NADADORA

 Nadadora, desde el castillo ambulante

 

Tras dos maquetas (El cielo de antenas -03- y Octubre -04-, el grupo que se repartía entre A Coruña y O Grove editó un primer EP (Aventuras dentro de cajas -04-) y un disco de debut (Todo el frío del mundo -05-) que los situó en la primera fila de la escena independiente estatal. Con Hablaremos del miedo, ya ampliado su lugar de residencia también a Madrid, llega la reválida. Su compositor principal, Gonzalo, nos descubre el ansia de cambio.

 

¿Qué tal fue la repercusión del primer álbum?

         – Bastante buena. Comenzó de forma tímida y, poco a poco, pero sobre todo con el trabajo de los conciertos, fue calando y obteniendo más repercusión. La crítica fue bastante buena y creo que sirvió para, por lo menos, llamar la atención. La expectación con este nuevo disco hace pensar que ha tenido una repercusión importante.

 

¿Dónde fue mejor acogido: lugares, festivales, ciudades…?

         – Ha sido muy importante la acogida en Galicia y Madrid. Por un lado, conciertos en salas como El Sol el año pasado fue bastante importante, con mucha gente y bastante buen sonido, y el del FIB también tuvo gran acogida, con la carpa llena a las 5 y media de la tarde, lo que creo que es bastante significativo. Me gusta pensar que, a poco que las condiciones de la sala o del festival sean lo suficientemente buenas para sentirnos cómodos, el concierto será bueno, independientemente del formato.

 

Me gusta mucho la versión de Yoko Ono del recopilatorio navideño. Parece que hay cierta unanimidad en que está muy conseguida. ¿Fue fácil?

         – Pues fue un proceso un tanto raro. Hubo cierto malentendido con las fechas y tuvimos que grabarla en un fin de semana, y sólo la habíamos ensayado un par de veces, así que, por lo menos, te diré que fue extraño, no sé si fácil, pero sí extraño. En cualquier caso, creo que pudo quedar mejor: si hubiéramos tenido más tiempo creo que quedaría mucho mejor.

 

¿Cuál era la intención con el nuevo disco, Hablaremos del miedo?

         – Arrancarnos el miedo de las manos y enfrentarnos a él cara a cara, desterrar el cliché pop que nos persigue. Sentirnos nosotros mismos. Transmitir de otra manera, más aguda y dramática, más oscura y menos obvia.

 

Parece que os ha salido un disco más dinámico, al menos en su primera parte, ¿no?

         – Posiblemente, las canciones representan el estado del grupo, como transpira ahora, los nuevos deseos… Esto hace que la intencionalidad compositiva se vea alterada: hay ciertas fórmulas, ciertas estructuras de canción que ya no necesitábamos realizar, de ahí el cambio. Necesitábamos sentir que evolucionábamos, y el grupo necesita sentirse vivo y, por tanto, no acomodarse. No queríamos repetir las mismas fórmulas del anterior trabajo.

 

¿Cómo habéis trabajado los arreglos de cuerda y viento?

         – Iago Cañás, un amigo también músico, nos ha ayudado en este tema. Él ha hecho todos los arreglos. Yo trabajaba con él, le explicaba la intención del arreglo y, después, él hacia las partituras y veíamos cómo encajaba. Su trabajo ha sido sensacional.

 

¿Ha estado Sara trabajando con su voz? Creo que es algo que se nota en el disco.

         – No, lo que pasa es que a la hora de transmitir cosas distintas a las que ya venías haciendo necesitas usar recursos distintos, y es lo que ha hecho: cambiar su forma de cantar para sentirse más a gusto con una nueva forma de transmitir. Creo que ha quedado impresionante. En líneas generales, creo que ese tipo de cambio se puede ver en todos los miembros del grupo, aunque en la voz resulte más obvio.

 

¿Qué es lo que más te motiva a la hora de componer? ¿Dónde aparece la inspiración?

         – No sé lo que más me motiva; creo que no podría describirlo, es más bien una necesidad que nace de las tripas y te obliga a componer. El resto es secundario. Picasso decía que no sabía si existía la inspiración, pero que, de existir, que le cogiera trabajando. Yo creo lo mismo: es muy difícil sentir o analizar cómo es la inspiración y de dónde parte. En cualquier caso, este disco está bastante inspirado en el hastío, la desidia y la seguridad de que no hay esperanza. Es un disco de resistencia.

 

De nuevo sigue habiendo una canción en gallego. ¿Continúa la intención de hacer algún día un disco en ese idioma?

         – Sí, por supuesto. En julio empezaremos a componer lo que posiblemente será un EP. Aún es pronto, pero casi seguro que saldrá el próximo año.

 

¿Y cuál es la razón de que haya un texto de Lois Pereiro en el encarte interior?

         – Cuando ya se había compuesto el disco y me empezaban a preguntar por la temática de las canciones, el título, etc., cayeron en mis manos unos poemas de Lois Pereiro. Entre ellos, estaba esta frase, y me impresionó y me sobrecogió cómo podía, a mi juicio, resumir toda la intencionalidad del disco. No lo dudé: sabía que tenía que aparecer en los créditos.

 

¿Cuál era la idea de la portada? Supongo que no es Sara la fotografiada, ¿no?

         – No, no es Sara. La idea era hacer una portada que no se asociara en absoluto con una portada de Nadadora. Al igual que la imagen, que el propio disco, la portada debía transmitir la intención de cambio en el registro de Nadadora. A partir de ahí, fue obra conjunta de Luis Escalante (diseñador) y Tamara de la Fuente (fotógrafa), que aportaron su propia visión.

 

Creo que el grupo está ahora repartido entre varios lugares. ¿Se hace difícil ensayar?

         – Muy difícil. El compaginar trabajo y música se está convirtiendo en una pesadilla. Éste es el gran problema de amateurismo en la escena independiente; siempre te quedas con la sensación de que todo está a medias.

 

En Galicia sois todo un referente del pop independiente. ¿Cómo se os valora?

– Me resulta difícil saber cómo nos valoran. Supongo que bien en general en toda España: los conciertos tienen buena afluencia de gente y las ventas no son malas, así que…

 

¿Cómo veis la escena gallega?

         – Creo que es la mejor escena en años. Hay muchos grupos con trabajos importantes y bastante calidad. Lo que no creo es que se pueda hablar de escena, ya que no hay muchos elementos comunes entre nosotros, aparte del circunstancial de coincidir en el tiempo.

 

¿Creéis que podéis llegar a más gente de la que hasta ahora os ha seguido o es difícil sin contar con el apoyo de medios más grandes?

         – Es difícil, ya que los medios de difusión y promoción son muy limitados, pero nosotros somos ambiciosos. Aún sabiendo que este disco es más duro que el anterior, creo que puede llegar a tener más repercusión. Será muy importante presentarlo y rodarlo mucho en directo.

 

Habéis hecho últimamente conciertos acústicos. ¿Cómo os va en esa faceta?

         – Bien, son conciertos muy distintos al resto, con una compenetración mayor con el público, más recogidos, con una inmediatez más clara, lo que hace que se produzcan momentos muy especiales. Normalmente aprovechamos para tocar un repertorio más tranquilo y pausado. Ahora estamos incorporando violín y elementos diferentes a los de los conciertos normales.

 

¿Vuestros últimos descubrimientos musicales?

         – Architecture in Helsinki, Justice, Modest Mouse…

 

Por último, ¿nos recomendáis algún libro, película y disco?

         – Una película: El castillo ambulante, de Hayao Miyazaki. Y un disco: Boxer, de The National.

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