THE KINKS

The Kinks, ajuste de cuentas

 

Con más de 30 años manteniendo alto el nombre de su banda, Ray Davies vuelve a sentir ahora una pasión juvenil y una renovada creatividad. Mucho tiene que ver en ello la publicación de To The Bone, un doble disco con todas sus grandes canciones, que ha significado también su recuperación entre la crítica. The Kinks pueden presumir de no haber renunciado a sus principios en ningún momento y de contarse entre las principales influencias de un buen montón de bandas, juntando en sus declaraciones a antagonistas como Blur y Oasis. O sea, que se tienen más que ganado el derecho a envejecer junto a sus criaturas. Mientras, prometen nuevos proyectos.

 

To The Bone es una marcada celebración de los treinta años de carrera de los Kinks. Esta colección de dos compactos incluye nuevas grabaciones en directo de 27 temas clásicos de la banda, que van de temas con un sonido más acústico de lo que era su versión original a interpretaciones completamente eléctricas, más dos canciones totalmente nuevas, escritas por Ray Davies y grabadas en el estudio: «Animal» y la que da título al disco, «To The Bone».

 

To The Bone es, probablemente, lo más cercano que tendremos a un set completo de los Kinks», comenta Ray Davies. «Es definitivamente algo a destacar para nosotros. Nunca antes ha existido tan amplio espectro de canciones de la banda juntas en un sólo disco y hay muchas canciones que el público considera que son el mejor trabajo que hemos hecho nunca, así que este álbum es muy emotivo para mí. Empezamos a grabarlo hace dos años y ha tenido que ser un disco muy especial para mantener mi atención durante tanto tiempo.»

Entre los temas recogidos hay clásicos de varias épocas. Empezando por los 60, donde tuvieron mayor influencia, con «You Really Got Me», «All Day And All Of The Night», «Lola», «Sunny Afternoon»…, y con lugar para un repaso por los 70 -«Celluloid Heroes», “The Village Green Preservation Society»- y los 80 -«Come Dancing», «Better Things», «Don’t Forget To Dance»-.

 

«Para mí, la canción más significativa de todo el álbum es «I’m Not Like Everybody Else», asegura Ray, dando alguna explicación sobre la canción que se convirtió en un himno de afirmación generacional en 1964. «Dice mucho del grupo y de mi mismo. No es una letra genial, pero funciona y transmite un mensaje de credibilidad. Cuando se grabó esta canción por primera vez no habíamos llegado a atravesar todas las cosas por las que pasamos después, y creo que esas experiencias pulen mucho las letras.»

 

La tenacidad de la banda en contra de todo ha sido recompensada últimamente con un mayor conocimiento del público más joven, mayor atención por parte de los medios y veneración por la nueva generación del pop británico, desde Blur -auténticos clones en algunos discos- hasta Oasis, pasando por Pulp.

 

«Pensé largo y tendido sobre este disco, sobre lo que quería que dijera del grupo», continúa Ray Davies. «Creo que se desprende un montón de atractivo emocional de lo que los Kinks hacen en el escenario. Es algo que se extrae fuera de la habilidad musical. Como grupo, los Kinks siempre se las han arreglado para transmitir un poco más de lo que decían las letras y creo que eso se refleja bastante bien en To The Bone«.

 

Pero Ray Davies no se conforma con estas actividades. En 1985 escribió y dirigió la película Return To Waterloo. Un año más tarde participaba como actor en Principiantes, al lado de David Bowie o Patsy Kensit. Hace poco, en 1992, dirigió un documental sobre Charles Mingus, durante la producción de un álbum en su homenaje, y también la banda sonora de la película de John Carpenter El pueblo de los malditos.

 

Y no acaba ahí la cosa. «Este trabajo precede a un período en mi vida de intensa actividad. Después de la publicación del disco haré otra gira en solitario en la que incluiré algunos de mis temas favoritos y otros nuevos. También tengo proyectado la publicación de otro disco semi-autobiográfico en solitario que incluirá material sacado de esos conciertos y, más tarde, un musical inspirado en la canción «Come Dancing».  

 

De todas formas, de lo que está más satisfecho es de proyectos como To The Bone, un buen testamento de la capacidad y diversidad de los componentes actuales del grupo, que recupera a músicos que han tocado con la banda en el pasado.

 

«Creo que este disco muestra a una banda que todavía se emociona tocando. No tiene tanto que ver conmigo como compositor, tiene más que ver con el grupo. No son sólo los chicos sentados tocando; es más una actitud en la que todos participamos y ésa es la principal razón por la que existen los grupos. Hicimos un par de festivales en Europa el pasado verano y fueron algunos de los mejores conciertos que esta banda ha hecho. Realmente tengo el sentimiento de que los Kinks deben ascender a un nuevo nivel creativo.»

 

Tal vez por ahí se vislumbre una continuidad. «Pienso que hemos encontrado un camino para utilizar lo mejor del pasado de los Kinks como un trampolín para avanzar hacia adelante», concluye Ray Davies. «Realmente siento que hay algo potencialmente grande en el horizonte para nosotros.»

Xavier Valiño

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