ULTRASÓNICA 1999 ENTREVISTA CON LOS BRUJOS

ULTRASÓNICA 1999 ENTREVISTA CON LOS BRUJOS

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1999


Los Brujos, toda una vida

 

 

                  Miguel Ángel Villanueva sabe de qué habla. A sus cuarenta y cinco años ha visto pasar por delante varias generaciones al mismo tiempo que él seguía componiendo canciones atemporales que sólo ahora ven la luz por primera vez en forma de disco grande. Una lástima que no sea más conocido, porque de verdad se lo merece.

 

Después de numerosos singles y participaciones en recopilatorios, aparece por fin el primer álbum de Los Brujos. ¿Cómo se ha desarrollado el proceso de creación del disco?

                  – Ha sido un proceso lento, ya que hay canciones relativamente recientes, pero también hay otras que tienen tres o cuatro años. Las canciones estaban ahí, y lo que hicimos fue una especie de selección de todo el material que tenía para dar una forma homogénea al disco.

 

¿Cómo has hecho esa selección?

         – Podría haber grabado un disco doble. Había canciones que me gustaban mucho, pero han quedado fuera porque estilísticamente no estaban en la onda de las demás. Me ha quedado mucho material en el tintero, pero espero poder darle salida algún día.

 

Parece que por fin hay una banda estable detrás de Los Brujos. ¿Cómo conectaste con ellos?

         – Me vine a Madrid durante seis meses precisamente para buscar a la gente adecuada. Cuando reuní al grupo, hicimos algunos ensayos y nos salieron algunos bolos, lo que nos ayudó a lograr la cohesión necesaria para que el disco sonara como tenía que sonar.

 

A pesar de que es un disco brillante y resulta bastante asequible al oído, las letras siguen manteniendo un tono intimista y no muy optimista…

         – Sí; la verdad es que la temática de las letras no es muy común en el rock, ya que yo no hablo de los temas clásicos, no menciono el tema de las chicas y, si lo hago, es muy de pasada… Son temas muy instrospectivos que normalmente te atañen muy de cerca.

 

¿Te atreverías a dar una definición de tu disco?

         – Eso es muy difícil; simplemente diría que es un disco de música pop.

 

Evidentemente es música pop, pero la verdad es que Los Brujos es un grupo muy abierto: lo mismo hacéis power-pop que pscodelia, garaje o tiempos muy poperos….

         – Efectivamente, y creo que si de algo estoy orgulloso en Los Brujos es que he hecho cosas muy diferentes en la forma, aunque en el fondo es clarísimamente lo mismo: música pop.

 

En cualquier caso, decir que haces música pop no clarifica mucho. ¿Cómo definirías tú el pop?

         – El pop para mí es la unión ideal del cerebro y el corazón. El cuerpo debería tener la fuerza y la visceralidad del corazón, junto con la creatividad y el ingenio del cerebro. En general, una canción pop se basa en una melodía teóricamente fácil de cantar pero que tiene creatividad y sentimiento… Dentro de eso, caben todo tipo  de arreglos y de ideas.

 

Siempre te has caracterizado por cierto inconformismo. ¿Se refleja eso en tu música?

         – Yo creo que sí. Siempre ha habido en Los Brujos una actitud de ir a contracorriente con respecto a lo que pasa en la escena nacional. Por ejemplo, aunque yo suelo cantar siempre en castellano, cuando hice la versión de Burning, para el disco de homenaje, hice una letra en inglés, porque sabía que, por una vez, todos los grupos iban a cantar en castellano… Es cierto que me gusta ir a mi aire, y musicalmente también se nota, porque aunque mis canciones tienen muchas influencias de los sesenta, me gusta meter guitarras muy saturadas sin que tengan que parecerse a los Posies.

 

¿Tiene eso que ver con tu interés por buscar siempre los temas más oscuros cuando, por ejemplo, te piden tu colaboración para un recopilatorio?

         – Hay dos o tres motivos para ello, y sí, el espíritu un poco guerrero que tengo. Pero también es porque esos discos te dan la oportunidad de dar a conocer canciones muy buenas que la mayoría de la gente no conoce.

 

¿Eres muy exigente con tu propia música?

         – Sí, quizá demasiado. Llevo un gran policía dentro. Creo que debería ser más elástico, porque a veces me quemo tanto los cuernos pretendiendo que todo sea perfecto que me bloqueo. Ésa es una de las razones por las que, a veces, he tardado tanto tiempo en sacar discos.

 

Dentro del panorama independiente, ¿crees que el pop de calidad sigue sin entenderse en este país?

         – Evidentemente, eso es cierto. Me parece sorprendente que, siendo mis canciones muy accesibles, melodías que cualquiera podría tararear por la calle, somos unos de los grupos que no conseguimos salir de las catacumbas, que nos conoce y nos valora gente más o menos entendida, pero ahí se acaba todo.

 

De lo que hayas escuchado últimamente, ¿hay algo que te haya sorprendido especialmente?

         – La verdad es que hace tiempo que no me sorprende nada, pero no en el sentido de que no me encuentre con buenos grupos. Lo que ocurre es que llevo mucho tiempo en este corral y tendría que pasar algo muy gordo para que realmente me sorprendiera. Sí hay muchos grupos con excelentes canciones. Creo que se ha ganado mucho en cantidad y en calidad, aunque quizá falte aquel toque mágico y aquel atrevimiento que había hace quince años para hacer cosas quizá mas personales.

 

En los últimos años has sacado discos con diferentes compañías. ¿Qué visión tienes de esa experiencia?      

         – Como se dice en estos casos, de todo se aprende. Todas ellas han sido positivas No puedo tener ninguna queja, y la verdad es que no hay ningún motivo especial para no haber repetido con ellos. Quizá el único motivo sea que Los Brujos tampoco somos un grupo convencional en ese aspecto.

Xavier Valiño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *