BJÖRK

Björk, doméstica

Bjork

Vespertine, dice, es un disco perfecto para ser descargado de Internet: sus instrumentos están grabados pensando en que suenen bien de esa forma. Como la voz humana, ahora susurrada, ya que, según ella, suena muy hermosa. Ésa es la filosofía de su quinto disco, el que tiene que ver con la estufa, las tostadas y la mesa camilla. Björk ha encontrado en el hogar el lugar para empezar su búsqueda de la perfecta canción pop.

No hay ningún lugar como el hogar, pero si eres una estrella internacional, tienes que buscarlo en los detalles. Tras mudarse a Nueva York, después de pasarse algunas semanas en un iglú en su Islandia natal antes del lanzamiento de su nuevo y quinto disco, y en medio de su gira mundial por teatros antes reservados a la música clásica, Björk está ahora intentando definir lo que ella llama el curioso mantra de la vida diaria, revelando parte de sus ingredientes. “Te relajas, abres tus correos electrónicos, llamas a tus amigos para una comida en casa y, sobre todo, si haces música en el cuarto con ellos, ese lugar se convierte en algo así como el hogar.”

No hace mucho, cuando fue a visitar al dúo Matmos en San Francisco, responsables de la parte musical de su reciente gira, le presentaron un curioso instrumento de percusión a partir de cubos de hielo que intentaba recordarle a su país. “Quedé muy impresionada,” sonríe. “No es que haya mucha tundra y glaciares en San Francisco.”

Concebido como una declaración de amor a su hogar, el nuevo álbum de Björk, Vespertine, tuvo en un principio el título Domestika, que intentaba recoger el ánimo recogido de la cantante, así como que la mayoría de las canciones fueron grabadas en casa. “Después de tres años de buscar y, por fin, crear ese pequeño paraíso debajo de la mesa de la cocina, me di cuenta que el título era gratuito. Quería añadirle algo que se me estaba escapando. Un amigo me envió un diccionario en el que estaba la palabra vespertino, un término arcaico que designa a las cosas que reviven cada noche o en la oscuridad: estrellas, plantas que florecen por la noche, animales que hibernan… Y esos espíritus nocturnos están representados en el disco a través de sonidos chispeantes e infantiles, como harpas, clavicordios, celestes y cajas musicales. También habla de cosas que suceden con la puesta del sol. Así que es un disco invernal. Trata de estar en casa durante el invierno, mientras fuera nieva, y de ser feliz mientras lees tu libro favorito y compones una canción. Creo que es muy introvertido y totalmente casero.”

El proceso de grabación de Vespertine se lo tomó con mucha calma, en los ratos libres que le dejaba su participación, como actriz y compositora de la música, en Dancer in the Dark. “Vespertine era el complemento ideal al papel de Selma. Había una sinergia evidente entre los dos proyectos. Quería tratar con el mundo interior, y al pedirme que escribiera la música para una mujer ciega que tiene sus puntos álgidos en las canciones, me pareció que era perfecto. Nunca fue una grabación en el sentido oficial, y bastante a menudo tuvo que ver con botellas de vino y la compañía de los amigos.” 

         Coincide, también, en que es su disco más romántico, el que más tiene que ver con alguien en concreto. ¿Es así como siente alguien que está hibernando, sola en casa? “Supongo que intento mantenerlo como un secreto. Así que, ya ves, decido ponerlo en miles de compactos. Y funciona verdaderamente bien.”

Resulta agradable encontrarse ahora con una mujer feliz, en lugar de la artista torturada acusada de comerse su camisa en el rodaje de Bailando en la oscuridad. Con este disco ha abandonado sus recelos en contra de la simplicidad. “Siempre intentaba hacer música pop que fuera realista, y ésta es la primera vez que quería escapar de ello.”

Parece, además, que ahora está más por la labor de componer la perfecta canción pop, ésa que pueda tararear cualquier persona entre los 3 y los 90 años. “Sí, desde luego, pero también soy consciente de que es un largo camino. Siempre he tenido esas ideas románticas de unir mundos diferentes. Como unir la naturaleza y el techno, unir lo urbano, lo rural y la música folk. Algo hecho con instrumentos electrónicos puede ser algo muy orgánico. Hace cien años gente como Eric Satie o Ravel hacían música seria y, a la vez, con raíces. No es muy habitual en la historia humana que la distancia que separa a ambos sea tan grande. Y también estoy muy interesada en unir lo abstracto. Muchas de las cosas diarias lo son, te guste o no: los ruidos que escuchamos, las conversaciones que la gente tiene y que no tenemos idea de qué van. Y, por supuesto, lo que es justo lo opuesto, la narrativa. Obviamente, viniendo de un país que está obsesionado con contar cuentos, a mí me intriga la narrativa, y una canción en tres minutos es algo de contacto muy directo en cada micro-segundo. Así que todavía lo estoy intentando y me queda mucho.”

Björk compara el proceso de Vespertine al de un mosaico. Después de la instrumentación grandiosa de Homogenic, y tras los ritmos cinematográficos de Selmasongs, parece lógico que se haya puesto a escuchar los sonidos del silencio. “Grabé de todo, desde los chasquidos de los dedos hasta el sonido de una baraja. Mucho de mi trabajo es artesanal,” explica. “Pasar tanto tiempo en el estudio es como resolver pequeñas adivinanzas que no tienen porque ser autobiográficas o emocionales.”

A pesar de su trabajo artesanal con el sonido, sus canciones siguen siendo puramente emocionales. Preocupada por las políticas personales, pide coraje y generosidad, creyendo que actitudes así pueden cambiar el mundo. Vespertine muestra esperanza y lucha. “Tengo mi propia teoría, que puede estar equivocada, de que hace 1000 o 2000 años, y dentro de unos 1000 años, sólo un pequeña parte de la población tendrá el coraje de ser emocionales. Todos los demás están repitiendo lo que se ha hecho antes, aunque creo que es algo muy natural. Tenemos que dar las gracias porque haya gente conservadora a la que le gusta la tradición. Muchas viejas ideas son buenas, como la de que una silla tenga cuatro patas, sino nos caeríamos. Pero también lo contrario va bien con los sentimientos que tenemos ahora. Creo que es muy importante la espontaneidad. Para mí es el reto en la vida, supongo.” 

Xavier Valiño

 

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