SMACK DAB

Smack Dab, americanos en Cádiz

 

         Según cuentan ellos mismo para darse a conocer, en el verano del 2004, en un playa gaditana y en un día caluroso, uno de los iconos de la escena independiente estatal de los 90, Paco Loco (que ha trabajado con Josh Rouse, Cosmic Rough Riders, Golden Smog, Australian Blonde y tantos otros grupos) sale del agua y en esto que ve sentado en la arena a un tipo vestido enteramente de negro, ¡con botas y abrigo! Un tipo raro. Paco sigue a lo suyo. Se seca, se pone las gafas, coge su ropa, guarda la revista que lleva para leer y… flipa.

 

En la portada de la revista hay una fotografía del tipo que tiene al lado, el que está vestido de negro y leyendo una novela de George Pelicanos. ¡Es Steve Wynn, el líder de The Dream Syndicate y Gütterball, figura importante del rock norteamericano de los últimos 25 años! Justo en ese momento, una mujer emerge del agua para ir a tumbarse a la toalla de Steve. Es su novia, Linda Pitmon, batería de Golden Smog y del grupo de acompañamiento de Steve Wynn, The Miracle 3. Mundo pañuelo.

 

Paco decide saludar. Pero, según su versión, en 2004 aún no sabía inglés. Por suerte o por casualidad, Steve si que se defendía algo en castellano. Quedan para comer. Nace ahí una amistad y de esa amistad la idea de grabar un disco entre los tres, disco que ahora se edita, que aparece bajo el nombre de Smack Dab y de título homónimo.

 

Bonita historia como para no ser reproducida aquí. El propio Steve Wynn sale airoso del trance al comentársele que eso es lo que se está vendiendo como el origen de este disco. “¿Eso es lo que dice la gente? Ves como tengo un problema con mi memoria. Creía que nos habíamos encontrado en la pista del aeropuerto de Frankfurt, que él era el encargado de dirigir a los aviones que llegaban de Nueva York hasta el lugar de desembarco y que no nos dejaba salir. Tuve que bajar a la pista de despegue y hablar seriamente con él, y ahí comenzó una gran y duradera amistad”.

 

Sin embargo, conviene recordar que Paco Loco ya había colaborado con Steve Wynn al menos en una ocasión, la grabación del disco Momento de Australian Blonde hecha en el 2000, álbum que el grupo asturiano grabó a medias con Steve Wynn, por lo que la hermosa historia queda un tanto en entredicho. Da igual, porque lo importante es el disco que el trío acaba de editar como Smack Dab, un álbum grabado por placer y diversión, sin pretensiones, y que aparece ahora, unos dos años después de ser registrado. El propio Steve Wynn nos habla de él.


Es tu segundo disco en España. ¿Ves similitudes entre ellos, aparte de que ambos fueron grabados con asturianos?

– Creo que las mayores similitudes están en el hecho de que Paco y yo tenemos una atención muy limitada por las cosas, y que solemos saltar de estilo a estilo y de método a método sin demasiada consideración por lo que pasó cinco minutos antes. Lo que hace que colaboremos no es un sonido o un género, sino una actitud, un enfoque juguetón de ‘Rompamos-las-reglas’. Y, al añadir a Linda al proceso creativo, lo único que hemos conseguido es acentuar esa actitud.


¿Es un disco en el que primó pasárselo bien en la grabación?

– Sí. De hecho estábamos de vacaciones en el Puerto de Santa María con Paco y Muni.  Paco había decidido poner en marcha un sello y pensó que sería bueno grabar una canción o dos para un single. Pero ya sabes cómo funciona: tras una canción llega otra y, antes de que te des cuenta, tienes todo un disco. A todos nos gusta componer canciones, tocar y grabar música, de forma que parezca como unas vacaciones bebiendo unos combinados en Honolulu o sentados en un bus de dos pisos en Londres.

 

¿Cómo fue el proceso de composición? ¿Fue fácil?

– Como las mejores colaboraciones, se pareció a una conversación. Alguien comenzaba el diálogo -Linda con un ritmo o una línea de piano, Paco con un riff de guitarra o un sonido raro, yo con un acorde y una progresión o un trozo de letra- y, después, todo el mundo lo  seguía. Siempre pensé que si puedes entablar una conversación alrededor de un café por la mañana, entonces serás capaz de aportar ideas y respuestas para una canción. Aunque puede que no sea así para todo el mundo.

 

Parece que el disco estuvo parado, sin pensar en editarlo, durante un año y medio. ¿Qué os hizo cambiar de idea?

– No pensamos demasiado en que esto llegase a ser un disco. Pero con el tiempo nos dimos cuenta de que nos gustaba la música y comenzamos a tocarla para otra gente, y el entusiasmo que percibimos nos hizo pensar que tal vez no debíamos guardarla como nuestro pequeño secreto.


¿Coincides en que Linda es el motor que conduce las canciones?

– Ella es el ingrediente secreto, el azafrán, la guindilla, el sirope de chocolate. Obviamente, ella es El Ritmo, pero también añadió un sabor especial y jugoso al proyecto que no hubiese estado ahí de otra forma.


¿Qué fue lo que aprendiste al trabajar con Paco Loco?

– Aprendí que la locura es realmente una virtud a la hora de hacer música.


¿Crees que consigue algo especial en su estudio?

– Sí. Como todos mis productores e ingenieros favoritos, sabe que las reglas están hechas para romperlas y que cada suceso -incluso cuando parecen errores- es una oportunidad de intentar algo nuevo e inesperado. Y se ha construido un estudio muy bueno en su casa, un lugar en el que puede hacer los sonidos que tiene en su cabeza sin obstáculos. Es como un patio de juegos y un manicomio.


¿Qué canción crees que representa mejor el contenido del disco?

– Eso es lo bueno, que no hay una sola canción que sea representativa o típica de este disco. Un año después de la primera sesión volvimos y grabamos “Kickstart My Jackknife”, y ésa es probablemente mi favorita, porque suena como el primer single de nuestro segundo álbum, ¡incluso cuando el primero acaba de ser editado!


¿Y en cuál conseguisteis mejor la idea que teníais en la cabeza cuando empezasteis a grabarlo?

– Como siempre, mis favoritas son las que salieron más fácilmente. Lo mejor es cuando atrapas un momento especial antes incluso de darte cuenta de que lo has hecho. La que más se parece a eso para mí es “The Deep End”. Eran las once de la mañana, estábamos descalzos y bebiendo el primer café del día. Linda tenía una línea de piano y yo escribí la letra antes de darme cuenta de que estaba despierto. Empezamos a tocar, Paco sacó unos sonidos y corrió a tocar la batería mientras estábamos ya grabando. Y eso fue todo. La primera toma fue la buena. Me gusta cuando pasa eso. Sin embargo, otras se beneficiaron de los arreglos y de planearlo todo antes, como “Never Been To Spain”. Ahí sacamos nuestro Elvis Interior.


¿Estás pensando en comprarte una casa en España, como Gary Louris de The Jayhawks y Golden Smog?

– Ja, ja. ¿Hay alguna en venta? A mí me gusta la de Gary. Puede que me deje alquilarle una habitación.


¿Has tocado alguna vez con Gary? ¿Alguna vez te invitaron a unirte a Golden Smog o a grabar con ellos?

– Pues estaba en casa de Paco cuando estaban trabajando en el disco, pero estaba cansado de las giras y de grabar, así que ya estaba feliz de poder sentarme en el patio, beber Cruzcampos y leer algunos libros.


¿Qué nos puedes decir de Danny & Dusty? Creo que vuestro segundo disco no se ha editado aún en España.

– Debería publicarse en abril, supongo que con Dock. Hace dos años no pensaba que llegaría a haber un segundo disco de Danny & Dusty, pero Dan Stuart fue forzado a salir de su retiro auto-impuesto por la gira de Green On Red del año pasado y le apeteció hacer otro disco conmigo. ¿Cómo iba a decir que no? Amo a ese tío, y lo pasamos en grande componiendo y grabando el disco. Espero que podamos ir a España a hacer algunos conciertos este año.


¿Cómo será tu próximo disco como Steve Wynn? ¿Seguirá la línea de un sonido más eléctrico, como tus dos últimos álbumes?

– Nunca lo sé hasta que entro en el estudio. Me gusta sorprenderme, así que evitó planear las cosas. Sé que este septiembre grabaré en Eslovenia con Chris Eckman de los Walkabouts, y estoy excitado con ese proyecto. Puede que ése sea mi siguiente disco.


Acabo de ver de nuevo en video el concierto de The Dream Syndicate que programaron en Televisión Española en 1984. ¿Cómo lo recuerdas?

– Hmmmm… Los recuerdos son borrosos. Era mi primera visita a España, así que estaba muy excitado. En esos días bebía mucho y, como cortaron el concierto en tres partes, me dio tiempo a emborracharme. Siento algo de vergüenza cuando veo como estaba fuera de mí hacia el final del concierto. Pero supongo que es algo inevitable, como un accidente de un tren descontrolado. No sabía que el programa llegaba a tanta gente, pero cuando salí de mi hotel a la mañana siguiente, me reconocían en todos lados. Fue un poco surrealista.


Para acabar, ¿nos puedes contar una buena anécdota que te haya pasado en estos años en la música?

– Bueno, recuerdo aquella vez que me encontré con Paco Loco en la playa…

Xavier Valiño

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