TEENAGE FANCLUB BANDWAGONESQUE

 

TEENAGE FANCLUB: Bandwagonesque (Creation-Sony, 1991)

 TEENAGE FANCLUB - Bandwagonesque

         1991. Cuatro chavales de Glasgow, fría y desagradable ciudad industrial escocesa, dan a la luz uno de los mejores discos de guitarras de todos los tiempos. ¿Cómo? ¿De dónde salen? ¿Cuál es su bagaje? Nada, salvo un discreto disco hecho de canciones a partir de retales de distintos singles, podía preparar para lo que estaba por llegar. Y lo que llegó se llamó Bandwagonesque. Sólo por un disco así, todo el legado de Creation cobra sentido. 

            En aquel momento, a Teenage Fanclub se les emparentaba con una naciente generación independiente que tenía en Sonic Youth y The Pixies su máximo referente. Lo de los escoceses, en este primer disco casi exclusivamente, podría emparentarse con algo de la distorsión de Dinosaur Jr. –quien sí tenía bastante que ver con los dos grupos citados anteriormente- y con su antecesor directo, Neil Young –a quien Teenage Fanclub dedicarían toda una canción con su nombre más adelante-. 

            Pero lo más sorprendente es que el grupo, recién nacido, sonaba a clásico por los cuatro costados. Sus referentes más evidentes, desde la primera canción compuesta, tienen que ver con la letra B, con muchas bandas que en su día escogieron un nombre que empieza con esa letra: The Byrds –en primer lugar, y hasta hoy, en el 2000, algo que su recién publicado Howdy! vuelve a corroborar una vez más-, Beach Boys, Big Star, The Beatles… Y en una época en la que hacer canciones de amor parecía una herejía, Teenage Fanclub se enfrentaron al mundo armados de tanta sencillez que acabaron desarmando al más pintado.

            Desde luego, arrojo no les faltó: en los primeros diez minutos de su disco habían caído ya referencias a Big Star, los Beach Boys, Badfinger o las frambuesas. Metieron un riff tan potente como el de “Satan” entre dos de los momentos mejor construidos en el pop de guitarras de los 90, “Concept” y “December”, sus grandes momentos en este álbum junto a “Alcoholiday” y “Star Sign”. Se atrevieron a mencionar un buen montón de veces a bandas heavy sin la menor relevancia, dedicando toda una canción a una de ellas: aquella línea que decía: “Ella viste de cuero a donde quiera que va / dice que va a comprar algunos discos de Status Qu o” está entre las más míticas de los últimos años. Además, pusieron un sencillo pero impactante dibujo de una bolsa de dinero en la portada de su debut distribuido por una multinacional -¿referencias a Nirvana, o qué?-. Y, por si fuera poco, cerraron su disco con una canción que podía haber sido todo un éxito en la mezcla de guitarras y ritmos de baile si se hubieran molestado en ponerle letra. Irrepetible, cuando menos.  

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