MATTAFIX

 Mattafix, compositores de canciones para bailar y escuchar

mattafix

 

Su single “Big City Life”, que cuenta con las remezclas una leyenda del reggae, Sly & Robbie, les ha convertido en un grupo con un relativo éxito, un auténtico pelotazo con el que se han dado a conocer en medio mundo, con lo que el nombre de Mattafix ya no suena tan ajeno como la primera vez que lo escuchamos, convirtiéndose así en una de las formaciones con más futuro dentro de la escena electro-pop y la música de baile.

 

         El colectivo combina con absoluta maestría diversos estilos musicales para crear el suyo propio, o sea, un cóctel francamente irresistible pop, soul, hip-hop, blues, rock y roots-reggae, todo ello unido a través de un hilo conductor fabricado con bases electrónicas y loops muy logrados. No en vano la crítica dice que Mattafix son ‘los nuevos Massive Attack’. Han rescatado la esencia de diversos géneros de músicas de raíz para dar vida a su propia historia.

 

         Pero, ¿quiénes son Mattafix? El dúo lo forman Marlon Roudette y Preetesh Hirji, llamados por algunos ‘los héroes del electro-blues del Siglo 21’. “Comenzamos desde extremos opuestos del espectro”, aseguran, “y con influencias apropiadamente distintas, pero esto lo transformamos en algo ventajoso introduciendo todos los puntos intermedios: blues, jazz, bangra, punk, roots-reggae, hip-hop, pop, calipso, heavy-metal, soul clásico, dancehall… Todo ello filtrado por el método británico de tumulto multicultural musical que reconoce todo pero que deja proliferar muy poco”.

 

Está claro que es ese conglomerado lo que da un encanto especial a sus canciones. Y gracias a su contagioso amor por la vida y todo lo que implica, Mattafix han definido de forma bastante brillante sus ritmos heterogéneos con una sutileza que se alimenta de todo lo que sucede a su alrededor y luego lo devuelve de una forma que muestra lo que hay y sus aspiraciones. “Sí, se podría decir que hemos creado un blues urbano único y muy británico, que refleja nuestra diversidad tal como la vive la gente real en la vida real más que como una conferencia de sociología de un estudiante universitario”.

 

Ya su nombre encierra un cierto encanto exótico. “El nombre viene de una expresión que se escucha a todas horas en la isla de San Vicente, ‘matter fixed’ (‘asunto arreglado’), que no es más que la particular adaptación local del omnipresente ‘no problem’ (‘no pasa nada’) caribeño”. Y, muy probablemente, sea el nombre perfecto para este dúo que, aunque poco probable en teoría, son un vívido ejemplo de cómo deben funcionar las canciones en el presente siglo.

 

Marlon Roudette y Preetesh Hirji: un virtuoso del steel-pan y un confeso loco informático; uno criado en el idilio tropical de San Vicente, el otro en la dura y decadente zona de la Harrow Road de Londres; un pasado anglo-indio y una herencia india. ¡Demonios, no deberían ni caerse bien! Sin embargo, no es así. “Nos conocimos por un encuentro casual en un estudio de grabación, unidos por el amor compartido por las canciones y el descubrimiento final de que habíamos asistido a la misma escuela primaria de Ladbroke Grove durante un tiempo, ya que Marlon vivió en Londres hasta los nueve años”, asegura Preetesh.

 

         “Por supuesto, vimos elementos en común y nos pusimos a trabajar juntos. Ser capaz de experimentar con rock, reggae, hip-hop, house, etc. no habría contado para nada si no hubiésemos podido traducir todo eso en canciones, y ésa es nuestra fuerza”. Efectivamente, eso es lo destacado de su primer álbum, Signs Of A Struggle: Mattafix componen canciones. Marlon y Preetesh no se dedican a juntar ritmos o montar loops o ritmos de voz, sino que componen canciones. El estudio, para ellos, es un entorno de grabación más que un fin creativo en sí mismo. “Preferimos el factor comodidad de los instrumentos acústicos como guitarras o pianos cuando se trata de componer. Sólo después de que las ideas musicales de cada canción estén bien en su sitio se puede pensar en pasarse a lo digital”. Así no es de extrañar que su primer disco emane una calidez que no se encuentra en otros álbumes de la escena dance.

Xavier Valiño

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