hubiera querido. “Eras uno de nosotros y me pregunto, como todo el mundo, si hay algo más que yo hubiera podido hacer.”

– Mark Eitzel: To The Sea (The Invisible Man, 2001)

En uno de sus discos en solitario, el que fuera líder de American Music Club se lamenta de no haber conocido suficiente a alguien a quien estimaba. “Creías que estaba ocupado, pero sólo estaba ocupado escapando de tu belleza.”

– P. J. Harvey: Memphis (Cara B del single “Good Fortune”, 2001)

P. J. Harvey compartió muchos momentos con Jeff Buckley. La que iba a ser una canción más de su último disco, Stories From The City, Stories From The Sea, acabó como cara B. “Tú respirando en mi boca… Lo tomo, lo tomo, lo tomo.”

OTRAS:

– Heather Nova: Valley Of Sound (Siren, 1998)

– The Frames; ‘Neath The Beeches (Dance With The Devil, 1999)

– Ron Sexmith: In A Flash (Whereabouts, 1999)

– Zita Swoon: Song For A Dead Singer (Paint Pictures On A Wedding Dress, 1999).

– Those Bastard Souls: The Last Thing I Ever Wanted Was To Show Up And Blow Your Mind (Debt And Departure, 1999)

– Amy Fairchild: Jeff Buckley Song (Demographic, 2000)

– Kashmir: Gorgeous (The Good Life, 2000)

– Angelou: Little Sister (While You Were Sleeping, 2001)

– Rebecca Moore: Live In Blue Sparks (Home Wreckordings, 2001)

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA ARTÍCULO CONCIERTO THE JAYHAWKS

ULTRASÓNICA ARTÍCULO CONCIERTO THE JAYHAWKS

ULTRASÓNICA

ARTÍCULOS 2004


The Jayhawks

Fecha: sábado, 27 de marzo de 2004

Sala: Capitol, Santiago

Estilo: Rock

Público: 700 espectadores

Nuestro primer contacto con Gary Louris en la sala ya nos avisaba que aquello se iba a convertir en una fiesta. Cruzando la barra para sortear la sala llena, se acercó al escenario cuando aún estaba Kraig Jarret Johnson & The Program tocando y subió a acompañarlo con la guitarra y su voz. El pipa se volvía loco con su pandereta. Y Kraig cerraba su actuación de escasos 40 minutos como un tren desbocado con, precisamente, la canción más acelerada de su debut, “Freight Train”. 

Media hora más tarde, Gary Louris volvió a leer, una vez más, el libro de estilo de las raíces del rock en la insuperable Sala Capitol, tanto para los fieles como para los neófitos. Y triunfó, sobre todo cuando empastaba sus voces con el batería Tim O’Reagan como si fueran los mismísimos Byrds.  

A su lado, instituciones vivas del nuevo rock americano de los 80 como  Stephen McCarthy de los Long Ryders en la pedal steel guitar. Y como invitados, entre otros, su antiguo compinche en la banda -y ahora telonero- Kraig Jarret Johnson (“una vez se ha sido un Jayhawk, se es un Jayhawk para siempre,” dijo) o compañeros de fechorías como Juan de los Vancouvers en la última gira de los Jayhawks por aquí. 

Se ganaron a los que no conocían al dedillo sus siete discos con la versión del “Bad Time” de Grand Funk Railroad. Y sentí que me daba la razón cuando, en los bises, además de ese “Fools On Parade” -“Locos de marcha”- escrito en la caótica última gira española, se arrancó con “Tailspin”, sin duda la mejor canción del ya clásico Rainy Day Music. Pero había más. 

Ese más pasaba por la reivindicación de Golden Smog, proyecto en el que participaron -¡vaya casualidad!- los dos protagonistas de la noche, Louris y Jonson (además de gente de Wilco, Big Star o The Replacements). Para la despedida, con todos los invitados en el escenario, al estilo de The Band, el mejor tema de Golden Smog y una de las canciones imprescindibles de los 90: “Until You Came Along” -por cierto, horas antes, Johnson me confesaba que habrá tercer disco de Golden Smog-.

Xavier Valiño

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