SEX MUSEUM

Sex Museum, como un perro

 

Hay más de uno que no tiene especial predilección por los discos de los 70, pero está como loco con Sex Museum. ¿Qué les dan entonces estos tíos para llegar tanto a sus seguidores? Una de las más potentes puestas en escena que se pueda ver en un escenario estatal, con tal energía que es imposible no caer rendidos ante su entrega. Y para comprobarlo los tenemos con nosotros el miércoles 13 en directo, en el pub Dos de Copas, a partir de las 11 de la noche.

 

Ahí estará la banda al completo, trayendo a Lugo la comuna que comparten desde hace diez años. Cuando aparecieron, cubrieron el hueco que había dejado la movida, apostando por el rock’n’roll más inmediato y visceral, cantando en inglés y actuando en pequeños garitos, de forma que fueron unos adelantados a toda la escena de los grupos independientes que vinieron detrás.

 

Estamos en el año 85, y Sex Museum se erigen como los pioneros del sonido garaje junto a bandas como Los Negativos de Barcelona o The Nativos de Madrid. Reivindicando la explosión británica y americana de los 60, y con una actitud próxima al punk del 77, publican Fuzz Face en el 87, hoy toda una pieza de coleccionista. Un año más tarde comparten con otro grupo el disco Sex Museum vs Los Macana, con un sonido más endurecido y más cercano a los 70. Motörhead, Alice Cooper y, sobre todo, Deep Purple, están en su punto de mira.

 

Independence y Nature’s Way confirman su evolución y su atención a sonidos tan dispares como la psicodelia, la nueva ola británica -The Stranglers han sido siempre un punto de referencia imprescindible-, los ecos pantanosos de Creedence Clearwater Revival, los de la costa oeste americana o a formaciones más actuales como Red Hot Chili Peppers o Henry Rollins. The Fabulous & Furry Sex Museum se graba en directo en la sala Revolver, con público y a puerta cerrada, combinando la pasión del directo con las nuevas creaciones en estudio de la banda. A mediados del 94 llega el punto de inflexión en su carrera: acompañan a sus adorados Deep Purple por algunas ciudades del Estado, ampliando su público considerablemente.

 

Después de colaborar en numerosos recopilatorios y E.Ps., aparece su sexto disco Sparks, con mayor éxito que los anteriores. Cuando Sum se publica, en el 96, Sex Museum son ya toda una institución labrada a base de recorrer en la furgoneta toda la geografía de la península y parte del extranjero.

 

¿Y qué hay en su nuevo disco que vienen a presentar? Pues desde la introducción densa que es “Sum” hasta la sorpresa final, que la hay, podemos encontrar momentos auténticamente frenéticos como “Come To Me” o “Moment To Lie Down”, melodías más pegadizas como “Like A Dog”, “Strange Ways” o “Start To Move” y otras más envolventes como “Fishbone” o “In This Our Life”.

 

Su clásico tobogán sónico atronará en ese escenario lucense, con los órganos ácidos de Marta Ruiz, las guitarras encendidas de Fernando Pardo y ritmos más demoledores que varias noches de marcha, con Pablo Rodas al bajo y Kiki Tornado a la batería. Falta algo: el director de orquesta Miguel Pardo, desgañitándose en el escenario y conduciendo con su voz el caballo desbocado que es Sex Museum.

Xavier Valiño

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