Reina de corazones
Reina de corazones
May el-Toukhy (Festival Films)
En Nico 1988 (2017) había una presencia que se comía toda la película, la de la actriz danesa Trine Dyrholm, quien conseguía que nos olvidásemos de que no tiene ningún parecido físico con ella. Aunque seguramente cuenta con otras cintas interesantes en su carrera, ahí fue donde la descubrió un público más amplio.
La misma actriz es la protagonista principal de Reina de corazones, un largometraje que ya justificaría su visionado por la cantidad de matices que aporta a su interpretación, por su completa entrega emocional y física; de hecho, su contemplación desnuda ante el espejo bien puede considerarse el centro sobre el que gravita todo el dilema que plantea el film.
Hay más, mucho más, en esta historia de un incesto y, sobre todo, de sus consecuencias, tratada con la misma frialdad que el gélido paisaje exterior y que el orden milimétrico y nórdico de la suntuosa casa en la que se desata este juego de poder, atracción, abuso sexual y negación. Expuesto con elegancia pero sin contemplaciones, con una precisión casi quirúrgica e hipnótica, y con bastantes escenas incómodas para el espectador, es imposible salir indemne de su visionado.