ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON MADONNA

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON MADONNA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Madonna, nueva espiritualidad

 

 

A Madonna le ha llegado la hora de poner en tela de juicio toda su carrera. Ray Of Light significa un acercamiento a otros mundos hasta ahora inexplorados en su carrera. “Si en medio de todo el caos hubo algún mensaje positivo, entonces he triunfado. Pero no es que sea muy divertido ser una rebelde o una pionera cuando te conviertes en la diana de los temores de todo el mundo. Tienes que ser increíblemente resistente, y hay veces en las que hubiera deseado no hablar tanto, porque me dejaba tan exhausta tener que defenderme todo el rato… Mirando hacia atrás, fue una gran lección para mí y muy liberador, porque cuando no eres popular y todo el mundo te ha dado la espalda, tienes la libertad de hacer lo que quieras y cuando quieras, sin tener que complacer a todo el mundo.”

 

Las primeras palabras de Ray Of Light dicen: “Cambié la fama por el amor sin pensarlo dos veces”. ¿Sigues manteniendo la misma ambigüedad sobre la fama y su precio?

– Así es. No voy a decir que ser famosa es lo peor que me ha sucedido pero, por otra parte, es una cruz con la que tengo que cargar. No cambiaría mi vida por nada: he sido bendecida con tanto, he tenido tantos privilegios, pero ser famosa es como la agonía y el éxtasis. Conoces a gente y tienes experiencias que nadie más llega a tener pero, a la vez, no  puedes ser anónima. Lo que tengo claro es el papel que ha tenido en mi carrera y que al principio lo ensombreció todo. Creo que ahora tengo una mejor perspectiva que la que nunca he tenido. Me he dado cuenta de que la aprobación, los titulares, ser popular y amada por la gente de una forma universal no es en absoluto un sustituto de ser amada realmente. Pero si tienes que buscar un sustituto, ése es el mejor que hay.

 

También hay otra frase que dice: “He tenido tantos amantes que vinieron deslumbrados por la fama”. ¿Fue un descubrimiento deprimente?

– No se trata de decir que sólo les atraía por eso, pero reconozco que había una gran parte. El poder es un gran afrodisíaco y la celebridad también. Pero no me siento decepcionada por ello.

 

Una vez dijiste que el rechazo es un gran afrodisíaco. ¿Necesitas tantos?

– Todo el mundo los necesita. Hablo por todo el mundo. Quiero decir, el rechazo, ¿no quieren todos aquello que no pueden tener? Eso es lo que quieres para los momentos de locura fugaz, luego te despiertas, te aclaras y sigues con tu vida.

 

¿Y es la convicción de que nunca encontrarás una alma gemela algo que te persigue?

– Lo ha sido. Cuando piensas en lo que hago y la clase de vida que llevo y el hecho de que soy famosa, no creo que sea un estilo de vida atractivo para la gente, a menos que les guste la idea de llamar la atención, a menos que sean muy superficiales. Estoy en una situación muy extraña. El bagaje que traigo conmigo es demasiado, y se necesita ser alguien fuerte y con coraje para tener una relación conmigo. A veces parece imposible, momentos en que pienso olvidarlo para siempre.

 

“Nothing Really Matters” parece ser sobre tu hija, Lourdes. ¿Estás tratando de decir que éste es el primer amor puro de tu vida?

– Sí, es totalmente puro. No sabe que soy famosa, no tiene ni idea. Y se trata de un amor completamente incondicional, lo que yo nunca conocí porque crecí sin una madre, que murió de cáncer cuando tenía 6 años. Tuve un padre, sí, pero el amor de una madre es diferente. Tuvo un gran impacto en mí, y supongo que lo mismo le ha pasado a alguien que tiene hijos. Cuando tienes un hijo tienes que salir de ti misma. No puedes sentarte a sentir pena de ti misma o sentir que eres una víctima de una forma u otra. Ves la vida desde una perspectiva totalmente diferente.

 

¿Te sientes avergonzada por alguna de las portadas de tus discos?

– Son un mapa de mi vida. Pero cuando veo alguna de mis antiguas fotos pienso que alguien me tenía que haber arrestado y prohibirme alguno de aquellos peinados. Todos los errores son crueles, tienen una parte buena y otra mala. Todo el mundo critica ahora los 80, pero yo pienso que fueron fabulosos y seguro que Boy George está de acuerdo (riendo).

 

En muchas de tus canciones parece que ves la pista de baile como un poder mágico.

– La pista de baile era un lugar bastante mágico para mí. Empecé queriendo ser bailarina, así que tuvo bastante que ver. La libertad que siento cuando bailo, la sensación de que no habitas en tu cuerpo, dejándote ir, expresándote a través de la música… Siempre me pareció un lugar mágico, incluso aunque no tomes éxtasis.

 

A pesar de que la gente lo tomará mientras escuchan Ray Of Light.

– ¡Pero si el éxtasis ha estado ahí cien años! Ya estaba cuando yo iba a las discotecas. ¿Qué tiene de grande? Creo que el nuevo disco sonaría muy bien colocado. Llevé algunas mezclas a la discoteca Liquid de Miami y los disc-jockeys se volvieron locos con ellas. Realmente te puedes imaginar lo que sería estar colocado y escuchándolo. Pero ahora tengo que conseguirlo limpia. Tengo una niña y no puedo hacer esa clase de cosas.

 

Eres la Henry Rollins del pop, ¿no?

– Es la segunda vez que me lo dicen. Interesante. Lo conozco y es brillante. Su mente trabaja a la velocidad de la luz. (Distraída). ¿Qué es ese ruido? ¡El espíritu de Henry Rollins en la habitación! Bien, se me ha acusado de ser una adicta al trabajo, pero al menos soy productiva en mi locura.

 

Supongo que no lo seguirás musicalmente por ser demasiado “masculino”.

– Bueno, de hecho iba a ir a ver a The Verve, pero enfermé y no pude salir. Mi amiga se enfadó conmigo. ¿Cuál era el rumor? Que no dejaban entrar a gente famosa en los camerinos. ¡Típico! Siempre he estado más interesada en el dance, funk, rhythm & blues y el hip-hop. Ése es mi terreno, pero crecí escuchando a Led Zeppelin y hay algunas cosas de rock que me gustan.

 

¿Qué? ¿Led Zeppelin?

– Sí, y tan pronto como escuché el nuevo disco de The Verve me volví loca. Creo que puse “Bitter Sweet Symphony” tantas veces que hice que el productor William Orbit acabara vomitando. Después los descubrió todo el mundo y ya no pude escucharlos más. Pero siempre pasa igual, ¿no? Te gusta algo y, cuando se vuelven famosos, te dices que eran sólo para ti, que eran tu grupo.

 

Hay un buen montón de referencias al agua en este disco.

– Bueno, el agua es el gran elemento curativo. Hay agua en el nacimiento y en el bautismo, y cuando tomas un baño o te metes en el mar hay esa sensación de limpieza, esa sensación de empezar de nuevo. Ser nuevo, ser curado. Eso es algo así como lo que está pasando en mi vida, y estoy explorando ese elemento en mi forma de componer.

 

“Swim” habla de la redención. ¿Por qué estás tan preocupada por ello?

– No se trata sólo de mí. También pido a los demás que busquen la redención. Porque se trata de una respuesta a lo que está sucediendo en el mundo.

 

¿Y qué es lo que sucede?

– (Sarcásticamente) ¿Quieres decir además de la próxima colección de moda de Galliano? Bien, veamos. Muchas cosas me preocupan. Supongo que la principal es la obsesión de la gente con la negatividad. La gente está demasiado amargada y tiene demasiada envidia de cuando a los demás les va bien. Antes solían hablar más entre ellos, tenían más recursos y eran más creativos. Pero la televisión y los ordenadores, esta sociedad instantánea en la que vivimos, le ha quitado esa capacidad a la mayor parte de la gente. Hay demasiada gente resignada a lo que les ha tocado en su vida.

 

¿Por qué piensas así ahora?

– Puede que la misma clase de horrores siempre hayan estado ahí, en el mundo. Tal vez yo les preste más atención ahora. Pero me parece que hay comportamientos más extremos a medida que nos acercamos al año 2000. La gente parece estar divida en dos campos: por una parte, la gente que busca un anclaje espiritual, que trata de hacer crecer su concienciación y descubrir el significado más grande de la vida, no simplemente que aquello de ‘estoy aquí para hacer un montón de dinero y pasar un buen rato’; por otra parte, me parece que siempre estoy leyendo noticias sobre adolescentes matándose entre ellos o padres que matan a sus hijos.

 

¿Alguna vez has sentido la desesperación total?

– ¡Si soy la reina de la desesperación! ¡Lee las letras de mis canciones! Me siento desesperada tantas veces… pero tengo buenos mecanismos de supervivencia. No importa lo malo que llegue a ser, siempre hay algo que me impide ver la vida como algo sin esperanza. Todavía doy rienda suelta a la melancolía muchas veces.

 

¿Cómo te sobrepones en esos momentos?

– A veces me pongo a componer. Paso mucho tiempo con gente que sé que me ayudarán a salir de ahí. Mi hija o amigos que me dicen lo estúpida que estoy siendo.

 

Después de tantos titulares, ¿te sientes triunfadora de algún modo?

– Supongo que sí. Si en medio de todo el caos hubo algún mensaje  positivo, entonces he triunfado. Pero no es que sea muy divertido ser una rebelde o una pionera cuando te conviertes en la diana de los temores de todo el mundo. Tienes que ser increíblemente resistente y hay veces en las que hubiera deseado no hablar tanto, porque me dejaba tan exhausta tener que defenderme todo el rato. Mirando hacia atrás, fue una gran lección para mí y muy liberador, porque cuando no eres popular y todo el mundo te ha dado la espalda, tienes la libertad de hacer lo que quieras y cuando quieras, sin tener que complacer a todo el mundo.

 

Así que crees en el progreso.

– Seamos claros: todo lo que he mantenido durante estos años, la gente ha acabado por aceptarlo. Hoy no suena tan raro, así es como somos, cada década somos más abiertos. La homosexualidad ya no es un debate en la cultura pop, pero hace diez años sí lo era. Hemos recorrido un largo camino, pero yo también he cambiado. Claro que creo en el progreso. Eso es por lo que estamos aquí: para transformarnos nosotros y a otra gente. Es la naturaleza de nuestra especie: progresar.

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