SIDONIE

Sidonie, psicodelia y diversión

         Llegaron para revolucionar el panorama independiente. Con su sonido tan distinto como actual, que bebe de lo mejor del pop-rock, y con su actitud, tan desvergonzada como única. Ahora presentan su primer disco de larga duración, Sidonie.

– ¿Cómo es que a un grupo novel le permiten ir editando singles y Eps hasta la grabación de su primer disco? ¿Está Bip-Bip que lo tira?

        – Cuando tuvimos el primer contacto con Bip Bip, nos ofrecieron, de entrada, firmar por tres discos largos, algo que se alejaba mucho de la idea preconcebida que Sidonie teníamos acerca de como trazar nuestra carrera discográfica. Nos parecía absurdo y arriesgado cerrar un contrato por tres años con alguien del cual desconocíamos la capacidad de trabajo y, sobre todo, hasta qué punto creían en la banda. Les ofrecimos la posibilidad de empezar juntos con un mini-LP, Dragonfly. El resultado marcaría la futura relación entre Sidonie y Bip Bip. Después de dos singles más y un LP, Sidonie, parece que el tiempo, el trabajo y la suerte nos han dado la razón en lo que a la estrategia de publicaciones se refiere, hasta la fecha.

– ¿Qué tiene que ver Londres con la historia del grupo?

         – Londres nos marca como personas y músicos. En la capital británica nos gustaría proyectarnos como en un lienzo blanco, junto al presente panorama pop que brilla al otro lado del Canal de la Mancha, tan sumamente por delante del adormecido que aquí nos rodea. En Londres nos gusta pensar que se encuentra nuestro reflejo, mayor y más alto, en lo que a la actitud ante el rock’n’roll se refiere, la que amamos y por la que estamos en esto de la música. Londres, además, simboliza el momento en que Sidonie pasa de cuarteto a trío: cuando nuestro anterior guitarrista se fue a vivir a esta ciudad, cuando nos dimos cuenta de que el tres es un número mágico y se consolida nuestro sonido. Más tarde dedicaríamos «Sidonie Goes To London» a nuestro amigo. Fue la primera canción instrumental que compusimos sin él.

– ¿Cómo surgió la versión de «Beautiful Stranger» en Dragonfly? ¿Estáis de acuerdo en que es una gran canción power-pop?

         – Creemos que nuestra versión es más bien una canción con rasgos Manchester por sus ritmos sincopados y el uso del Hammond, y no tanto una canción de power pop. En cualquier caso, es una muy personal lectura de una increíble canción original de Madonna y William Orbit, quienes, por primera vez, con este tema, empezaron a jugar juntos con la psicodelia más cercana a Sidonie. Por eso nos impresionó tanto escucharla por primera vez en la radio.

– ¿Habéis escuchado la versión de Jon Auer? ¿Conocéis alguna otra de esta canción?

        – La de Jon Auer es una bonita versión acústica, muy bien cantada. Además de la que realizó la propia Madonna con Brigitte Bardot, Hugo Ball, Cortázar y Syd Barrett, no conocemos ninguna otra versión de «Beatiful Stranger».

– ¿Quién es el experto en el tema del sitar y cómo le dio por ahí?

        – Jesús, también conocido como el Dr. Mascamangas, es quien lo toca, quien lo cuida y quien lo abraza. Tuvo la suerte de aprender a tocarlo en un cursillo de la CCC que el gran Maestro Harrison daba desde la cuenca del Ganges. Resultó ser el alumno más aventajado. Suponemos que gracias a eso es el experto en la materia.

– ¿Hay dos Sidonie distintos, el grupo de estudio y el del directo?

         – Pensamos en los Beatles cuando estamos en le estudio y en los Stones cuando estamos sobre un escenario. Lo damos todo en ambos casos, pero en cada uno de ellos pretendemos explicar cosas distintas, con otro tipo de matiz.

– Lo que me sorprender del disco es la cantidad de arreglos que tiene. ¿Cómo surge tanto detalle?

         – Nuestra pasión por la experimentación, el surrealismo, la psicodelia y el perfeccionismo lo explican. Siempre decimos que nos aburre y nos molesta que nos tachen de payasos por nuestra actitud cuando nos pasamos horas y horas en el estudio buscando el arreglo imposible.

– ¿Cuánto tiempo llevó la grabación y cómo fue?

         – La grabación transcurrió en tres meses de locura y estrés durante los cuales combinamos los directos en los festivales de verano, tanto los de aquí como los de fuera (Popkomm de Colonia), con la grabación de las canciones del disco. Resultaron ser tres meses cargados de emociones, sonrisas, cronopios y lágrimas. Todo ello se refleja en la escucha del disco. Sobre todo si la ejerces con cascos.

– Otra cosa que me llama la atención es que se os supone una buena  colección de discos, también antiguos, pero sonáis tremendamente actuales. ¿Cómo se come esto?

         – No hay que olvidar la realidad que vivimos. No hay que abandonar la mirada al presente y al futuro. Si Brian Wilson hubiese compuesto Pet Sounds ahora, seguro que el disco le sonaría electrónico. 

– ¿Es Sidonie el grupo que mejor ha entendido en nuestro Estado el último lustro de la música pop?

         – No lo sé. Quizás es uno de los grupos que mejor se ha entendido a sí mismo, que más ha creído en sus posibilidades y ha trabajado para procurar vivir de ellas. El futuro es incierto, pero, al menos, nadie va a decirnos que nosotros no lo hemos intentado.

– ¿Y qué salgan a relucir nombres como The Beta Band, Beck, Gomez o Stone Roses es un halago o una losa?

        – Es un halago que demuestra que Sidonie no es un grupo puramente revisionista, sino un grupo al que le gusta combinar el pasado con sonidos abanderados por ilustres como los que has nombrado, entre los que también queremos añadir a Beck, Super Furry Animals, Sigur Ros, Ride y muchos otros.

– ¿Por qué las bandas de por aquí no se atreven con un directo como el vuestro?

         – No lo sé. Cualquier actitud en directo es respetable siempre y cuando el artista y el público se la crean en el mismo momento. Es ahí cuando surge la retroalimentación entre estas dos partes que hace que un concierto se convierta en algo grande. 

– ¿Cuál ha sido la anécdota más curiosa hasta ahora que os ha pasado en un concierto?

         – Siempre lo explicamos, pero es que fue chocante para nosotros cuando nos lo contaron: una tía tuvo que abandonar un concierto nuestro que dábamos en León porque se ruborizó al ver tanto sexo en el escenario.

– ¿Os dais cuenta de que tenéis una actitud completamente distinta al resto de la escena independiente?

         – Supongo que sí. Lo que sucede es que nosotros la vemos como una actitud normal ante la música y la vida. La que teníamos antes de formar el grupo y la que seguimos teniendo ahora que podemos mostrarla al público. 

– ¿Qué queda hoy de aquel grupo de chavales que empezó haciendo versiones de Jimi Hendrix y los Beatles?

        – Nuestras sonrisas, nuestras ilusiones y nuestra caricia a la felicidad anhelada están, ahora, un poco mas cerca de la realidad. 

Xavier Valiño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *