PLACEBO

Placebo, durmiendo con fantasmas

Hay un principio que al final le llega a toda estrella del rock. Puede venir de la boca de Jimi Hendrix durante la juerga de ácido más grande del mundo, puede salir de la mesa de reuniones de un gran sello o puede surgir durante una sesión de la más cara terapia. Dice: “Es hora de mejorar tu juego”. 

Al pequeño Brian Molko le vino al lado de un escenario en Australia, observando a un hombre desnudo con la barba de Satán dando saltos por allí  durante una hora. “Muchos grupos están creando nuevas referencias en el rock, como Queens Of The Stone Age”, comenta Brian con entusiasmo. “En la época en la que estábamos de gira con Black Market Music, uno de los grupos que de verdad nos hizo postrarnos fue At The Drive-In y este año son los Queens. Actuamos con ambos grupos en el festival Big Day Out. ¡Son los dioses del  rock!” 

El problema es que, cuando eres el cantante de Placebo mejorar tu juego no es algo fácil. No se trata de cifras de ventas o temibles mercados que se empiezan a romper. Se trata de hacer la música rock más salvaje y espectacular que pueda hacer cualquier ser humano, lo que, contrariamente al mito popular, parece ser que incluye a Brian Molko. “Me parecía que Black Market Music sonaba a veces como una maqueta cara”, admite Brian, “y yo quería hacer algo que fuesede un sonido grandioso  y con confianza. Pensé que sería divertido pisar ese terreno durante un tiempo.” 

En seis meses compusieron 25 canciones y las enviaron a varios estudios en el Reino Unido. Acabaron grabano con  el productor de UNKLE y DJ Shadow, Jim Abbiss. “Queríamos hacerlo mucho más rápido”, explica Brian, “y queríamos trabajar con alguien que nos diese una patada en el culo y nos hiciese hacer cosas al revés o de un lado para otro. Creía que sería más electrónico cuando estuviese acabado, no esperaba que sonase tan guitarrero como suena. Pero en cierta manera lo vi como la progresión natural: tener un pie en terreno rock y un pie en un terreno más orientado a los ritmos. Me daba la sensación de que habíamos llegado a un punto donde deberíamos refinarnos, ir más allá en los elementos en los que somos buenos por naturaleza, y pensamos que Jim podría darle un giro que a nosotros nunca se nos habría ocurrido. Jim tenía ideas muy fijas: podía cambiar los tiempos de los temas y cosas así, y a nosotros eso nos enloquecía de verdad, siendo como somos unos locos del control. Fue realmente difícil eso de estar obligado a hacer algo al revés. Pero lo bueno de esto era que dos personas con ideas muy fijas acababan llegando a algo que ninguna de ellas podría llegar por sí sola. Y eso es, más o menos, lo que esperábamos conseguir.” 

Sleeping With Ghosts entreteje electrónica furiosa de ritmo disperso con elegías que dejan el alma al descubierto. “El título del álbum trata sobre llevar los fantasmas de tus relaciones contigo”, explica Brian, “hasta el punto en el que a veces un olor o una situación o una prenda de vestir que compraron te trae recuerdos de una persona. Para mí va sobre la relación que tienes con tus recuerdos. A veces habitan en tus sueños y a veces estos fantasmas pueden incluso aparecer cuando estás en horas de trabajo. Puede haber mucho en el futuro que te va a hacer recordar al fantasma de relaciones pasadas. Así que veo el álbum como una colección de historias cortas sobre un puñado de relaciones, la mayoría de ellas mías. En cierto modo, escribir las canciones me ayuda a sacar fuera muchos sentimientos desagradables y meterlos en una caja, y, por tanto, a tener un discurso un poco más objetivo con esas emociones porque has hecho algo positivo con ellas, te has librado tú mismo de ellas.” 

Aunque esta docena de temas se escribieron a lo largo de tres años, es el estado de ánimo herido de “I’ll Be Yours” y “Protect Me From What I Want” -ambos escritos al final de las sesiones de Black Market Music, cuando Brian estaba pasando por “una ruptura muy, muy confusa”- el que domina. Las relaciones son asfixiantes en todas partes: en “The Bitter End”, la triste balada de piano “Centrefolds” y el tema que da título al álbum, que está basado en una  idea que Brian sacó de un psicólogo americano: “Las personas pueden ser “amigos del alma” que tienen relaciones que se repiten una y otra vez en muchas vidas diferentes; yo los imagino reencarnados como hermano y hermana.”  

Por otra parte, “This Picture” detalla los problemas de ser madre en una relación madre-hijo maldita, y el tema principal, el escalofriante “Something Rotten”, aborda el espinoso asunto de los abusos a menores. “Es uno de esos temas que tú decides que trata de algo después de los hechos”, explica Brian. “En realidad no lo escribí sobre nada en particular, pero cuando lo volví a escuchar, comprobé que evocaba un montón de imágenes de una infancia desagradable; no necesariamente abuso infantil en el sentido de abuso sexual, quizá ése sea un término demasiado específico; trata simplemente de irse de casa o de tener que huir de la situación de tu familia. En mi mente, si fuese a ser una banda sonora para una película imaginaria, entonces ése sería el tema que encajaría.” 

Entre las sesiones de grabación para lo que describe debidamente como “nuestro mejor álbum”, Brian Molko se ha metido en todo tipo de colaboraciones, participando como voz invitada en un single reciente de Alpinestars y en un álbum conceptual llamado Trash Palace del productor francés Dimitri Tikoboi: “Trash Palace es un club secreto, un club sólo para socios que se mueve mucho, con siete habitaciones de pecado. Es como pasarte por una fiesta, quedarte una hora y volver a irte, en contraposición a ser el primero en llegar y el último en marcharse”. 

        Y al abordar su música de una forma más informal, divertida y  experimental, Brian ha desarrollado incluso un nuevo punto de vista inesperadamente brillante. “Nunca me he sentido tan a gusto conmigo mismo”, dice sonriendo. “Al principio yo era un desastre con un estilo de vida extremo. Mucho de eso tenía que ver con esconder la inseguridad y con envalentonarse. Ahora me siento mucho más asentado. Al regresar, creo que tenemos que volver a demostrarnos a nosotros mismos en cierta medida, porque volver siendo descuidados y vagos y con actitud de estrellas de rock sólo serviría para que inmediatamente nos señalasen con el dedo. Creo que la actitud con la que regresamos esta vez no es la de dar por hecho nuestro éxito pasado, y tenemos que trabajar para conseguir todo el éxito que podamos. Estoy deseando de verdad que llegue la parte del trabajo duro de convencer a la gente que todavía eres importante y también de que no eres viejo. Salimos a luchar.”

Xavier Valiño

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