THE BRA

The Bra

Veit Helmer (Puntal Films)

 

 

Por supuesto que no resulta complicado resumir el argumento de esta película tan especial equiparándola a la fábula de Cenicienta, en este caso con un maquinista de tren jubilado como el príncipe y un sujetador en lugar del zapato. Pero hay más, mucho más, en la aparentemente excéntrica The Bra.

 

Al igual que The Artist, con la que comparte una cierta alegría de vivir, se trata de una cinta muda a la que no le pesa en absoluto su formato. Como ya sucediera antes con películas como Delicatessen, Amelie o las rodadas por Jacques Tati, las localizaciones y los personajes no son fáciles de ubicar físicamente, pero consiguen conectar a un nivel emocional y sensorial apoyándose especialmente en la fotografía del lugar y su banda sonora.

 

En este caso, ese inverosímil pueblo cortado en dos por las vías de un tren existe realmente y se encuentra en Bakú, Azerbaiyán, con buena parte de sus vecinos convertidos en extras del film. Ubicado en ese escenario inigualable, la peripecia del maquinista con las mujeres que se van encontrado adopta la forma de un relato cargado de gags visuales, miradas y gestos que lo dicen todo, pero sin perder ese tono íntimo e ingenuo que acaba por hacerla encantadora.