LUIS ARRONTE

Luis Arronte debuta con Sólo ida

 

            Luis Arronte, de origen madrileño, ha tenido que recalar en Granada, una ciudad en la que el rock no es una simple referencia mediática, para que viera la luz su primer álbum, que ahora se edita, titulado Sólo ida (El Ejército Rojo, 2007). El disco, grabado para el sello que lleva la gente de Los Planetas y que recientemente editó el disco de Grupo de Expertos Solynieve, así como álbumes de Airbag o Señor Chinarro en el pasado, bebe, según su autor, del Nick Drake de Bryter Layter, los Wilco de Yankee Hotel Foxtrot, los Sun Kil Moon de Ghosts Of The Great Highway, el Dominique A de Auguri o la Cat Power de You Are Free.

 

            Grabado en el mes de septiembre de 2006 en El Refugio Antiaéreo por Pablo Sánchez, que ha producido a gente como Los Planetas, Enrique Morente y Estrella Morente, entre otros, y producido por Manuel Ferrón, componente de Grupo de Expertos Solynieve, y el propio Arronte, contiene once canciones en las que Luis Arronte se apoya en la batería de Pablo Sánchez-Lafuente (Notes To Myself, Concorde), el bajo de Miguel Rueda (Concorde) y la guitarra eléctrica de G-Sus (Manía Stereo, Psicoactivos). Como invitados especiales, Florent Muñoz, guitarra de Los Planetas, Alejandro Méndez, guitarra de Lori Meyers, Diego Galaz, violinista de La Musgaña, Nacho Mastretta o Jorge Drexler, entre otros. El propio autor nos comenta sus canciones:

 

1 La cuesta de enero: Urgencias, lo que falta, como la pasta en la cuesta de enero. Un pequeño apartamento se hace gigante para una persona. Largas distancias y esfuerzos por hacer. Mi novia, claro. Alejandro Méndez (Lori Meyers) grabó su guitarra eléctrica en, aproximadamente, 45 minutos. Simplemente se pasó por el estudio, cogió la guitarra y pidió que le dieran al ‘rec’.

 

2 El Perro de Paulov: La rutina, el tedio, la monotonía hacen que cuando suene la campana, salives, sin más. De Dominique A al Neil Young más trágico. Florent (Los Planetas) quiso grabar su cuarteto de guitarras sin que yo estuviera presente. Aún no sé por qué, pero se lo agradezco. Pablo y Carlos las mezclaron como dos ingenieros de la NASA haciendo despegar un trasbordador, todos aquellos botones.

 

3 Podría ser peor: Qué fácil es quejarse. No son pocos los que responden ‘Fatal’ cuando se les pregunta ‘¿Qué tal?’. Piensa en lo que te queda, no en lo que te falta.

 

4 La llamada: Una buena amiga me hizo un buen favor. Nunca abandones a tus amigos. Una canción de huida, aunque parezca un poco cobarde. En ese sentido, qué bueno fue que Silvia Rollán aprendiera la letra el día antes para poder hacer los coros. “Sólo no puedo, con amigos, sí”. A esta canción la quise folk desde que nació.

 

5 Ciencia ficción: De cómo extrañarse por algo que es totalmente normal. Si tú no me llamas yo tampoco voy a hacerlo. La escribí sólo en casa, sólo en el edificio, a las tantas de la madrugada. Uno es muy escéptico con las historias de fantasmitas, pero es que el Albaicín a oscuras… Al principio, ese redoble de

Pablo que jamás ha podido volver a repetir, y que decidimos justo en el momento de hacer la única toma. Qué se le va a hacer. Miguel hace una línea de bajo milagrosa, hasta él está orgulloso de ella. En realidad, el encanto de este tema se lo debo a ellos dos.

 

6 Interludio: Un arpegio en medio, que es lo que dirá todo el mundo. Tiene letra, pero me la reservo para ocasiones especiales.

 

7 Alta Mar: Un muchacho quiere librarse de una muchacha como sea y no puede. Me llamó la atención el mito del súcubo, y pensé en un protagonista que la odia pero sabe que no puede decirle que no a nada. Por eso se queja con amenazas desde el armario.

 

8 Los accidentes no existen: Vicios y virtudes. Si sabes las consecuencias de lo que te estás metiendo es que ya eres mayorcito. Que hablando se arreglan las cosas a veces. El verso que no canto es el que resume toda la historia y el que da el título. Diego me plantó encima un violín que me devora por completo, es impresionante. En esta canción, en el minuto 1.40, aparece el fantasma del estudio, el que hacía chasquear las paredes justo cuando me disponía a grabar. Es fácil reírse de los fantasmas, pero cuando son las tantas y estás en un estudio de grabación totalmente insonorizado que fue un antiguo refugio de la Guerra Civil en el monte del Fargue, cualquier ruidito es sospechoso. Ahí lo hemos dejado, para la historia.

 

9 Historia de valientes: Despertarse por la mañana y sentirse el presidente de la República. Hoy mando yo, aunque sea por una vez. Y tú no te vas porque no quieres irte. Y porque lo digo yo. Jesús vino a grabar un par de guitarras eléctricas al final, y le tuve que pedir que tocara peor de lo que sabe. “¡Más guarro! ¡Más!”.

 

10 El arte del disimulo: Pensar una cosa mientras estás diciendo otra. Jesús y un ‘slide’ que es mi mechero clipper. Mucho mejor que un slide ‘de reglamento’. Qué artista del relax, este Jesús.

 

11 Destructores: La guitarra Alambra y yo. De alguna forma, así es como empezó todo esto. Asociaciones ilícitas, todos a una, tú y yo tenemos muchas cosas en común, juntos podemos cambiar muchas cosas, las frívolas, los precios de las copas, y eso; un anuncio de pañales en televisión. El día que la mezclamos, y fue la última, había motivos para celebraciones -ajenos a la grabación- y todo el mundo estaba borracho. Yo me había portado hasta entonces como un profesional, pero después de tantos días ahí encerrado comiendo uñas y nervios, no pude más y fui a la nevera de la entrada, a ponerme un wiskhy solo. Luego, otro.

Xavier Valiño

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