ROLLING STONES EN IMAGENES

   The Rolling Stones en imágenes: celuloide en clarooscuro

 

 

Coincidiendo con el Festival Cineuropa, que se celebra durante el mes de noviembre en Santiago de Compostela, uno de sus ciclos proyecta la obra cinematográfica de The Rolling Stones (https://www.ultrasonica.info/articulos-2010/cineuropa-2010.html). Si alguna conclusión se puede extraer de dicha retrospectiva es que, aunque parezca mentira al hablar de la banda más grande de la historia del rock, sus responsables no han cuidado especialmente hasta ahora su material disponible en imágenes, bien sea en DVD o para su proyección en salas cinematográficas. Puede que la reciente edición de Stones In Exile, coincidiendo con la reedición del álbum Exile On Main St., sea el punto de inflexión que indique un cambio en este enorme ‘agujero’ de The Rolling Stones, algo que el tiempo dilucidará. Veamos, pues, cuál es este abundante material y la razón de este parecer.  

 

Inéditos de lujo

 

Lo más inexplicable es que a estas alturas, casi 40 años después, Cocksucker Blues (http://www.youtube.com/watch?v=vtTfwGTqYzw) siga inédita. Es cierto que se puede proyectar una vez al año en salas, siempre con su director presente (ése fue el acuerdo alcanzado con el grupo cuando consideraron que su difusión significaría la prohibición absoluta de sus giras en los EE.UU.), aunque de esa forma sólo unos pocos afortunados han podido ver la cinta en condiciones. Los demás se tienen que conformar con copias piratas en las que descubrir al gran documental perdido del rock.

 

 

 

La película se empezó a gestar cuando The Rolling Stones contrataron en 1972 a Robert Frank para que documentara su gira norteamericana de presentación del álbum Exile On Main St. El director, con su devoción por el cinéma vérité, dejó las cámaras en manos de todo el séquito de banda. Así nació el documental que mejor recoge la excitación y el aburrimiento de ser una estrella del rock y, sobre todo, aquello de “sexo, drogas y rock’n’roll” (aunque en el orden inverso, según Keith Richards), con el tiempo perdido entre camerinos, cuartos de hotel, aviones y escenarios. Interpretaciones tanto increíbles como apáticas de sus clásicos en directo, Jagger y Richards fumando, esnifando o inyectándose, tanto en solitario como en grupo, Mick Jagger masturbándose, orgías, groupies…


 

Algo similar sucede con Ladies & Gentlemen, The Rolling Stones  (http://www.youtube.com/watch?v=kiaIx7IuIYQ) la cinta que en 1974 se pudo ver en algunas pantallas, dirigida por Rollin’ Binzer y Stephen Gebhardt, y que documentaba precisamente la gira de 1972 de Exile On Main St., que aún no ha sido comercializada. Aunque la iluminación es escasa en gran parte del metraje y sólo recoge la interpretación en directo de 20 de sus canciones más clásicas grabadas el 24 y 25 de junio de 1972 en Fort Worth y Houston, Texas, sin incluir ninguna otra información o material adicional, el poder ver a la banda en la cima de su carrera debería ser motivo suficiente para darle el tratamiento que en verdad merece.

 

 

 

Inédito permanece también el documental 25×5, The Continuing Adventures of The Rolling Stones (Nigel Finch, 1989, http://www.youtube.com/watch?v=ConBr-gOFlc). Curiosamente, dado que sí hay disponibles otros documentales de procedencia cuestionable y que nunca tuvieron el respaldo del grupo, llama la atención que el único que realmente repasa la carrera del grupo en 130 minutos con entrevistas exclusivas e imágenes inéditas, y que cuenta además con su patrocinio, no se pueda ver o adquirir en forma alguna. En su día circularon copias en VHS en inglés y también se llegó a proyectar en Tele 5 una madrugada, existiendo también una versión con traducción al castellano hecha en Argentina en los años 90 que se tituló 25×5, Las continuas aventuras de The Rolling Stones.


 

En este ámbito, resulta frustrante que el único documental disponible en la actualidad en España sea Just for the Record, cuatro DVDs del 2002 dirigidos por Steven Vosburgh que repasan en siete horas toda su trayectoria, pero que no cuentan con la autorización de la banda, por lo que no tiene una sola nota de música suya ni declaraciones hechas expresamente para el mismo. A cambio, sí cuenta con entrevistas de archivo y, sobre todo, declaraciones de músicos que pasaron por el grupo (como Mick Taylor) o colaboraron con él, familiares, amantes (como Anita Pallenberg), amigos, productores o managers.

 

 

 

En otros casos, las cintas parecen haber sido olvidadas intencionadamente o ninguneadas por la propia banda, con la probable intención de que pasen lo más desapercibidas posible. Así sucede con Charlie Is My Darling (http://www.youtube.com/watch?v=qjE5bTFOkoM), una cinta ingenua y que parece provenir de otro tiempo, sí, pero que tiene el mérito de haber sido el primer documental rodado sobre el grupo en 1966, por Peter Whitehead, en su primera gira irlandesa, y que también suma el aliciente de ser uno de los pocos documentos en imágenes que cuenta con la presencia de Brian Jones, primer guitarrista y fundador de The Rolling Stones.


 

 

Oportunidades perdidas


 

La reciente reedición del disco en directo de 1969 Get Yer Ya-Yas Out (http://www.youtube.com/watch?v=zM7X5WvKcQw) es sintomática del habitual desinterés del grupo por su aparición en imágenes filmadas. En esta ocasión, el DVD que acompaña a los tres compactos, recoge, en unos escasos 45 minutos dirigidos por los reputados Albert y David Maysles, la interpretación en directo de cinco de sus canciones en el Madison Square Garden de Nueva York, más imágenes tomadas en los camerinos y en la correspondiente sesión de fotos para la portada del álbum. Teniendo en cuenta que los directores son los responsables de Gimme Shelter o The Beatles: The First U.S. Visit, el resultado no parece más que un extra realizado con urgencia para completar la reedición y no algo con entidad por sí mismo.


 

Aunque editado comercialmente desde hace tres lustros, The Rolling Stones Rock and Roll Circus (Michael Lindsay-Hogg, http://www.youtube.com/watch?v=1uMKPWvgjk0) reafirma la impresión que aquí se sustenta. Lo que en principio surgió como el proyecto de compartir una gira ambulante entre The Who y The Rolling Stones en una carpa de circo, pasó luego a ser ideado como un especial para televisión que contaría con varias actuaciones musicales y algún número circense. Grabado el 11 de diciembre de 1968, el programa se iniciaba con las siguientes legendarias palabras de Mick Jagger: “Habéis oído hablar de Oxford Circus. Habéis oído hablar de Picadilly Circus. Y éste es el Rock And Roll Circus. Tenemos visiones y sonidos para maravillar vuestros ojos y oídos, y podréis escuchar el primero de ellos en unos momentos”.

 

 

 

El espectáculo nunca fue visto en antena ya que, según se puede comprobar en la edición en DVD, el grupo tenía muy claro que The Who habían sido muy superiores en su actuación. Condenada la filmación al ostracismo, las cintas fueron olvidadas en un pajar hasta que la mujer de uno de los productores las rescató quince años después, con lo que ahora es posible contemplar la última actuación de Brian Jones con The Rolling Stones (tres meses antes de ser despedido del grupo y seis meses antes de morir en circunstancias oscuras), la poderosa participación de The Who y el magnetismo animal de Mick Jagger en la interpretación de “Sympathy for the Devil”, registrado a horas intempestivas.


 

En el caso de Sympathy for the Devil (1968, http://www.youtube.com/watch?v=D8K6SUFt9Vs) se podría decir que se trata de una película de Jean-Luc Godard que toma a The Rolling Stones como pretexto para hablar del panorama cultural de finales de los 60. Jean-Luc Godard, invitado a Londres para hacer campaña contra las leyes que penalizaban el aborto, ofreció quedarse en la ciudad si podía rodar una película con The Beatles o The Rolling Stones, a lo que estos últimos accedieron. Tras obtener su beneplácito, el director quiso conjugar, con su particular caligrafía, instantáneas de The Rolling Stones componiendo y grabando uno de sus mayores clásicos, “Sympathy for the Devil”, con episodios de la contracultura negra, alegorías con una mujer llamada Eva Democracia como protagonista, artistas del grafiti desafiando la propiedad pública con eslóganes sarcásticos y una librería donde los clientes pagan libros pornográficos y cómics con el saludo nazi. Identificable con su director, la cinta no tiene trascendencia alguna para The Rolling Stones, salvo significarse por su colaboración con un director de renombre.

 

 

 

 

Las giras masivas


 

Hay otro tipo de películas-DVDs filmadas y comercializadas en los últimos 30 años que, sin ser especialmente relevantes, al menos no enturbian ni perjudican la trayectoria de The Rolling Stones. La veda se abrió en 1982 con Let’s Spend the Night Together (http://www.youtube.com/watch?v=03kSrYn3T5M), dirigida por Hal Asby, entonces uno de los realizadores estrella de Hollywood, responsable de El regreso o Harold y Maude y galardonado con el Oscar por el montaje de En el calor de la noche.


 

Era la gira del que muchos opinan que es el último gran disco de la banda, Tattoo You, y Hal Ashby se puso a su servicio para documentar esos conciertos, inspirado por El último vals de Martin Scorsese y Stop Making Sense de Jonathan Demme, aunque sin llegar en ningún momento a igualar esos dos hitos. En dos noches, Ashby registró 25 canciones en dos grandes recintos de Temple (Arizona) y East Rutherford (Nueva Jersey) para una película-concierto en la que no hay grandes descubrimientos, pero en la que el grupo cumple con las expectativas y avanza cómo serán sus giras en las siguientes tres décadas.

 

 

 

El siguiente proyecto, Live at the Max, de 1992 (http://www.youtube.com/watch?v=dzVy-Bbn1II), se rodó pensando en ser proyectado en grandes pantallas panorámicas. A pesar de contar entre sus directores con realizadores muy vinculados con el mundo del rock como Julian Temple, la escasez de ese tipo de pantallas en su momento hizo que su difusión fuese muy limitada. Su posterior lanzamiento en VHS y DVD palió esta carencia, perdiendo a cambio la razón de ser de su filmación y el impacto y espectacularidad de sus imágenes.


 

En la misma línea, a estas dos cintas le han sucedido otras como Voodoo Lounge (David Mallet, 1995, http://www.youtube.com/watch?v=GjLU3svh_lc), Bridges to Babylon (Bruce Gowers, 1998, http://www.youtube.com/watch?v=GjLU3svh_lc), Four Flicks (Marty Callner, Jake Cohl y Anthony Mathile, 2003, http://www.youtube.com/watch?v=rS9xtXZIuMk), o The Biggest Band (Hamish Hamilton, 2007, http://www.youtube.com/watch?v=EnLoMQ5oGF0), todas ellas resumen de las giras más recientes y mastodónticas de la banda por recintos multitudinarios del mundo, desposeídas ya de cualquier interés creativo y/o artístico. De ellas, merece la pena rescatar la cuarta parte de Four Flicks, un recital más cercano e íntimo en el Teatro Olimpia de París. Curiosamente, Stripped (Jim Gable, 1995, http://www.youtube.com/watch?v=sjVRkOGlr9I) a pesar de haber sido emitido por televisiones de medio mundo y contar con un formato igualmente interesante, con interpretaciones acústicas y de canciones poco habituales en su repertorio, nunca ha contado con difusión en cines o DVD aun conociendo edición en disco.


 

 

Las joyas de la corona


 

Además del ya citado Rock And Roll Circus, espectáculo digno aunque sus promotores no pensaran lo mismo en su momento, hay cuatro filmaciones de The Rolling Stones que sí se pueden contar entre sus aciertos. Stones in the Park (http://www.youtube.com/watch?v=Js6EPcCrU0A), breve grabación efectuada por Leslie Woodhead el 5 de julio de 1969, tiene un especial interés por haber sido recogida dos días después de la muerte de su guitarrista Brian Jones. El resto del grupo pensó en hacer un gran concierto al aire libre gratuito para homenajearlo y, 48 horas más tarde, con un nuevo guitarrista (Mick Taylor) en su formación, el quinteto estaba de nuevo sobre el escenario. En concreto, en el Hyde Park de Londres, y no delante de las 100.000 personas que inicialmente se habían previsto, sino medio millón. En la película se recogen parte de los prolegómenos y ocho de las quince canciones interpretadas, con la versión de “Sympathy for the Devil” más larga que jamás hicieron: 19 minutos. Como curiosidad, Mick Jagger abre el concierto recitando el poema “Adonais” de Shelley recordando a su difunto amigo y compañero, al tiempo que sueltan miles de mariposas que morirían poco después con el frío de la noche londinense.

 

 

 

Stones in Exile (http://www.youtube.com/watch?v=w9MWTDzGUNM), mencionada al principio y editada a principios de este año, parece indicar que por fin el entorno del grupo se ha tomado en serio este tipo de productos complementarios a su producción fonográfica. En 1971, casi en la ruina, con problemas con su mánager y con Hacienda, The Rolling Stones deciden exiliarse en Francia. Cada uno alquila una vivienda, pero todos acaban viviendo medio año en torno a Ville Nellcôte, una gran casa en la Costa Azul en la que Keith Richards marca los tiempos. Su productor aparca un estudio móvil en el jardín y durante esos meses componen su nuevo álbum. En el sótano graban y, en el piso de arriba, el trabajo se mezcla con una vida doméstica un tanto especial: horarios indefinidos, drogas, niños, visitantes y camellos que no se van.  Poco después se edita el álbum con críticas mediocres.


 

Hoy Exile On Main St. está considerado como el mejor álbum de The Rolling Stones y un clásico incontestable del rock. En este documental todos los protagonistas de aquellos seis meses, más algunos músicos y cineastas de ahora, intentan explicar cómo de aquel caos surgió esta obra maestra. Stephen Kijak, que ya había dirigido anteriormente otro meritorio documental sobre la figura de Scott Walker, consigue con el montaje reproducir en parte el ambiente de aquellos días en la villa francesa.

 

 

 

También reciente, de 2008, es Shine a Light (http://www.youtube.com/watch?v=276YvPgwGQA), otro intento del grupo por quedar retratado para la posteridad por nombres relevantes, en este caso Martin Scorsese, responsable de, debe recordarse, El último vals. Tras ser invitado por el grupo a rodar un multitudinario concierto en Rio de Janeiro, Martin Scorsese decidió en cambio hacerlo en el más recogido escenario del Teatro Beacon de Nueva York durante dos noches del otoño de 2006. En este testamento a la longevidad, los componentes del -hoy- cuarteto parecen veteranos de guerra sin problemas por mostrar sus cicatrices. Puede que no sea el mejor concierto jamás filmado o la mejor actuación de los Stones, pero teniendo en cuenta que no se sabe si habrá más giras y recordando los precios a los que estuvieron las anteriores, está claro que nunca se podrá conseguir una localidad como ésta para un recital de la banda.


 

Queda para el final Gimme Shelter (http://www.youtube.com/watch?v=nPNeh4d9guk), puede que su filmación más memorable. Woodstock ya había pasado y The Rolling Stones no habían estado allí. También se les criticaba el alto precio de las entradas en su gira americana de 1969. Por ello, a falta de diez días para acabarla, deciden dar un gran concierto gratuito y filmarlo para que quede para la posteridad como su propio gran festival. Los directores Albert Maysles, David Maysles y Charlotte Zwerin son llamados a última hora y aquella película, que serviría para glorificar al grupo, se convierte en otra cosa desde el inicio, con los numerosos problemas para poner en marcha aquella actuación.

 

 

 

Por fin, el 6 de diciembre de 1969, 300.000 personas se congregan en la autopista de Altamont para asistir al recital. Los Ángeles del Infierno se encargan de la seguridad. Desde el inicio, aquello es un caos lleno de violencia que remata con el asesinato de uno de los espectadores, Meredith Hunter, y otros tres muertos hoy olvidados. Todo es filmado por el equipo (entre ellos, George Lucas en las cámaras) y la película acaba documentando el momento que se entiende crucial en el final de la Generación del Amor de los años 60. Había que estar allí en el momento justo y tener la cámara enfocando en esa dirección, y todos los elementos se conjuraron para que así fuese. Única en su género, esta película debería ser la guía e inspiración de toda su producción cinematográfica, algo que por ahora, como se ha visto, no ha sido precisamente el caso con The Rolling Stones.

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