PASTORA

Pastora, cuaderno de cuentos

 

         Olvidémonos de que su núcleo original, Caïm y Pauet, son hijos de Pau Riba. En el momento en el que Dolo se cruzó en su camino, Pastora tomaron otro rumbo. Olvidados también sus dos primeros discos, que casi nadie tuvo oportunidad de oír, ahora aparece su primer disco de larga duración con una distribución digna. 

Mucha gente no había tenido noticias vuestras hasta la publicación de vuestro primer disco con una compañía grande. ¿Cómo fue vuestra historia antes?

         – Pauet (P): Nosotros dos tocábamos con nuestro padre. Yo ponía las imágenes y Caïm, mi hermano, lo acompañaba con las guitarras. Nos emancipamos e hicimos un grupo audiovisual. En el 2000, para hacerlo más fácil de cara al directo, ya que estábamos los dos muy concentrados en los conciertos y quedaba un poco frío, y también para encontrar discográfica, buscamos una cantante, y ahí entró Dolo. El mes de agosto del año pasado se editó este disco, Pastora, y ahora, por cuestiones que preferimos no comentar, se relanza. 

Vuestros dos discos anteriores, sin Dolo, ¿qué contenían y quién los editó?

         – P: Editamos un disco con Picap, que estuvo una semana en las tiendas y que se llamaba Tripshow Audiovisual Techno Symphonic: el título es lo que era. Y, antes, como Pau Riba y Pastora publicamos otro. 

¿Hay diferencias importantes entre aquellos y este disco, o es más una línea de continuidad?

         – P: Ya entonces predominaba una línea instrumental marcada por los instrumentos electrónicos, tal vez más que ahora, y por la puesta en escena con todo el montaje audiovisual que llevaba yo. Eso continúa, así que, aunque ahora tenemos una cantante, sí se puede hablar de continuidad. 

Tengo entendido que Caïm es el músico del grupo. ¿Cómo surgió tu interés por los sonidos electrónicos?

         – Caïm (C): Me viene ya de hace unos años atrás. La verdad es que todo surgió a partir de Underworld, que fue el grupo que me hizo prestar atención a todos estos sonidos, así como otros nombres que salieron más o menos al mismo tiempo. Ellos fueron los que me hicieron ver que es suficiente un dúo para hacer música en un grupo. 

¿Con qué tipo de instrumentos o máquinas te encuentras más cómodo trabajando?

         – C: Con la guitarra y con el teclado. Además, cada canción puede surgir a partir de cualquiera de estos dos instrumentos. 

¿Cómo se integra la experiencia de Pauet como experto en imagen y arte visual en el grupo?

         – P: Yo voy pasando etapas, probando cosas. Antes era más casero, y ahora voy más por lo tecnológico, aunque siempre me alejo de la figura del video-jockey. Lo que estoy haciendo ahora es trabajar mucho con la retroalimentación de imágenes. Es alucinante lo que se puede conseguir con la intimidad que da una pantalla de televisión. 

¿Algún recelo o trato de favor por ser hijos de Pau Riba?

         – C: Es lo que siempre nos preguntan, pero no. Ni la música, ni el tipo de espectáculo tiene nada que ver, ni él la trata como influencia. Únicamente nos dio una plataforma para empezar a trabajar. 

¿A qué se debe el acento y las letras tan peculiares de Dolo?

         – Dolo (D): Viene del estómago. Soy catalana, pero hija de extremeños. Es mi forma de expresarme, algo que viene de la calle. Los textos tienen que ver con la vida en la ciudad, aunque hablo de una soledad buscada. Hay que tener en cuenta que trabajamos al revés: primero Caïm hace las músicas y luego yo compongo una letra que le vaya. 

Por cierto, me gusta mucho, por ejemplo, la letra de “La cultura”. ¿Cómo se llegó a ella?

         – D: Surgió de un programa de televisión que era un debate. Había un montón de gente hablando del tema, con lentejuelas, y por eso me pregunté dónde está la cultura. 

Vuestras canciones me pueden llevar desde Everything But The Girl (“Runner”) hasta Presuntos Implicados (“Mirona”). ¿Os gusta el símil?

         – C: A Everything But The Girl los he escuchado mucho. Y de Presuntos Implicados me pueden gustar algunas cosas. Por ejemplo, en su último disco han experimentado con algún toque electrónico.

         – D: A mí me gustó su disco Alma de blues.

         – C: Por cierto, “Runner” surgió a partir de la banda sonora de Vangelis para Blade Runner. Perdón, no, me estoy equivocando: ésa es otra canción que aún no hemos publicado. 

¿No os gustaría incidir más en vuestra vertiente bailable o en la experimental?

         – C: Lo bueno es el equilibrio y es lo que intentamos, aunque alguna de las canciones pueda tirar más hacia un lado.

         – P: En directo, la mezcla con la parte audiovisual es muy curiosa, hay que verlo. 

Habéis sido teloneros de Moloko. ¿Qué tal el concierto y que os pareció la elección?

          – D: Muy bien. Creo que somos del mismo estilo, así que no pudo ser mejor. Y el concierto resultó estupendo. 

¿Os parece que hay alguien en nuestro Estado que haga algo parecido a lo vuestro?

         – D: La verdad es que tampoco conocemos demasiados artistas como para compararnos con nadie. Más por desconocimiento que por otra cosa.

         – P: Yo soy joyero y tampoco conozco prácticamente a ningún joyero.

Xavier Valiño

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