BELLE AND SEBASTIAN

Belle & Sebastian, luz en las entrañas

 

“Por el precio de una taza de té”

 

The Life Pursuit intenta no ser un álbum al uso de Belle & Sebastian. Puede que, influidos por la menor consideración crítica de sus últimos trabajos con respecto a los primeros, el grupo haya decidido escapar hacia adelante. Aunque el cambio no es tan radical, se han ido a Los Ángeles, han grabado su disco más variado y potente, han compuesto canciones que miran a los clásicos, han introducido solos de guitarra y se han quedado tan panchos. Richard, su guitarrista, nos lo explica.

Con este disco se va a establecer una relación entre el sonido y el lugar en el que ha sido grabado, Los Ángeles.

            – Creo que la hay: se ha grabado en un estudio de los años 70, y el productor Tony Hoffer es de ahí. Hay otros detalles que pueden indicar esa relación, como el sonido con algo más de fuerza de lo que es habitual en nosotros. También supongo que el clima ha tenido que ver, con temperaturas calurosas que no tienen nada que ver con nuestro Glasgow.

 

Además, títulos como “Another Sunny Day” (“Otro día soleado”) y “Sunshine” (“Luz de sol”) parecen indicarlo así.

            – Mucho. Fuimos conscientes de ello desde el principio. Además, nos pasamos bastante tiempo intentando conseguir que cada sonido fuera diferente de nuestros otros discos y también entre cada una de las canciones de este álbum. Por ejemplo, para la batería tomamos como modelo a Al Jackson de Booker T. & The MG’s.

 

Curioso. Supongo que la música que escuchasteis en esos días también tuvo su importancia. ¿Qué era lo que sonaba en vuestros reproductores mientras estabais allí?

            – Roy Ayers, sobre todo, y cosas así, aunque casi no tuvimos tiempo para escuchar a otros artistas porque estuvimos encerrados en el estudio siete días a la semana durante 24 horas cada día.

 

¿Qué pensáis que va a sorprender más a la gente en el nuevo álbum?

            – El sonido es más agresivo que en anteriores ocasiones: la sección rítmica está mucho más en primer plano que en los otros discos y es más poderosa. También creo que en esta ocasión tenemos una colección de canciones más compacta en su conjunto.

 

Hay varias sorpresas en lo que respecta al sonido, como el soft-glam de “The Blues Are Still Blue” o la balada al estilo de los Rolling Stones “Mornington Crescent”.

            – Sí, ya nos lo han comentado, y creo que tiene que ver con que hay solos de guitarra en el disco. En cuanto a “Mornington Crescent”, a mí también me recuerda exactamente a los Rolling Stones, y nos agrada mucho la comparación, porque hay varios seguidores de los Stones dentro de la banda.

 

Sin embargo, no parece haber cambios significativos en los textos.

            – No creo que haya muchos. Stuart es uno de esos tipos a los que las canciones les salen fácilmente, de forma natural. A veces estamos en el local dándole vueltas a una melodía, y él se va diciendo que vuelve en unos 45 minutos con una letra, y así es. No creo que su inspiración haya cambiado en esta ocasión, aunque no le preguntamos demasiado de dónde vienen las canciones.

 

¿Sentís cierta decepción por el hecho de que vuestros últimos discos no hayan tenido la misma consideración crítica que los primeros o pensáis que es una cuestión de tiempo?

            – Tal vez sea una cuestión de tiempo, aunque no estoy seguro. Mucha gente dice que el primero o el segundo son nuestros mejores discos, pero nosotros seguimos aprendiendo, experimentamos, evolucionamos, tenemos más experiencia. Espero que todos se valoren con el tiempo, porque creo que se lo merecen. Pasa un poco como con los Beach Boys, a los que la gente dejó de prestar atención tras Pet Sounds y, sin embargo, mis favoritos son discos posteriores como Sunflower (1970).

 

Tengo entendido que sois fans de The Smiths. ¿Habéis compuesto ya vuestro The Queen Is Dead?

            – Es la gran pregunta. Probablemente, la respuesta sea que todavía no. Todos somos grandes seguidores de los Smiths, y ya nos gustaría hacer algo remotamente parecido a lo que ellos hicieron.

 

La última vez que hablé con Stuart, me dijo que le gustaban Yes, AC/DC, Thin Lizzy y Status Quo cuando era más joven, y que eso había sido un problema con el resto del grupo. Supongo que no habrá sido tan importante.

            – Tiene gracia porque a mí también me gustaban AC/DC o Thin Lizzy entonces. A Bob, en su adolescencia, le gustaban los grupos rock americanos como KISS o WASP. Supongo que, en algún momento, se habrá notado esa influencia, aunque sea de forma sutil. A Stuart y Mick también les gustaba el rock progresivo de gente como Yes, sí.

 

Hay algunas referencias al fútbol en vuestras canciones y algunos jugáis en cuanto tenéis una oportunidad. Supongo que es bueno teniendo en cuenta que desmitifica un tanto al grupo que cuenta con fans tan devotos.

            – Hay de todo dentro del grupo. A mí me gusta ver partidos, al igual que a nuestro mánager, pero, por ejemplo, Chris y Stuart juegan en cuanto tienen una oportunidad. A Mick y Bob, sin embargo, no les gusta nada el fútbol.

 

Parece que lo que está pasando en el mundo, con Irak invadido ilegalmente por los EEUU, no le ha afectado al disco. Decís en una de las canciones: “Sobre el estado del mundo, sentaros y disfrutad del espectáculo”. ¿Es la mejor manera de hacerle frente?

            – No somos un grupo político, aunque todos somos conscientes de lo que está sucediendo. Chris y Sarah son los más activos políticamente. Sin embargo, en lugar de utilizar nuestro grupo como vehículo para hablar de política, ya que sólo somos un grupo de pop, lo que hemos hecho es abrir una sección de política en nuestra página web, para que todo el mundo pueda expresar su opinión.

 

¿Habláis entre vosotros del tema? ¿Tenéis una opinión? ¿Os gusta tocar por causas benéficas?

            – No es algo que nos ocupe tanto tiempo, pero sí tenemos nuestras conversaciones, diría que, más o menos, como todo el mundo. Hemos tocado en más de una ocasión por causas benéficas. Sin ir más lejos, hemos grabado la canción “The Eight Station Of The Cross Kebah House” para el recopilatorio Warchild que, aunque no está en la versión final del disco, se puede descargar desde la web del proyecto.

 

Tengo curiosidad por saber qué pasó con Cliff Richard y vuestra canción “Wrapped Up In Books”. La primera vez que la escuché me recordó a una de The Beat Farmers titulada “In The Country”, sin saber que era una versión de Cliff Richard. ¿Cómo contactasteis?

            – Curiosamente, fuimos nosotros los que contactamos con él porque, al igual que tú, nos dimos cuenta del parecido. Preferimos ser honestos y decirles claramente a sus representantes que nuestra canción se parecía a la suya, antes que acabar en un juicio, así que al final llegamos al acuerdo de compartir los derechos de autor.

 

¿Alguna vez os han acusado de copiar otra canción?

            – Unas cuantas veces, aunque tengo que decir que la misma canción le suena a cosas distintas a gente distinta. Supongo que tiene que ver con el hecho de ser tanta gente en el grupo y que cada uno tenga sus influencias. Es algo que sucede y contra lo que no se puede hacer nada. Se ha escrito ya tanta música que queda poco margen para ser original. Si soy sincero, no me importa en absoluto.

 

¿Y os atreveríais a decirnos alguna canción de otros que haya servido de base para alguna de las vuestras?

            – Nunca es algo consciente. Supongo que no sucede porque, generalmente, uno llega con una idea que, aunque pueda tener una influencia inconsciente, enseguida es manipulada por el resto del grupo y pasa a ser otra cosa. Sólo en el caso de “Wrapped Up In Books” nos dimos cuenta de que había ido demasiado lejos.

 

Lleváis unos cuantos años juntos y desde fuera no parece que haya habido momentos de crisis, pero supongo que vosotros lo habéis visto distinto.

            – Ha habido varios momentos y, tal vez, el peor fuera el abandono de Isobel Campbell. También fue duro cuando se editó The Boy With The Arab Strap y Stuart no se sentía bien, y no pudimos hacer una gira normal. En ese momento, y debido a alguna cosa más, la percepción de la banda por el público empezó a ser bastante extraña, y tuvimos que revelarnos contra ello. De todas formas, al llevarnos bien y ser amigos, hemos sabido superar esos malos momentos y creemos que aún tenemos grandes momentos por delante.

 

No parece cercano el fin del grupo. ¿Qué es lo que os motiva aún a seguir escribiendo canciones?

            – Simplemente, el pasar bien haciéndolo. Todos nos damos cuenta de la suerte que tenemos de estar en una gran discográfica y de que la gente compre nuestros discos. Ésa es la principal fuente de motivación.

 

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