Truelove’s Gutter

Truelove’s Gutter (Mute-Virgin/EMI, 2009)

 

Como ya habíamos adelantado ayer, y acompañando a la entrevista que publicaremos mañana sábado, escogemos los tres discos esenciales de Richard Hawley. Aquí el segundo, Truelove’s Gutter.

Podría haber optado por repetir la fórmula hasta el infinito, sabiendo que es infalible en esas canciones de crooner que le deben bastante a los años 50. Seguramente lograría un buen disco nuevo, sin más, como su precedente Lady’s Bridge (2007), que sin embargo lo había abocado a un callejón sin salida. Por suerte, Hawley optó por arriesgar en su sexto álbum, en el disco menos suyo –aparentemente–, llevando sus ocho canciones al límite, estirándolas, probando instrumentos atípicos, creando atmósferas más que singles de éxito, virando a sepia su encarnación anterior.

Se entiende que Scott Walker reconociese su admiración por la obra del de Sheffield. Y aunque esa devoción, expresada en carta dirigida personalmente a Hawley, le llegase un par de años antes, este es su álbum que mejor entronca con los de Walker. Puede que sea su disco menos asimilable en su primera escucha, pero sí es el que más recompensa a largo plazo y, por ello, un hito en su discografía.