STAR TRIP

Star Trip, guitarras poderosas y harmonías vocales

 

 

En 2014, y sin referencias previas, descubrimos a Vicente Prats, en un glorioso disco de power-pop editado por el sello Pretty Olivia, que nacía con eses álbum. Dos años después aparecía el debut de su banda, Star Trip, donde le acompañaban ya Rafa Navarro (voz, guitarra y coros), Álvaro Arciniega (bajo y coros) y David Osete (batería y coros). Ahora editan Salto al vacío que sirve, también, para echar el cierre a su discográfica, un álbum que los confirma como la mejor representación patria de su estilo. Hablamos con Vicente Prats.

 

Cuatro años después de vuestro debut aparece el segundo disco. ¿Cómo se ve desde dentro del grupo vuestra evolución?

– La verdad es que el tiempo ha pasado muy deprisa, hemos sido bastante lentos a la hora de plasmarlo todo en un disco. Al final sentíamos la urgencia de hacerlo porque nos apetecía volver a tocar por ahí, y presentar un disco es la mejor excusa para hacerlo.

 

¿Se podría decir que el grupo ha participado más esta vez en todo el proceso tras la composición y durante la grabación del álbum?

– Si, totalmente de acuerdo con la afirmación. De hecho, es lo que marca la diferencia con el anterior disco. Lo hemos grabado todo en nuestro estudio que es a la vez nuestro local de ensayo y nos hemos dado el tiempo necesario para encontrar el sonido que buscábamos.

 

La dinámica del disco parece bastante pensada. ¿Se trabajó mucho ese aspecto?

– Sí que pensamos bastante en la dinámica del disco creyendo que el oyente lo escucharía de principio a fin, algo bastante difícil en la nueva era del playlist. La última canción es una de mis preferidas, y la dejé al final como un regalo para el que oiga el disco entero.

 

Supongo que eres el responsable en el grupo de la visión de escoger un camino o un sonido para un disco. ¿Hasta qué punto cuesta tener esa visión y saber escoger las canciones, saber cuándo están acabadas y cuándo esta todo como se pretendía?

– Si, yo me encargué de la producción. Para mí este disco era muy importante porque sentía que la gente tenía unas expectativas muy altas sobre él. Quise sacar lo mejor de mí y de la banda. Aunque no puedo negar que hemos disfrutado mucho haciéndolo, ha sido, por otro lado, muy duro a nivel personal por el nivel de exigencia. El secreto fue dedicarle mucho trabajo hasta encontrar justo una formula donde se mezcla toda la música que amamos.

 

Estas canciones creo que ya las veníais interpretando en directo y en su momento comentasteis que teníais muchas compuestas. ¿Se puede decir por ello que este disco se acerca más a vuestro sonido de directo?

– Así es, excepto un par de canciones, el resto del disco ya lo tocábamos en directo.  Aunque la verdad, es difícil reflejar nuestro sonido en directo porque esté puede variar dependiendo del estado de ánimo y la misma canción puede sonar cada vez de diferente manera. Es algo bastante mágico, no sé cómo explicarlo.

 

Varias de vuestras canciones tienen un toque agridulce, de textos melancólicos con melodías radiantes. ¿Es la combinación ganadora, con la que más cómodos os sentís?

– Es cierto, es una combinación que nos encanta. Así como mezclar las guitarras a tope con harmonías vocales. Nos sale de forma natural y es lo que nos pide el cuerpo.

 

Y esos altibajos en las melodías, esos textos reflexivos, ¿coinciden con vuestra personalidad?

– No de forma consciente, pero creo que cualquier persona puede sentirse identificado con ellas. Tienen un sentido universal que cada uno lo puede interpretar libremente montándose su propia película.

 

Comentáis habitualmente que no lo prestáis mucha atención a las letras, ¿no? Sin embargo, y a pesar de ello, resultan muy conseguidas. O sea, que dais en la diana sin esfuerzo aparente.

– Le damos más importancia al conjunto, no le damos mucha importancia a las letras, es algo que acompaña a la melodía y a las guitarras. La parte de los textos la trabajamos entre Rafa Navarro y yo y el objetivo es que fluya de forma natural en la canción.

 

Aunque vuestras canciones pueden perfectamente ser hoy en día la mejor representación estatal del power-pop, veo que el grupo se ha abierto a otras sonoridades, ¿no? Supongo que esa era la intención.

– La verdad es que simplemente hacemos lo que nos gusta y fácilmente nuestro sonido se puede encuadrar en la etiqueta de power-pop, pero sí que estamos influenciados y abiertos por otros estilos.

 

Veo por ahí ecos de The Records (“Sueños”), Big Star (“Solo sé vivir soñando”), The Jayhawks (“Hasta el atardecer”), Lemonheads (“Nada es importante”), CRAG (“Un susurro que explota”…) ¿Algún otro que podáis confesar o que os gustaría señalar?

– Creo que todas las canciones pueden evocar a algún grupo que nos gusta, es como un tributo hacia ellos. Creo que por todo el disco están sonando constantemente ecos de Teenage Fanclub, Matthew Sweet o Gigolo Aunts además de los que has nombrado.

 

¿Qué expectativas tiene el grupo con este disco y a dónde os gustaría llegar?

– No teníamos ninguna expectativa más que hacer un disco que nos encantase a nosotros, pero la verdad es que estamos recibiendo muchos elogios del público y de la crítica. No nos lo esperábamos y estamos muy sorprendidos.  No nos hemos planteado nada más allá que disfrutar de la música.

 

¿Habéis pensado en incluir más instrumentos y arreglos en vuestras canciones, como vientos, cuerdas, teclados…?

– No lo descartamos para futuras grabaciones, pero en directo tenemos muy claro que el formato perfecto son dos guitarras, bajo y batería.

 

Os conocisteis en un local valenciano, Tranquilo Niebla, al que también eran asiduos La Habitación Roja. Ellos llevan más de 20 años y 11 discos. Sin embargo, vosotros empezasteis más tarde y habéis grabado dos discos, tres si contamos el de Vicente Prats. ¿Podíais haber tenido una trayectoria similar a la suya de haber empezado antes? ¿Algún remordimiento por no haberos lanzado antes?

– Rafa Navarro y yo nos conocimos allí y es cuando empezamos a tocar juntos. Allí empezaron muchos grupos de la escena valenciana. La diferencia es que nosotros nunca hemos tenido ninguna constancia como grupo, a diferencia de La Habitación Roja. Que ahora se esté empezando a hablar de nosotros después de tanto tiempo se lo debemos a Javier Abad de Pretty Olivia Records, que nos propuso editar nuestros discos. Desde el momento que formamos parte de Pretty Olivia empezamos a tener conciencia de grupo.

 

Ahora estáis disfrutando de cosas que podían haber sido a los 20 años, como tocar en Escocia, en The Cavern de Liverpool… ¿Se disfruta más, se saborea de otra forma?

– Siempre comentamos que lo que nos está sucediendo ahora es alucinante, y pensamos qué hubiera pasado si esto nos hubiera sucedido antes. Pero creo que en realidad la edad no condiciona un buen momento. Nos está sucediendo ahora y lo estamos disfrutando al máximo.

 

 

Me imagino que no podréis vivir de esto, ¿no? ¿Cómo se conjuga con vuestras otras ocupaciones?

– Así es. Si haces algo que te apasiona, encuentras la manera de conjugarlo. Por otro lado, creo que no depender económicamente de la música te da total libertad creativa y estar donde te apetece estar.

 

En ese caso, ¿qué os da la música para seguir grabando y componiendo canciones?

– Hacer canciones es como una necesidad, me encanta hacerlo y seguiría haciéndolo, estuviera en un grupo o no. Por otro lado, nos hemos encontrado cuatro personas con una química especial para tocar las canciones en directo, suenan alucinantes y nos lo pasamos genial. Es algo que llena plenamente nuestras vidas.

 

Tomasteis vuestro nombre de una canción de Velvet Crash. Eso ya toda es una declaración de intenciones. ¿Tuvisteis algún otro en mente?

– Sí, había muchas opciones que ya no recuerdo pero entre todos, banda y amigos, hicimos una especie de selección en la que ganó Star Trip, una de nuestras canciones favoritas de Velvet Crush y una perfecta declaración de intenciones.

 

Teenage Fanclub, Big Star, Velvet Crush, Los Brujos, Matthew Sweet, The Posies, La Granja, Gigolo Aunts o Cooper son nombres que van ligados a vosotros. ¿Hay otras músicas que os gusten pero que no asociaríamos con vosotros?

– Las bandas que has mencionado son nuestro ADN, pero hay otras bandas que también nos emocionan y que no asociaríamos tan fácilmente con el power-pop como Mojave 3, Trashcan Sinatras o Wilco.

 

Este disco será el último que edite Pretty Olivia Records, que nació para publicar el primero de Vicente Prats. Perfecta forma de cerrar el ciclo. ¿Cómo ha sido este tiempo a su lado? Si grabáis otro disco, yo os veo editándolo con ellos o su responsable, ¿no?

– Todo lo que nos ha sucedido se lo debemos a Javier Abad. Estamos eternamente agradecidos y una forma de agradecérselo era hacer el mejor disco posible para el que iba a ser probablemente el ultimo que editase Pretty Olivia Records.

 

Por último, ¿cuál ha sido la mejor anécdota de estos años en el mundo de la música?

– Tenemos muchas, como tocar con Jody Stephens de Big Star o compartir el escenario con Mike Viola. Pero detendría el tiempo en una noche que estábamos girando con Javier Abad y los escoceses The Wellgreen y acabamos todos los de Pretty Olivia en los camerinos de la sala La Salvaje en Oviedo cantando a una sola voz como si no hubiera un mañana hasta altas horas de la madrugada. Fue mágico.

 

 

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