MADONNA

Madonna, rayos de luz maternal

 

¡Quién lo iba a decir! ¡Madonna en estas páginas! Pues sí, tenemos que rendirnos a la evidencia. A sus 39 años, después de ser madre y alejada de cualquier escándalo, la Ciccone ha hecho su mejor disco y, tal vez, el único realmente recomendable -lo siento: somos muchos los que no apreciamos Like A Prayer como otros lo hacen-. Recapitulemos.

 

Conocemos a Madonna. Hemos visto su vida documentada en blanco y negro: confesiones íntimas convertidas en entretenimiento de consumo masivo, el producto perfecto de una artista intentando convertirse en arte ella misma. La hemos escuchado hablar de su traumática infancia y sus complejos derivados de una educación católica, de sus relaciones superficiales y su matrimonio errado. La hemos visto desnuda tantas veces que su imagen ya no dice absolutamente nada. Hemos permitido que se hiciera para la pantalla grande con el papel de una de las mujeres más influyentes del siglo. Y ya no creemos que haya nada más que pueda decir o hacer.

 

La hemos visto crecer y vivir su vida como un guión, incapaces de darnos cuenta de que hay un ser humano en el centro de todo el torbellino. Y ése es el punto principal: realmente no la conocemos porque nunca nos ha permitido acercarnos a ella. Hasta ahora.

 

Ray Of Light no juega con ninguna máscara. Es la recapitulación de todo lo que ha sido su vida, envuelta en el más exquisito de los celofanes electrónicos, cortesía del productor William Orbit. Para hacerlo necesitaba un vehículo de indestructible sofisticación y en William Orbit, que ya había hecho un primer intento en un disco fallido en el que Madonna intentó algo parecido –Erotica-, ha encontrado el fontanero ideal. Fue contratado para poner un arreglo aquí y allá, y acabó coproduciendo 12 de las 13 canciones y la única que se le escapó, “Little Star”, es suya en todo menos en el nombre.

 

“Mer Girl”, su cierre, es la perfecta muestra para reconciliarla con todo el mundo. Mientras William Orbit mezcla pianos distantes con un motivo musical de sólo dos notas, Madonna convierte una sesión de terapia pública en una encantadora historia fantasmal. Corre por los bosques, cae llorando en los lagos, llega a un cementerio y parece que la entierran viva. Mientras la canción se puede entender como parte de una tradición folk, nada nos puede preparar adecuadamente para la despedida a capella: “Olí su carne quemada/ sus huesos podridos/ su decadencia/ Corrí y corrí/ y todavía sigo corriendo”.

 

Y entonces nos damos cuenta de que es una persona real, a pesar de los intentos de vendernos una caricatura como un artículo auténtico, y podemos creer que ha encontrando alguna forma de paz. Ray Of Light es su intento y otra de sus líneas su compendio: “Nada se lleva el pasado como el futuro”.

 

 

Discografía

 

– Madonna (The First Album), 1983

– Like A Virgin, 1985

– True Blue, 1986

– Who’s That Girl, 1987

– You Can Dance, 1987

– Like A Prayer, 1989

– I’m Breahtless, 1990

– The Inmaculate Collection, 1990

– Erotica, 1992

– Bedtime Stories, 1994

– Something To Remember, 1995

– Evita (B.S.O.), 1996

– Ray Of Light, 1998

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