PÁLIDA

Pálida
  
 
 
 

Formación: Nelo
Procedencia: Vigo
Estilo: Electrónica
Contacto: 
palidaenlosojos@gmail.com

 


Cuéntanos cómo fue el comienzo del grupo. ¿Cómo y con qué intenciones surge? 

– Pálida (el nombre es regalo de un querido amigo) surge de una epifanía que tuve mientras intentaba meter la cabeza en un bafle durante un concierto de The Field.

 

¿Qué grupo, disco o razón te impulsó a montar la banda? 

– Los grandes catalizadores son el Strawberry Jam de Animal Collective y el Tarot Sport de Fuck Buttons. Recuerdo estar viendo a Fuck Buttons de ácido, flipando (pelos de punta) cuando se me acercó un colega y, pasándome el brazo por encima del hombro, me dijo: “Ya ves tío, toda la vida aporreando guitarras y pedales y lo que siempre quisiste era un sinte”. No es del todo cierto (el rock en general y Sonic Youth en particular salvaron mi alma), pero fue MUY revelador.


¿Cómo compones? 

– Es un proceso muy bonito: suele suceder a altas horas de la noche que me rallo de trabajar delante del ordenador, enciendo los cacharros y empiezo a jugar con ellos. Como nunca antes me había enfrentado a muchos de los retos que plantea (pensar en ritmos, por ejemplo) es muy estimulante, pero también ha hecho que el proceso de aprendizaje fuese algo lento.

 

¿Estás grabando material nuevo? ¿Para cuando podemos esperar tu siguiente referencia? 

– Tengo muchísimo material, que es con lo que trabajo el directo, bastante grabado. Mi idea es sacar un nuevo EP con otros tres temas en marzo o abril y, pasado el verano, si todo marcha, un largo. Estaría guapísimo contar con el apoyo de alguien para poder editarlo físicamente, pero todo se andará.


¿Por qué sello te gustaría fichar? 

– A día de hoy creo que Matapadre es el sello que mejor se ajusta a lo que estoy haciendo: son de Galicia y están apoyando mucho la escena, editan sin importarles el idioma en que cantes (últimamente coqueteo con el castellano y el gallego) y tienen a Colectivo Oruga, una banda con la que disfruto mucho en directo y cercana por intención, amén de compañeros como Guerrera o Unicornibot. Creo que Pálida sería feliz en su seno.
Lo idílico sería que la Metamovida fuese creciendo hasta poder editar nuestros trabajos, pero me temo que aun falta un poco para eso.

 

¿A qué artista o grupo te gustaría telonear? 

– Con Fuck Buttons tengo una deuda espiritual que me gustaría saldar; Deerhunter, Dan Deacon, Animal Collective… Patrios: Svper y Colectivo Oruga son los que más afines siento, pero me encantaría hacer una ‘jam¡ o algo parecido) con Za!, sería muy divertido, aunque no sé si sería capaz de seguirles… También tengo una cuenta pendiente con los Puma Pumku, con los que espero poder hacer algún crossover más pronto que tarde.


¿Disfruta más durante el proceso de composición, de grabación o interpretando los temas encima de un escenario? 

– El directo lo que más, sin duda. Aunque el proceso de composición es super divertido, lo cierto es que Pálida nace pensando en un momento y un lugar, y estos son: altas horas de la noche, mucho volumen y fiestón.


¿Estáis en esto por hobby o con la intención de vivir de la música? 

– Sería increíble poder vivir de ello, o sacarle algo de pasta al menos, pero no me lo planteo en esos términos: lo hago por amor y por necesidad, porque hace que la vida sea más interesante y divertida… y qué cojones: porque es adictivo. Ya lo decía Ian McKaye: «Una vez lo pruebas, no puedes parar».


¿Os importa lo que diga la prensa musical de vosotros? 

– ¡Claro! Dentro de un orden por supuesto, lo fundamental es que yo esté satisfecho con mi trabajo y que la gente disfrute de él. Pero siempre es agradable que se dé un reconocimiento público a tu trabajo. Además, la prensa musical es un canal básico para poder llegar a más gente, especialmente en proyectos como Pálida, con los que resulta complicado encontrar oportunidades para tocar (creo que no tiene mucho sentido Pálida a las diez de la noche en una sala…)


¿Cuál es la mejor anécdota que os ha sucedido desde que empezasteis? 

– Aun no es que tenga muchas, pero hubo una este verano, durante el Festipousa (paraiso en la Cañiza). Yo tocaba útimo, antes de los djs. Al terminar en concierto levanté la cabeza y vi que la zona de baile estaba VACÍA. Completamente. Se me fue el corazón a los pies. Me acerqué a uno de los organizadores (y queridísimo amigo) para disculparme, rollo: «Tio, lo siento, creo que acabo de reventar el festi…» y en esas estaba yo cuando él se empieza a descojonar y me suelta: «Mira tío, no lo entiendes. Aquí estamos todos de setas, yo incluido, y la peña está por el bosque flipando con tu bolo».

Cuando un colega emergió de la espesura y se lanzó sobre mi para darme un abrazo, supe que todo había salido bien.

 

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