SOUVENIR

Souvenir, el baile del dominó

 

         Tras tres discos de larga duración, llegaba la hora del cambio para Patricia de la Fuente y Jaime Cristóbal, o sea, Souvenir. Y aunque su primera intención era editar su cuarto álbum con un nuevo nombre y cantando en inglés o castellano, 64 aparece acreditado a su nombre de siempre y cantado en el francés habitual en ellos. Eso sí: donde antes había pop afrancesado, ahora se escuchan ritmos tecno-pop y electrónicos aunque, cómo no, con melodías.

 

 

¿Llegaba ya la hora del cambio para Souvenir?

         – Patricia: Nosotros hemos vivido todos los discos con la intención de cambiar, de no convertir la música que hacemos en otra rutina más de nuestras vidas. Pero en éste el cambio ha sido más intenso que nunca y, también, más satisfactorio que nunca.

 

¿Fue algo que fue apareciendo paulatinamente o hubo premeditación y alevosía?

         – P: Es curiosa la forma en la que se suceden las cosas a veces. La intención primera era hacer este tipo de música como algo, un proyecto, paralelo a Souvenir. La idea era llamar a este nuevo grupo 64 y que las letras fueran en inglés o en castellano. Creo que el francés nos tiene atrapados, pues no hemos sido capaces de abandonarlo.

 

¿Se puede considerar “Cherchez la femme” como el antecedente más claro en vuestros discos anteriores?

         – Jaime: Quizás para el público sí, puesto que era una canción que se salía un poco del tipo de composiciones de los anteriores discos. Pero nosotros no lo vemos así… Este disco es muy tecno-pop, muy electrónico, y “Cherchez la Femme” era más bien una canción pop un poco 60’s, con su arreglo orquestal y todo, pero con un ritmo de baile.

 

A pesar del nuevo sonido, ¿pensáis que no hay tanta ruptura con vuestros anteriores discos?

         – P: Sí que hay una ruptura intencionada con los discos anteriores; ya no nos sentiríamos identificados tocando canciones de los anteriores. Es una nueva etapa más divertida, y así la estamos viviendo.

 

¿Sería “Sous-marin” la canción que mejor conecta con vuestros discos anteriores?

         – J: Sí, es posible, en el sentido de que es la más melódica y la que tiene más complejidad armónica, que es algo característico de nuestras antiguas canciones. El resto del disco es, armónicamente hablando, mucho más simple y directo, como exigía el estilo.

 

Siguen por ahí guitarras de aires surf. Supongo que es una de vuestras debilidades, ¿no?

         – J: Sí, desde luego. Lo curioso es que no me lo planteé como algo consciente, y pensaba que a la hora de buscar los arreglos de guitarra iría por otros derroteros quizá más habituales en la música de sintetizadores y guitarras, pero me salió de esta manera, y nos pareció una combinación de estilos muy interesante y que plasmaba un poco nuestro particular estilo.

 

La voz de Patricia está mejor que nunca. ¿Se va conociendo mejor o es que estas canciones se prestan a ello?

         – P: He ido aprendiendo sobre la marcha y, después de siete años, supongo que algo he mejorado. De todos modos, yo creo que también influye que con este disco me siento muy segura. Cuando cantas te metes un poco en la canción y, si ésta es triste, tú también acabas sintiéndote tiste. Me encantan las canciones de este disco y me trasmiten mucha energía, hacen que me divierta.

 

¿No os da que pensar que por el hecho de ser españoles no se os tenga la consideración que tendríais de ser franceses, belgas (como Vive La Fete), daneses (como The Raveonettes) o, incluso, ingleses (Saint Etienne) -y cito tres grupos con los que hay ciertas semejanzas-?

         – P: Eso es algo que no está en nuestra mano. Tampoco sabemos al cien por cien si las cosas serían distintas si fuésemos extranjeros. Es difícil saber qué es lo que hace que un grupo funcione o guste. Nosotros nos sentimos satisfechos con el lugar que hemos alcanzado, y tenemos la sensación de que con este disco estamos subiendo algunos peldaños, aunque todavía es muy pronto, casi nos hemos movido, pero ya estamos notando diferencias en cuanto a la respuesta respecto a la de los anteriores discos.

 

¿Cuáles habían sido hasta ahora vuestras referencias en el mundo de la música electrónica?

         – J: Nos gusta toda la buena música de casi cualquier estilo, y, desde luego, en el universo de la música electrónica de baile hay muchas cosas que nos gustan, aunque siempre en el campo del pop. No nos interesa el house ni la música de baile sin melodía. Un simple ‘groove’ nos aburre mortalmente, así que lo nuestro son grupos como The Human League, Pet Shop Boys, Ladytron, Jacno, Lio, Erasure, Sally Shapiro, Uffie, Teki Latex…

 

¿Y seríais capaces de decirnos cuáles son las que más claramente habéis seguido en este cuarto disco?

         – J: No te puedo contestar porque no es algo consciente, lo mismo que te comentaba con las guitarras. No hemos buscado hacer una canción al estilo de este o aquel grupo, eso no es muy estimulante. Al construir las canciones he trabajado con sonidos de sintetizadores clásicos y me he movido de forma intuitiva, buscando sonidos que me convencieran. Por supuesto, muchos han sido utilizados anteriormente, por lo que las canciones tienen ecos de esta o aquella canción (Pet Shop Boys, Yazoo…). Haciendo el disco he llegado a la conclusión de que estos sonidos tan arquetípicos son de alguna forma tan clásicos ya como el sonido de un órgano Hammond o el de un piano eléctrico Wurlitzer, por ejemplo, y que utilizarlos debería ser igual de normal.

 

¿Hay algún tipo de sonido que no relacionaríamos con vosotros y que seguís habitualmente?

         – J: Creo que casi todo lo que nos gusta ha influido algo de lo que hemos hecho en estos cuatro discos, así que no sé qué decir… Últimamente estoy escuchando mucho un disco de Clara Rockmore, una intérprete de música clásica tocada con Theremin.

 

¿Vuestro último descubrimiento musical?

         – J: Calvin Harris, un inglés que hace un electro-pop súper interesante. También Sally Shapiro, la reina sueca del synth-pop, o J Star, un DJ que hace mash-ups de canciones de ahora con ritmos clásicos jamaicanos.

 

Por último, ¿nos recomendáis algún libro, película y disco?

         – Libro: A Spot of Bother, Mark Haddon. Película: Wah-Wah, Richard E. Grant, 2006. Disco: Les Matins de Paris, Teki Latex & Lio.

Xavier Valiño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *