SUROESTE DE CUBA EN BICICLETA, CUBA

Suroeste de Cuba en bicicleta, la ruta más espectacular

 

En el país de los mil atractivos turísticos, seguramente el suroeste sea el gran desconocido, el gran secreto por descubrir. Aquí, entre montañas imponentes, pequeñas aldeas tranquilas y monumentos y lugares que recuerdan el pasado, todavía es posible sentir la aventura.

Como mucho, algunos se adentrarán en Sierra Maestra o hasta Playa Los Colorados, justo donde Fidel Castro desembarcó desde México con el Granma para extender la revolución. Sin embargo, en la parte que se extiende por el sur de Cuba, al occidente de Santiago, se encuentra la que puede considerarse sin duda ruta más espectacular del país, perfecta para cubrir en bicicleta.

 

La travesía circular desde Santiago de Cuba que aquí se propone tiene una duración de 500 kilómetros que se pueden completar en tres días en motocicleta, o entre 5 y 7 días en bicicleta, dependiendo de las aptitudes y las necesidades de cada cual. No es posible hacerla en coche, por cuanto la carretera de la costa es casi inexistente en muchos tramos, debido a que los huracanes la han destrozado, y porque es preciso vadear un par de puentes impracticables.

 

Ése es uno de los grandes atractivos, la práctica inexistencia de coches en gran parte del camino, con unos paisajes prácticamente inalterados, que circula entre la Sierra Maestra y el Caribe. Otro sería una ruta llana en gran parte, perfecta para las dos ruedas. Aunque se puede hacer en dos direcciones, lo mejor sería empezar por el interior y volver por la costa para evitar el viento de cara. 

 

En el primer día se cubrirían unos 124 kilómetros entre Santiago de Cuba y Bayamo. Aunque es casi todo llano, salvo unas pequeñas cuestas al inicio, si la distancia impone, se puede partir en dos jornadas, con parada en algún punto intermedio, como, por ejemplo, el Hotel Mirador Valle de Tallabe, después de pasar Palma Soriano; también es posible hacer la primera parte en bus desde Santiago y bajarse para montar en la bicicleta cuando apetezca.

 

Como el resto de los días, conviene aprovisionarse bien antes de salir, con agua, fruta y algún tentempié para el camino, y, sobre todo -lo más importante- empezar temprano. En esta primera jornada, el camino cruzará paisajes rurales, con numerosas plantaciones, y siempre con la vista de las cimas de Sierra Maestra al sur.

 

A 15 kilómetros de Santiago está el primer punto de interés, en el desvío hasta la Iglesia de la Caridad del Cobre, un lugar con mucho apego entre los cubanos. Más adelante, en el km. 53 se puede visitar un pequeño y hermoso cementerio en el pueblo de Arroyo Blanco. Ya en el km. 90, una gran señal da la bienvenida a la provincia de Granma.

 

Bayamo, también conocida como “La Heroica” o “La Casa de la Nacionalidad Cubana”, fue el lugar de nacimiento de la figura clave de la independencia, Carlos Manuel de Céspedes. Los lugares de interés están entre el Parque Céspedes (la heladería Tropi Crema es el lugar de reunión de la localidad) y la Plaza del Himno, con la Casa de la Trova (Marquí esquina con Maceo) muy cerca. 

 

Además de numerosas casas particulares, ansiosas por captar clientes, el Hotel Royalton (Maceo, 53) y el Hotel Escuela Telégrafo (Saco, 108) pueden servir de alojamiento en la ciudad, mientras que Villa Bayamo y el Hotel Sierra Maestra se encuentran en las afueras, ambos con piscina. Para comer se puede elegir entre La Sevillana (Calixto García, 171), Paladar el Polinesio (Parada, 125) y La Bodega (Plaza del Himno Nacional, 34).

 

Los 68 kilómetros del segundo día entre Bayamo y Manzanillo se vuelven más tranquilos y asequibles que el recorrido del día anterior, entre campos de caña de azúcar, plantaciones de bananeros y pequeñas granjas de ganado. Manzanillo, la ciudad que estuvo dominada en el siglo XVIII por piratas y contrabandistas, fue a principios del siglo XX centro de la difusión del organillo entre las bandas rumberas cubanas, y hoy es un puerto pesquero centrado en la captura de langosta y gambas.

 

Además de dos o tres casas particulares, de las que la de Adrián y Tonia (Mártires de Vietnam, 49) es la más agradable, la otra opción para alojarse es el Hotel Guacanayabo (avenida Camilo Cienfuegos). Entre los restaurantes más recomendados, el 1800 (Merchán, 245) y Las Américas (Parque Céspedes).

 

Ya en la tercera jornada, tres opciones se presentan al iniciar la ruta: se puede ir desde Manzanillo hasta Niquero (73 kms.), seguir hasta Playa los Colorados (92 kms.) para conocer el lugar del desembarco del Granma, en una zona con los acantilados más hermosos del Caribe, o continuar hasta Punta de Piedra (98 kms.), para pasar la noche en la encantadora Villa Turística Punta de Piedra, con restaurante y piscina. 

 

En Niquero, una población con casas de estilo colonial francés, similar a Nueva Orleáns, y con las oficinas del Partido Comunista en un impresionante edificio art nouveau, hay un hotel del mismo nombre. Si se opta por la segunda opción, habrá que dormir en el Campismo Los Colorados.

 

Por el camino hay varios puntos de interés: un criadero de cocodrilos, a 8 km. de Manzanillo; la finca La Demajagua, donde Céspedes y sus esclavos iniciaron la lucha por la independencia, 3 km. después; y en Media Luna, a unos 38 km. al sur, la casa de Celia Sánchez, heroína de la revolución y probablemente la mujer más importante en la vida de Fidel Castro.

 

Justo antes de llegar a Punta de Piedra se cruza Sierra Maestra, con una bajada espectacular de 4 kms. con el Caribe de frente que lleva al nivel del mar. La cuarta etapa irá ya pegada a la línea de la costa y la distancia dependerá de dónde se haya pasado la noche anterior: 131 desde Playa los Colorados, 110 kms. desde Niquero o 62 desde Punta de Piedra. 

 

En esta ocasión, la carretera sigue la costa rocosa como una montaña rusa, a través de onduladas montañas, bahías ocultas y rompientes olas. No hay prácticamente población alguna a la vista, salvo alguna casa de pescadores, ni tráfico, pero sí numerosas calas y algunas empinadas pendientes en las faldas de los montes de Sierra Maestra, que luego se precipitan abruptamente de cabeza al Caribe. La sensación de estar solo, perdido en el universo, es la que acompaña al viajero.

 

En muchos tramos el asfalto ha desaparecido, devorado por los huracanes, con lo que sólo queda seguir la ruta improvisada  entre la arena o sobre las piedras, vadeando ríos sobre los que se yerguen puentes impracticables. Se trata de la jornada más exigente y, también, la que más recompensas proporciona. Seguramente, no hay ruta en bicicleta igual en todo el mundo. 

 

Al final del día, el Campismo La Mula espera para el merecido descanso. Desde allí, si se cuenta con más días, es posible ascender a la cima de Pico Turquino (el más alto de Cuba, 1.972 metros) e, incluso, seguir al Alto del Naranjo y la Comandancia La Plata, el lugar central de los revolucionarios en estas montañas hace unos 60 años. La ascensión se inicia 12 kms. antes del campismo La Mula, en el centro de recepción Las Cuevas, donde a veces se permite también acampar. 

 

La última jornada lleva del Campismo La Mula de vuelta a Santiago de Cuba a lo largo de 115 kilómetros también espectaculares, con ascensiones ocasionales y excitantes descensos, jalonados por numerosas y aisladas playas en las que parar a reponer fuerzas.

Los primeros 40 kilómetros hasta Chivirico son los más solitarios. Si se desea partir la etapa en dos, una vez pasada esta población, a unos 4 kms., se puede dormir en el Motel Guama. Más adelante, se pasa por El Francés, donde se puede ver un hotel de recreo para los militares cubanos. El resto, después de lo vivido en las jornadas anteriores, no sorprenderá a nadie: una carretera a menudo complicada y con algún que otro vehículo. Aún es Cuba, todavía hay escasa circulación, el mar acompaña la ruta, pero no es posible olvidar todo lo que queda atrás.

Guías:

– Bicycling Cuba, de Wally y Barbara Smith (en inglés): explicación detallada de la ruta en bicicleta de 5 días.

– Moon Cuba (en inglés): la más recomendable.

– Lonely Planet (en español)

(Cuba, 2008)

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