STEREOLAB LIVE 2008

Stereolab en concierto

 

Por pedir, sólo me cabe pensar que “Brakhage” o “Les Yper Sound” podrían haber estado en el repertorio para que no tuviera ya la más mínima discusión, o que el sonido hubiera sido un poco más diáfano. Porque todo lo demás salió mejor de lo esperado, mejor de lo acostumbrado últimamente en los directos de Stereolab. Justo ahora que echamos de menos la relevancia de discos de mediados de los 90 como Emperor Tomato Ketchup o Mars Audiac Quintet, que sus últimos discos no tienen, se revelan en directo con su mejor cara.

 

 

 

 

Antes, The Week That Was abriendo. Nunca  he escuchado tanta unanimidad en el descanso: buenos músicos, excelente sonido, pésimas canciones. Las referencias, Peter Gabriel o Kate Bush, están bastante por encima de lo que hasta ahora consigue el grupo con ese pop sinfónico cansino y pesado. Incompresiblemente, ni siquiera tocaron su tema más pop, “The Airport Line”. Lo único salvable, traer a XTC a la mente en “Learn To Learn”.

 

Con Laetitia Sadier, Tim Gane y sus compinches sobre el escenario, todo cambió de color desde el inicio con un “Percolator” que ya avanzaba algo grande. Es difícil fallar con “Ping Pong”, “French Disko”, “Cybele’s Reverie”, “John Cage Bubblegum” o “Mountain” en el listado de canciones interpretadas.

 

 

 

Laetitia viene diciendo en las últimas semanas que su último disco no la convence, pero que esas canciones cobran sentido en directo. Así que, como dándole la razón, no desentonaron composiciones como “Neon Beanbang” o “Chemical Chords” (la que le da título). Tampoco lo hicieron dos temas nuevos, que parece que quedaron fuera por desviarse del sonido pop más positivo: “Bump” y “Two Finger Symphony”.

 

Y, además, en racha, hicieron valer otras que puede que hayan pasado más desapercibidas hasta ahora en sus álbumes: “Silver Sands”, “The Emergency Kisses”, “Stomach Worm”, “Three Women” o “Self Portrait With Electric Brain”. Lo mejor, más o menos a la mitad de la actuación, con la parte final de “Lo Boob Oscillator”, un crescendo instrumental que levantó a mucha gente de sus asientos arrebatados por la tensión vivida en esos 3 minutos gloriosos. Y eso que estábamos en un Palacio de la Cultura, de esos en los que estar sentado en la butaca no invita precisamente a tales arrebatos.

 

 

(Pazo da Cultura, Pontevedra, 21 de noviembre de 2008. Promotor: Sinsal Audio. Público: Casi lleno)

 

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