ULTRASONICA ARTÍCULOS 1995 URGE OVERKILL

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1995 URGE OVERKILL

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1995


Urge Overkill, sabor a cuero

 

                       

            Son los reyes del cuero. Negro, a poder ser. Lo llevan paseando por escenarios de medio mundo desde hace unos cuantos años. Quien haya tenido oportunidad de verlos en alguno de esos festivales veraniegos -Glastonbury, por ejemplo- sabe de lo poco que aparentan tomar su música en serio y la importancia que le dan luego a sus actuaciones.

 

            Son como una panda de amigos, que se pasean entre sus seguidores y comparten más de una copa con cualquiera, aunque luego el trío se convierta en una fiera de potente sonido guitarrero y una imagen un tanto hortera. El cuero y el plástico, amigo.

 

 

            Exit The Dragon es el cuarto disco de Urge Overkill y el segundo que graban para Geffen Records, tras Saturation, el álbum que les permitió salir de la segunda división a la que estaban destinados. Pero es que tenían una madrina de lujo, Chrissie Hynde, quien, además de tener algo más que una simple amistad con el bajista, se dedicó a pregonar por ahí que eran su grupo favorito.

 

            Y un padrino: Quentin Tarantino, el director de la película de culto Reservoir Dogs y de la polémica Pulp Fiction. Un buen día, cuando se paseaba por una tienda de segunda mano del rastro londinense, encontró un single olvidado de la banda con una versión de un tema de Neil Diamond en su cara B. "Girl, You’ll Be A Woman Soon" tuvo su hueco en la banda sonora de la segunda película de Tarantino y la actriz Uma Thurman, cuando le dieron a escoger una canción para hacer un muy particular karaoke en una de las secuencias claves, escogió esta canción.

 

            Nada volvió a ser lo mismo para Urge Overkill. Tocados por la casualidad y la mano de oro de Quentin Tarantino, aprovecharon su oportunidad grabando su nuevo disco, un cóctel más que potente de ironía y admiración hacia el rock más grasiento y clásico. Tanto que Nash Kato y sus chicos parecen haber utilizado mejor la tecnología del pasado que Lenny Kravitz y, además, con bastante más inspiración. Si es que hasta su "Somebody Else’s Body" suena más a The Kinks que cualquier canción de Blur.

 

Xavier Valiño

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