MOBY 2009

Moby, el eco de un pasado austero
 
 
 

 

Fue en la ceremonia de entrega de los premios del cine británico, los BAFTA, cuando Moby tuvo una revelación. El director David Lynch, en su discurso, habló de la creatividad por el simple placer de crear como algo hermoso; a Moby aquel mensaje le llegó como la enseñanza definitiva de un monje Zen, y el resultado es su nuevo disco, Wait For Me.
 

“En aquel momento, decidí hacer discos que fueran más personales”, asegura Moby, recordando la impresión del momento, “tal vez más experimentales y más como un reto, quizás discos que no fuesen tan fáciles de escuchar, pero cosas que yo personalmente encontrase más creativas y satisfactorias. Ésa fue la idea detrás de este nuevo disco”.

El álbum del que habla, Wait For Me, es completamente distinto a su predecesor, una oda a la pista de baile, Last Night. Liberado de las presiones de intentar agradarse a sí mismo al tiempo que a los programadores de radio, a los periodistas y al departamento de marketing de su discográfica, Moby decidió desprenderse en esta ocasión de los estudios caros, los equipos más imponentes, los invitados de renombre, y los diseñadores gráficos y consultores de imagen que le habían rodeado en sus anteriores discos.

“Hay algo totalmente relajante en el hecho de hacer todo tú  mismo y no intentar adelantarte al mercado”, afirma Moby. “No sé si este disco le gustará a alguien, no sé si venderá nada, pero es agradable intentar hacer algo por las razones correctas y no tener que pensar en que te programen en la radio o en las ventas: simplemente hacer un álbum porque quieres hacer un álbum”.

De hecho, todo el enfoque de hacerlo uno mismo está presente en Wait For Me, desde el proceso de grabación hasta la portada del disco. “Un amigo hizo las fotos”, dice Moby, “y yo hice la imagen de la portada. Grabé el disco en mi dormitorio y lo mezclé con un punk rocker loco que se perdía en el camino al estudio todas las noches”.

Ese legendario rockero punk es Ken Thomas, que ha grabado con todo el mundo, desde The Buzzcocks a Wire, pasando por Sigur Ros o M83. Grabar con él le recordó a Moby sus inicios en la banda hardcore Vatican Commandos a principios de los 80. Y aunque la música que suena en Wait For Me se acerca más a aquella por la que se le conoce, hay cierta influencia de aquellos días. “Mistake” es un homenaje al post-punk de Joy Division y Echo & The Bunnymen, mientras que la canción que le da título está inspirada por el disco Damaged de Black Flag.

Desde el punto de vista del sonido, Wait For Me busca su inspiración en algo más suave, amable, de una era anterior al punk, incluso antes de que naciese el rock. “Quería hacer un disco que fuese hermoso y cálido, abierto y sugerente, y también algo más idiosincrásico y personal”, mantiene Moby.

 
 

“La forma en la que ha sido grabado y mezclado no tiene nada que ver con esos discos de hoy en día en los que, de principio a fin, estallan en tu cara, con todo grabado muy alto y en primer plano, sin sutileza. Suenan bien en el coche cuando escuchas los éxitos de la radio, pero los discos que a mí más me gustan son viejos discos de blues minimalistas, que son austeros y simples. Así que quise buscar esa austeridad en este disco. En lugar de hacer algo comercial y que el mercado abrazará, quise hacer algo para una mujer de 26 años que, deprimida y en su apartamento, pueda hacer suyo”.

Para conseguirlo, Moby utilizó bastante el eco en Wait For Me e hizo un uso muy concienzudo del estéreo. “Lo que me inspiró fueron los coros de la canción de Elvis Presley “In The Ghetto”, el disco Surrealistic Pillow de Jefferson Airplane y, también, “I Only Have Eyes For You” de The Flamingos”, asegura Moby. “Y también eBay, porque ahí he encontrado mucho equipamiento antiguo y desvencijado que me sirvió perfectamente para lo que necesitaba: viejos amplificadores, viejos sintetizadores, viejos aparatos de eco que técnicamente son imperfectos, pero que a mí me venían de maravilla para lo que quería”.

Se puede rastrear los fantasmas de esas viejas máquinas en estas canciones y, cuando se combinan con voces cavernosas, acordes de guitarras sostenidos largo rato, instrumentos de cuerda cálidos y temas lentos, Wait For Me pueda recordar al catalizador de este disco, David Lynch, y su trabajo con el compositor Angelo Badalamenti. De hecho, Lynch es el director del primer video, “Shot In The Back Of The Head”, un tema que conjura el espíritu de Phil Spector con varias capas de sonido. Y vale la pena recordar que ‘samples’ de Twin Peaks sonaban en el éxito que lanzó la carrera de Moby en 1991, “Go”.

Queda claro, pues, que este disco busca conectar con el oyente a un nivel individual. “En el pasado, los artistas y los sellos trataban a sus oyentes como masas porque vendían millones de discos”, afirma Moby para acabar. “Mucha gente perdió la perspectiva con esa relación. Muchos músicos de éxito asumen que siempre tendrán un público, y eso trae un aire de complacencia y arrogancia. Sin que parezca loco o new age, creo que hay algo grande y humilde a la vez en el hecho de que alguien se lleve tu disco a casa y lo escuche”.

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