ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 STEREOLAB

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 STEREOLAB

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


Stereolab, pop envenenado

 

 

Poco a poco, a través de sus ocho discos anteriores, los principios inmovilistas, neo-marxistas y revisionistas de Stereolab han ido cediendo ante la influencia perniciosa del pop occidental. En Dots And Loops los arreglos lustrosos y las armonías veraniegas han acabado por apropiarse del terreno que casi tenían vedado.

 

Tampoco es que se hayan convertido en un Jamiroquai cualquiera. Han ido progresando lateralmente, incorporando un sonido más completo y muchos y diversos colaboradores a su caldero. Tanto que este noveno artefacto –(en seis años!- suena más accesible y arriesgado que Emperor Tomato Ketchup, mostrando que han aprendido también a reducir las diferencias entre sus momentos de pop perfecto y los experimentos hechos por pura diversión, tanto que en ocasiones es difícil separarlos.

 

Parte de la culpa la tienen los co-productores Mouse On Mars, que le han dado al disco un sonido orgánico y ligero de jungle ambiental, sin que se resienta la marca de estilo de la casa. Los ritmos de las máquinas han sido colocados de una forma sutil e inteligente. Como, por ejemplo, en "Prisoner Of Mars", una cancioncilla al estilo de Astrud Gilberto que a veces toma impulso para mostrar una base techno-rumba. O el paseo soleado de "Parsec", que pasa de ser una alegre samba al drum’n’bass, y vuelta a empezar.

 

 

Pero la verdadera pieza central es la épica "Refractions In The Plastic Pulse", con sus 17 minutos, en la que hacen honor a su legado experimental apilando todas sus urgencias más salvajes en un único monolito de bronca sonora. Y eso implica que quedan libres para ir directos a las joyas pop. Así, Dots And Loops se convierte en el más coherente, consistente y directamente accesible de sus trabajos. Y el más pop hasta el momento.

 

Por supuesto que ya tenían varias gemas pop, pero siempre mediante intentos construidos con cautelosa distancia y dulce subversión. Ahora, una vez superados ciertos prejuicios, Stereolab han creado una obra tropical, intoxicante y de sangre caliente. Lo que para ellos significa 20 años de trabajos forzados en un campo de concentración. Aunque para nosotros es, simplemente, su mejor disco.

 

Xavier Valiño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *