THE FUGEES

The Fugees, refugiados del hip-hop

 

Las canciones de The Score, a pesar de deberse a un estilo tan definido, poseen personalidad propia, suficiente como para prestarles más de un minuto de atención. «Fu-Gee-La» o «The Mask» son firmes muestras de ritmo que demandan el más absoluto respeto, extendiéndose a lo largo del espectro de los géneros musicales negros, desde el rap más revolucionario hasta el soul más astuto, pasando por la forma más simple del reggae. Los Fugees encarnan alguna de las claves de lo que debe ser el hip-hop, aunque también alguna de sus contradicciones. De todas formas, si algo no se les puede negar es su capacidad para acercar a las listas de éxito el rap menos revolucionario de los últimos tiempos, sin por eso parecer MC Hammer. Todo un logro.

 

«Estaba un día viendo a un cómico», relata Wyclef ‘Clef’ Jean, el guitarrista orgulloso de tener en sus venas sangre haitiana y de ser hijo de un pastor, «y éste hablaba sobre los raperos, diciendo que a lo único a que se dedican es a sostener un micrófono y a pasearse por ahí agarrándose los… Nuestra intención es demostrar a la gente que hay algo más en el hip-hop de lo que se creen. El sonido, el estilo y el espíritu de los Fugees, va a disipar, sin duda alguna, el típico estereotipo de la imagen ‘oca pelotas’de los raperos para crear modernas melodías urbanas».

Completando las dos terceras partes restantes de los Fugees están Lauryn ‘L’ Hill, cantante femenina de rap de origen afro-americano y dulces registros, y Prakazrel ‘Pras’ Michel, un asombroso acróbata vocal. «Los Fugees han hecho mucho para cambiar la dirección del panorama del hip-hop. Tenemos un álbum de debut de 1993 en el sello Ruff House/ Columbia, distribuido por CBS, titulado Blunted On Reality. Antes nos llamábamos los Translator Crew, nuestro nombre hasta que fuimos fichados». Ya entonces  brillaba una mezcla cruda y ardiente de funk acústico bastante inusual hasta la fecha en el rap. «La mezcla es enfermiza, mortal y poderosa», comenta Clef. «Esto es lo que necesitaba el hip-hop para que la música ascendiese de nivel. Que pudieras coger una guitarra o cantar sin tener que hacer frente a nada por ello».

 

«Pras y Lauryn fueron al mismo instituto, formaron una banda y empezaron a pelearse a diestro y siniestro con la gente mema. Yo me uní al redil y el grupo siguió combatiendo a bobos de uno y otro instituto. Como dice el dicho: «El ganador se lo lleva todo», explica Clef. «Seis o siete años más tarde, entramos en el estudio para grabar nuestro segundo álbum como Fugees. La palabra es el diminutivo de refugees -refugiados-, un símbolo para el refugio que cada uno busca en su mente. También está el hecho de que en los USA existe un buen número de haitianos desplazados hasta aquí en busca de asilo político o social; el término refugee es a veces utilizado como un término para retratar a los haitianos en general. De todas maneras, el grupo lleva su apodo como un símbolo de honor».

 

Antes de Blunted On Reality los miembros de esta banda fundada en Nueva Jersey no eran más que tres chavales que trabajaban y ahorraban con una febril determinación, soñando con la gran oportunidad. «Tenía quince años y trabajaba en algunas series de televisión para sacar algo de dinero», contesta la veterana actriz Lauryn, quien también ha estado en algunas representaciones teatrales, incluyendo Sister Act II al lado de Whoopie Goldberg, y que también está matriculada en la Universidad de Columbia en Nueva York.

 

Cuando se les pregunta por los primeros y duros tiempos, Lauryn recuerda que «Wyclef estaba tan decidido a dedicarse a la música que solía ayudarle de vez en cuando para que pudiese adquirir algo más de equipo. Con el paso del tiempo llegó a completar un estudio de sonido». Ese estudio y la sensación que emana de él fue crucial para los Fugees. «Siempre hemos sentido vinculación con Tuff Gang», dice Lauryn, quien es la que ecualiza y traza las producciones caseras realizadas en dicho estudio, compartiendo la opinión que tenía Bob Marley sobre del lugar sagrado de grabación. «En el sótano es donde empezó el sonido Fugee; aún hoy en día se sigue creando en el sótano aunque llegue a todos los confines del mundo».

La remezcla hecha por Salaan Remi de «Happy Heads» se convirtió en un éxito de las listas de ventas y en la radio, que ayudó a esparcir la lógica Fugee de una manera más convencional sobre las almas más bailarinas del país del rap, quienes aún no estaban preparadas para sus enormes y refinadas habilidades sónicas. Entre tanto, los Fugees salieron de gira por el mundo, perfeccionando sus habilidades, mientras salpicaban su ragga-rock’n’roll y su poético gospel sobre las mentes de sus nuevos apóstoles, labrando el camino para su siguiente LP The Score (Ruff House/Columbia-Sony). «Como una película sonora». Así es como define Lauryn el alcance del segundo disco de la banda. «Es igual que como era la radio allá en los años 40. Narra una historia con pequeños cortes y arranques en la música. Es casi como la versión hip-hop de Tommy, como lo que hicieron los Who por el rock’n’roll«.

 

The Score es justamente eso, una obra de teatro del gueto con un buen guión para el que los seguidores del hip-hop y la mayoría de los amantes de la música de sangre caliente en general están por fin preparados». Los Fugees en directo poseen la misma fuerza que un Michael Jordan en una cancha de baloncesto o que Malcolm X hablando detrás de un púlpito al público del barrio de Harlem. «La gente mira, escucha y lo estudia todo, para terminar sobrecogidos. Demasiados conciertos de rap se reducen a una puesta en escena repetitiva y demasiada pomposa».

 

Los Fugees, en la misma tradición de los grandes del rhythm and blues, convierten su música en una serie de epifanías cargadas de alma en sus interpretaciones sobre el escenario. «En un concierto de los Fugees podrás contar con las siguientes sorpresas: me podrás ver tocar el acordeón, me podrás ver a los teclados, puede que veas a Lauryn coger una guitarra, a Pras engancharse a la guitarra, sabes que va a ser real. Creo que los Fugees se han hecho un lugar en los dos últimos años en el hip-hop y nada de lo que hemos conseguido ha sido gratis. He visto como la puesta en escena de mucha gente mejoraba después de haber tocado con nosotros».

 

The Score fue producido por lo que llamamos el campamento de producción Fugee: Lauryn y Wyclef  manejaron el grueso de los ritmos, mientras que Prakazrel y su primo Jerry se encargaron de la coproducción. “El resultado te sacude como un pelotazo de un jugador de béisbol lanzado de manera truculenta. Nuestro pinchadiscos -toda una personalidad de la vieja escuela del hip-hop, Red Albert-, va introduciendo los personajes y la trama general de la historia, y volverá a aparecer esporádicamente aquí y allá para guiar al espectador por el mundo a través de los ojos del grupo».

Xavier Valiño

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