MARIHUANA

Marihuana, la flor de su deseo 

«Lega-legalización, de calidad y barato. Lega-legalización, basta de prohibición». Tal vez hayas escuchado alguna vez esta proclama de Ska-P, algo que ya en su día dio título a un disco de Peter Tosh -«Legalización»-. O puede que hayas reparado en la letra de un tema con ese mismo título de Super Skunk: «Con la prohibición condenas la adición a la marginación más absoluta. Fumando espero, fumando espero, la ley que yo quiero. Adicción, prohibición, marginación, legalización es la solución».

Fela Kuti

Casi todas las canciones de Potato tienen que ver con el tema. Las de Bob Marley. Las de Cypress Hill… El mundo del reggae, del ska y del hip-hop siempre han tenido mucho más presente el tema, y todos le han dedicado alguna canción, un disco o buena parte de sus declaraciones públicas. 

No se trata aquí de entrar en el juego de si conviene o no que su consumo deje de estar penado, de que se cambie la ley, ni tampoco de exponer razones. Pero está claro que a buena parte de los músicos de rock le han dedicado su atención. ¡Si hasta el bueno de Sting levantó en su día la polémica por declararse a favor de la legalización de la marihuana! ¿Y que decir de Noel Gallagher, convertido no hace mucho en el enemigo público número uno por reconocer el consumo mayoritario de los jóvenes y el de otros muchos colegas, escapando de la hipocresía que rodea al tema? 

Aún hace poco que se publicó el disco Hempilation, un trabajo colectivo de tributo a la famosa planta, con intervenciones tan previsibles como las de Ziggy Marley, Black Crowes o Cypress Hill. Aunque lo mejor es recordar algunos discos claves de la historia del rock que tuvieron a la marihuana como inspiración o motivo principal. Veamos.

 

1.- BOB MARLEY: «Natty Dread»

El tenía que ser el primero. Por la serie de discos que inspiró y la interminable serie de consumidores e imitadores que generó. Todos en el reggae le deben casi todo: Desmond Dekker, Prince Buster, Lee Perry, Jimmy Cliff, Gregory Isaacs, Peter Tosh, Black Uhuru, Sly & Robbie… Nada extraño en quien, según cuenta la leyenda, llegó a fumar más de 300 kilos durante su vida. Cualquiera de sus discos podría haber encabezado esta lista. El luminoso repertorio de este disco fue creado, al igual que el resto de su discografía, desde la nebulosa y la espiritualidad que proporciona la ganjah: «Rebel Music (3 O’Clock Roadblock)», «Revolution», «No Woman No Cry», «Lively Up Yourself», «So Jah Say», «Talkin’ Blues»…   

 

2.- VARIOS: «The Harder They Come»

Podría haber quedado perfectamente recogido en el capítulo anterior. Pero, aparte de la inmejorable selección que se hizo del reggae de los 70, su importancia viene de la película a la que sirvió de banda sonora. «The Harder They Come» puede considerarse, sencillamente, como la definitiva película rock. Jimmy Cliff se tiraba todo el metraje intentando convertirse en estrella jamaicana del reggae, al tiempo que trapicheaba para subsistir y fumaba hasta decir basta y acabar mal.

 

3.- BOB DYLAN: «Blonde On Blonde»

El rock se transformó completamente el 28 agosto de 1964, cuando Bob Dylan visitó a los Beatles en el Hotel Delmonico de Nueva York. Conocida es la anécdota de que, además de buenas intenciones, el poeta folk llevaba consigo una bolsa de marihuana y allí los Beatles le pegaron sus primeras caladas. Tres años más tarde los cuatro de Liverpool publicaron un anuncio a toda página en The Times abogando por el cambio de las leyes en contra de su consumo. «Blonde On Blonde», además de ser la obra maestra de Dylan, contiene la frase más identificable del rock con la marihuana en «Rainy Day Women Nos. 12 & 35»: «Everybody must get stoned» -«Todo el mundo tiene que colocarse»-.

 

 

4.- THE BEATLES: «Revolver»

Nada volvió a ser lo mismo desde aquel día junto a Dylan. Los Beatles probaron lo que era alucinar con las sustancias prohibidas y empezaron a parir obras maestras con «Rubber Soul», continuaron con «Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band» -más inspirado por el LSD, aunque «A Day In The Life» le debe mucho a la marihuana- y acabaron en el «White Album». «Revolver» viene aquí por razones muy claras: ¿De dónde si no esa tendencia de Ringo a aflojar los tensores de su batería y al surrealismo en «Yellow Submarine»? ¿Y la apoteosis guitarrera de «Taxman» a cargo de George? ¿Y los desquiciados arreglos propuestos por Paul? ¿Y la grabación de cintas al revés? ¿Y los ambientes alucinógenos del «Tomorrow Never Knows» de John? ¿Y la proliferación de sitares?

 

6.- THE BLACK CROWES: «Shake Your Money Maker»

Vaya empacho de Rolling Stones y de rock sureño que tienen Los Cuervos Negros desde que comenzaron a grabar. Si alguien representa el espíritu hippy en los 90 son ellos. En cualquiera de sus cuatro discos hay múltiples referencias al cáñamo. De su cantante Chris Robinson hay casi más fotos fumándose un porro que en cualquier otra pose. Además, han inspirado la aparición de bandas como los Spin Doctors, que tuvieron la genial idea de rebautizar al cáñamo como kriptonita para su primer disco. ¡Si Superman levantara la cabeza!

 

7.- PRIMAL SCREAM: «Screamadelica»

Antes de su homenaje stoniano -«Give Out But Don’t Give Up»- y de la vuelta a los sonidos a los que le debe lo que es -«Vanishing Point»-, Bobby Gillespie sentó las bases del cruce de las guitarras eléctricas con los sonidos de baile más innovadores. Una vez más, la marihuana ayudó más de lo que conviene asumir, y así nació su mayor logro «Higher Than The Sun», con la colaboración de Jah Wooble -que ya había colaborado en otra de las biblias lisérgicas, el «Metal Box» de PIL-. El resto de los temas dan una idea del grado de consumo de Bobby y sus compinches en aquellos días: «I’m Coming Down» -«Tengo un bajón»-, «Inner Flight»- «Vuelo interior»-, «Loaded» -«Colocado»-…

 

8.- TRICKY: «Maxinquaye», «Pre-Millenium Tension»

Puede que lo del trip-hop de Bristol -Massive Attack, Portishead, Morcheeba…- tenga que ver con una mayor densidad de población jamaicana. Pero eso no explica las cadencias lentas y nebulosas de su música. Sin embargo puede ayudar saber que Tricky siempre se ha reconocido como un fumador compulsivo, hasta perder la razón. El primero de sus discos capta perfectamente ese ritmo cadencioso y soñoliento. El segundo palpita tal tensión y nerviosismo que ya podemos empezar a pensar en si no habrá llevado su vicio particular a extremos enfermizos.

 

9.- CYPRESS HILL: «Black Sunday»

Si el reggae se dedica a la devoción casi religiosa, el rap gasta sus energías en la reivindicación: Dr. Dre, Eazy-E, Snoop Doggy Dog o Method Man son algunos de sus más convencidos defensores. «Black Sunday», de Cypress Hill, está enteramente dedicado a la marihuana: «I Wanna Get High», «Light Another», «Stoned Is The Way Of The Walk», «How To Roll A Blunt»… En su portada incluyen veinte razones para su legalización. Las cosas ya no son lo que eran: en algunos Estados de los USA permiten su uso con fines medicinales y hasta Bill Clinton reconoció que en su época universitaria llegó a fumar un porro (¡aunque no tragó el humo, faltaría más!).

 

10.- JAMIROQUAI: «Emergency On Planet Earth»

Al bueno de J K le falta mucho aún para estar a la altura de los nombres que le preceden en esta lista y más para desprenderse de su fijación por Stevie Wonder. Pero sus sombreros le delatan y uno no puede más que tomar a cachondeo el título de sus tres discos y la declaración implícita que ello significa. «Travelling Without Movin'» -«Viajando sin moverse»-, «The Return Of The Space Cowboy» -«El retorno del vaquero espacial»- y «Emergency On Planet Earth» -«Emergencia en el planeta tierra»-. Demasiado viaje sideral. 

 BIBLIOGRAFÍA:

– Historia de las drogas. Antonio Escohotado (Ed. Alianza)

– Marihuana: Medicina prohibida (Ed. Paidós)

– Manual para el cultivo de la marihuana. Ed Rosenthal (Ed. Pastenaga)

– El libro de la yerba. Varios (Ed. Anagrama)

– Especial Revista Ajoblanco. Verano 95.


SUPER – HIERBA 

Hay historias curiosas de las estrellas del rock y sus relaciones con la policía con drogas por el medio. La más conocida tiene por actores principales a los Rolling Stones y a un celoso inspector de policía llamado Norman Pilcher. El 12 de febrero de 1967 irrumpió con sus hombres en una de las famosas fiestas de Jagger y compañía. Su novia de entonces, Marianne Faithfull, sólo llevaba encima una trapo de piel que se quitó a propósito para poner en un aprieto a la policía. 

Unos minutos antes, George Harrison y su mujer habían dejado la casa, lo que llevó a algunos a montar teorías conspiradoras diciendo que todo estaba pensado para desacreditar sólo a los Stones. Pero si esa era la intención, las cosas no salieron como se pretendía: Jagger y Richards escaparon de la cárcel y su popularidad creció considerablemente. 

Otra teoría de este tipo tiene que ver con Paul McCartney. En enero de 1980, antes de comenzar una gira japonesa con los Wings, llamó a John Lennon en Nueva York para ofrecerle un poco de la hierba que llevaba consigo. También les comentó que se iban a quedar en el Hotel Okura de Tokyo. A John y Yoko la idea no les gustó nada, ya que ese era el lugar en el que habitualmente residían cuando estaban en Tokyo y creían que Paul y Linda destruirían el karma de la habitación.  

Cuando Paul y su mujer llegaron al aeropuerto fueron cacheados y encontraron 22 porros perfectamente liados. Después de cinco horas de interrogatorio y diez días de espera Paul McCartney fue devuelto esposado a su país, cancelando la gira. Sólo había una evidencia para probarlo: uno de los primos de Yoko Ono era uno de los agentes de aduanas. De todas formas, más creíble es la historia de que el FBI, habiendo descubierto la droga, y para evitarse un lío con un personaje tan popular, decidió advertir a las autoridades japonesas, pasándoles el problema. 

Más cruel es lo de Roky Erikson, guitarrista y cantante de los 13th Floor Elevators, que fue detenido en los 60 en Texas, con 19 años, después de estar bajo vigilancia policial durante un mes. Aunque la cantidad era ínfima, y sólo para escapar a las rígidas leyes del Estado, confesó que era un marciano, lo que le dio la posibilidad de alegar demencia en el juicio. Grave error: lo internaron en un hospital psiquiátrico y durante tres años estuvo bajo tratamiento de electroshock. Gracias a un abogado que se preocupó por el caso logró salir de allí, pero ya no volvería a ser el mismo. 

Con más humor lo ven Supergrass. La historia del policía que los descubrió en el bus del colegio con hierba y el trago traumático de tener que enfrentarse a los padres quedó perfectamente documentado en «Caught By The Fuzz», de su primer disco. Evidentemente, ahora no dejan de reírse con aquella historia mientras encienden otro cigarro de la risa. 

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