ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 CAFÉ TACUBA

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 CAFÉ TACUBA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


Café Tacuba, chilanga banda

 

 

Hace algún tiempo, exactamente cuatro años y algunos meses, se leía en algunos medios -sólo algunos-, ‘(Oiga usted a Café Tacuba!’, a raíz de la presentación del primer trabajo discográfico del grupo, Café Tacuba, en la ciudad de México.

 

A partir de ese momento, el recorrido que hasta entonces habían realizado en los foros subterráneos de su país de origen -México, por supuesto-, se convirtió en una impresionante aventura musical sin precedentes, consiguiendo paso a paso reconocimientos, logros y satisfacciones que transformaron en una realidad sueños delirantes.

 

De esta forma, Café Tacuba llega con paso firme hasta su siguiente álbum Re, en el cual logran plasmar en veinte canciones absolutamente iconoclastas su crecimiento proporcionado por las diversas giras y los cientos de elementos musicales y culturales incorporados a través de su filtro –tacubo– en un trabajo que se caracteriza por su absoluta falta de prejuicios y su total eclecticismo.

 

 

Montados en la vertiginosa carrera que ahora implica su apretada agenda de trabajo -y su agenda personal también-, Café Tacuba nos entrega su nuevo reto: Avalancha de éxitos. Por primera vez se atreven con las versiones, y no una, sino (ocho! La idea de realizar este trabajo surge a partir de la interpretación de alguna versión durante la última gira de la banda, en 1995; por eso la selección de los temas es diversa y desinhibida, al igual que su interpretación.

 

¿Y cuáles son esas versiones? "Chilanga banda" es un tributo a uno de los mejores compositores del rock en México, y un tema que rescata el caló, lenguaje popular, a través de un brillante juego fonético a base de ches. "No controles", un tema de Nacho Cano para Olé Olé, en clave disparatada, con la colaboración de David Byrne. "Ojalá que llueva café", del bonachón Juan Luis Guerra, con un arreglo de huapango que la vuelve casi irreconocible. "No me comprendes", homenaje al gran Bola de Nieve. "Cómo te extraño", de Leo Dan, con un toque orientado hacia el ska. "Perfidia", un clásico de la bohemia compuesto por el chiapaneco Alberto Domínguez, basado en la versión instrumental surf del grupo The Ventures. Y así hasta el infinito, que aquí es ocho. ¿Quién puede dudar que la regeneración del rock en castellano está en las bandas sudamericanas? 

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1995 VAN MORRISON

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1995 VAN MORRISON

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ARTÍCULOS 1995


Van Morrison, en días como éstos

 

 

 

            No es que sea un tipo huraño. El negocio nunca ha ido con él. Aunque las discográficas tampoco tienen mucho que criticarle. No pueden vender su sonrisa -nunca la hubo- ni su imagen: sólo tienen su retrato con cuentagotas.

 

            En lo que realmente importa, su obra, no puede haber queja. Después de veinticinco discos, el balance es asombroso: su generoso abanico de sonidos condensa lo mejor de la música negra y las raíces irlandesas, afirmando una y otra vez su independencia y su intimidad frente a las redes y a las presiones de la industria y los medios de comunicación. Su palabra está en sus canciones, y cada disco es una demostración de como mantenerla intacta.

 

            La voz más negra del rock blanco, George Ivan Morrison, se encontró desde siempre en un mundo extraño, desde que nació en Belfast en 1945. Influenciado por el soul, el jazz y el rhythm & blues, es uno de los pocos artistas de rock que pueden exprimir el legado de un estilo personal y único, de notable influencia en los músicos de varias generaciones.

 

            Después de treinta años, el león de Belfast mantiene un rugido tan conmovedor como brillante, tanto en sus grabaciones como en sus apariciones en vivo, casi siempre tan imprevisibles como su carácter. Su singular voz es capaz de transmitir vibraciones sólo reconocibles en los cantantes de color.

 

            Sus orígenes musicales se remontan a los primeros años 60, pisando los escenarios antes de cumplir los quince años. Poco después formaba parte imprescindible de los legendarios Them, componiendo para ellos clásicos del rock como "Gloria", "Baby Please Don’t Go" o "Here Comes The Night".

 

            El mundo de las estrellas y los grupos de rock siempre le fue ajeno al irlandés errante. De ahí que el siguiente paso fuera tan lógico: enfrentarse sin acompañamiento a sus propios temores. En solitario llegaron un buen montón de discos, algunos tan imprescindibles como los dos primeros, Astral Weeks y Moondance, o el disco en directo del 73, It’s Too Late To Stop Now, uno de los trabajos en vivo más inquietantes que se puedan escuchar.

 

            Todo su repertorio puede ser visto como una unidad, resultado de un conglomerado de influencias: el mundo celta de sus antepasados, la expresividad del soul, el desarraigo de un mundo en descomposición y la inspiración de los poetas visionarios. Tan necesitado ha estado de encontrar un lugar propio que dio nombre a su propio mundo: Caledonia, un lugar imaginario donde dejar trazos de su tortuosa vida sentimental y de sus dudas espirituales, y que también sirvió par dar nombre a una de sus más famosas bandas de acompañamiento, la Caledonia Soul Orchestra.

 

            Desde el 89 no dejan de llover los clásicos: Avalon Sunset, Enlightment y el imprescindible doble álbum Hymns To The Silence, un apasionado recorrido por las calles y las emisoras de radio que fueron testigos de su adolescencia. A continuación hubo tiempo para el reencuentro con John Lee Hooker y el blues en Too Long In Exile y para un nuevo directo A Night In San Francisco. Incluso hizo un hueco el año pasado para supervisar su propio tributo, No Prima Donna.

 

 

            Days Like This es otra buena muestra de ese estilo único y de la continuidad de su obra en los 90. Esta vez la estabilidad sentimental se pregona desde la portada, al lado de la periodista Michelle Roca, su compañera desde el día en que se conocieron en una entrevista, y en viñetas soleadas como "Perfect Fit", "In The Afternoon" o el corte que le da título.

 

            En contrapartida, las dudas resurgen y oscurecen el tono, como en la dulce pero sombría "Underlying Depression" y en la triste "Melancholia". Entre los surcos también se puede rastrear la reafirmación frente a las dudas espirituales del pasado y la recuperación del gospel que acompañó parte del recorrido por los 80, como en "No Religion". Ray Charles tiene un nuevo homenaje en "You Don’t Know Me", un emocionado dueto de Van Morrison con su hija Shana. Y los clásicos son reincorporados al repertorio con la versión de "I’ll Never Be Free", una canción de los años 40.

 

            Puede que alguna de estas nuevas canciones se haya sumado ya a la interminable lista de canciones intemporales que llevan su firma. "Ancient Highway" parece ser aquí la se gana a pulso tal honor. Ocho minutos que envuelven una confesión espiritual sobre un excelso muro de misticismo celta: vientos desbocados, un órgano envolvente y coros casi celestiales.

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1995 URGE OVERKILL

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1995 URGE OVERKILL

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ARTÍCULOS 1995


Urge Overkill, sabor a cuero

 

                       

            Son los reyes del cuero. Negro, a poder ser. Lo llevan paseando por escenarios de medio mundo desde hace unos cuantos años. Quien haya tenido oportunidad de verlos en alguno de esos festivales veraniegos -Glastonbury, por ejemplo- sabe de lo poco que aparentan tomar su música en serio y la importancia que le dan luego a sus actuaciones.

 

            Son como una panda de amigos, que se pasean entre sus seguidores y comparten más de una copa con cualquiera, aunque luego el trío se convierta en una fiera de potente sonido guitarrero y una imagen un tanto hortera. El cuero y el plástico, amigo.

 

 

            Exit The Dragon es el cuarto disco de Urge Overkill y el segundo que graban para Geffen Records, tras Saturation, el álbum que les permitió salir de la segunda división a la que estaban destinados. Pero es que tenían una madrina de lujo, Chrissie Hynde, quien, además de tener algo más que una simple amistad con el bajista, se dedicó a pregonar por ahí que eran su grupo favorito.

 

            Y un padrino: Quentin Tarantino, el director de la película de culto Reservoir Dogs y de la polémica Pulp Fiction. Un buen día, cuando se paseaba por una tienda de segunda mano del rastro londinense, encontró un single olvidado de la banda con una versión de un tema de Neil Diamond en su cara B. "Girl, You’ll Be A Woman Soon" tuvo su hueco en la banda sonora de la segunda película de Tarantino y la actriz Uma Thurman, cuando le dieron a escoger una canción para hacer un muy particular karaoke en una de las secuencias claves, escogió esta canción.

 

            Nada volvió a ser lo mismo para Urge Overkill. Tocados por la casualidad y la mano de oro de Quentin Tarantino, aprovecharon su oportunidad grabando su nuevo disco, un cóctel más que potente de ironía y admiración hacia el rock más grasiento y clásico. Tanto que Nash Kato y sus chicos parecen haber utilizado mejor la tecnología del pasado que Lenny Kravitz y, además, con bastante más inspiración. Si es que hasta su "Somebody Else’s Body" suena más a The Kinks que cualquier canción de Blur.

 

Xavier Valiño

THROWING MUSES

El regreso eléctrico de Kristin Hersh

           

 

            La saga de las chicas de Boston parece no tener fin. Entre Kim Deal, Tanya Donelly y Kristin Hersh hay tantos lazos que es casi imposible seguirlos. El primero pasa por Throwing Muses. Allí coincidieron durante bastantes años Kristin Hersh y Tanya Donelly. Cuando Kim Deal decidió formar The Breeders como un proyecto paralelo a The Pixies contó con Tanya Donelly en su primera formación. Justo en ese momento, Tanya formó su propia banda, Belly, y con ello dejó solas a sus dos viejas amigas con sus propias aventuras. Leer más

THE CHARLATANS

The Charlatans, a mano armada

 

            Pesan lo años y pasan las modas. The Charlatans empezaron como cabeza visible del sonido Manchester, al lado de Stone Roses, Happy Mondays y tantos otros. Mientras los primeros se perdían con su vagancia en infinitos líos legales y los segundos se disolvían afectados por las sustancias prohibidas, The Charlatans seguían editando disco tras disco. Leer más

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