LOS ETERNOS

Los Eternos, americana desde unas raíces celtas

 

 

Después de nueve años, regresan Los Eternos. Lo hacen con su cuarto álbum (el segundo en tener una distribución convencional), titulado Vientos solitarios, en el que ya no hacen solo country como con su anterior disco Back on the Road, sino algo más abierto que se puede catalogar genéricamente como americana, volviendo de nuevo al castellano. Habrá gente que aún no haya tenido la posibilidad de conocerlos y otros que los habrán dado por desaparecidos, así que esto la banda lo vive casi como un nuevo comienzo,  tal y como nos reconoce Cudi, de nuevo cantante del grupo.

 

“Ha sido un parón bastante largo sin grabar, aunque siempre supimos que se trataba de un paréntesis obligado por las circunstancias, y la verdad es que nunca dejamos del todo el que para nosotros ha sido y es nuestro proyecto personal, Los Eternos. Inmersos en otras cosas y disfrutando al máximo de ello, como siempre tuvimos presente la vuelta, lo que ahora estamos viviendo lo vemos más bien como una nueva etapa, una continuidad de lo que empezamos ya hace años. Sin embargo, es cierto que toca ganarnos de nuevo a la gente, aunque hemos de decir que quienes entonces nos seguían no nos han olvidado y vuelven a apoyarnos en este nuevo proyecto que presentamos. Tal vez por el estilo de este nuevo trabajo y, quizás por el idioma, estamos llegando a un público más amplio, lo que nos hace muchísima ilusión”.

 

Xavier Valiño

 

Además de los proyectos paralelos, que luego comentaremos, ¿qué fue lo que os mantuvo alejados de los estudios y los conciertos?

– Nos vimos obligados a parar por motivos laborales. Llegamos a tener que cancelar varios conciertos y, aunque nos costó mucho, decidimos que era preferible tomarnos un descanso y esperar mejores tiempos.

 

Las canciones del nuevo álbum, ¿son de todos estos años o han sido escritas recientemente?

– Hay un poco de todo. Cuando tuvimos que parar, teníamos material suficiente para un nuevo álbum. Además, , nunca dejamos de trabajar, así que ahora hemos recuperado alguno de esos temas que teníamos bien guardados y, por supuesto, hay temas compuestos recientemente que por derecho propio se han ganado un puesto en este disco.

 

El disco tiene 10 temas, pero me imagino que tendríais unos cuantos más después de todo este tiempo. ¿Cómo se hace la criba en un caso así?

– Evidentemente, hemos tenido que descartar muchos temas, pero no nos olvidaremos de ellos ya que pueden tener encaje en futuros trabajos; de hecho, ya estamos pensando en grabar algo a finales de año. Nuestro propósito ha sido tratar de presentar un disco equilibrado, donde todos los temas tuvieran una conexión, que configurasen ‘un todo’, y la verdad es que el resultado nos ha dejado satisfechos.

 

¿Quién o cómo se tiene la visión de escoger un camino o un sonido para un disco y hasta qué punto cuesta tener esa visión y saber escoger las canciones, saber cuándo están acabadas y cuándo esta todo como se pretendía?

– Como todo grupo, buscamos nuestra propia identidad, tanto en nuestras composiciones como en el sonido, y aunque eso es muy difícil de conseguir, teníamos claro que partiendo de una esencia del country clásico nos dirigíamos a la Americana. En nuestros directos se aprecia claramente dicha influencia, no solo en las versiones que hacíamos, (Gram Parsons, Steve Earle, Wiskeytown, Golden Smog, etc.), sino también en alguna de nuestras composiciones de entonces, como “Take the Reins of My Life”, así que podemos hablar de una evolución natural. Cuando hacemos los temas no pensamos en que se parezcan a un estilo, a un grupo determinado, simplemente aparecen, y si para nosotros son lo suficientemente buenos, empezamos a ensayarlos en el local y los tocamos en directo y, si pasan los filtros, se convierte en un nuevo tema. En este trabajo, a la hora de escoger, hemos tratado de no dejar nada al azar buscando un mayor predominio de armonías y melodías, con arreglos muy pensados, los de las guitarras y pedal steel guitar más cuidados y limpios Además, la propia esencia del disco y, sobre todo, el idioma requería que las letras estuvieran más cuidas de lo que normalmente nos exigimos.

 

Vuestro disco anterior fue editado por Warner y ahora volvéis a una compañía independiente. Aunque desde fuera se podría ver como un paso atrás, me puedo imaginar que vosotros estáis satisfechos de tener el control y de tener al sello más cerca.

– No lo vemos como un paso atrás. Teníamos ganas de volver a nuestros inicios y, como en nuestros primeros discos, nos apetecía tener el control de todo el proceso desde su origen, desde el nacimiento de la canción hasta su edición, pasando por toda la producción, y teniendo por lo tanto libertad absoluta para decidir cuando el disco está totalmente listo para su presentación.

 

Es curioso que el disco en inglés saliera con Warner y ahora las canciones sean en castellano. Supongo que no tiene nada que ver, sino que os lo que salió en cada caso y que el álbum anterior en inglés tenía que ver más con vuestra inmersión en el country.

– La verdad es que los primeros sorprendidos de que Warner se interesara en editarnos un disco cantando en inglés fuimos nosotros mismos. Una vez pensado y puesto en marcha un proyecto, adquiere vida e identidad propia con capacidad para reclamar el idioma en que ha de ser ejecutado, por lo que la decisión del idioma se revela como un elemento esencial a la hora de dar forma al tema. Back on the Road supuso un giro en nuestra trayectoria ya que fue nuestra primera incursión en el country y, sí o sí, tenía que ser en inglés. En castellano perdería su esencia de ser. Y lo mismo sucede con Vientos solitarios, que no sería lo mismo en inglés.

 

Por otra parte, ¿quedasteis contentos con la repercusión de aquel disco, con el trato de la compañía? ¿Llegó muy lejos su eco?

– El respaldo de una multinacional te hace más visible en el panorama musical y fueron muchos los medios que se hicieron eco del disco y de la banda. Representó un cambio importante para nosotros pues se consiguió distribuir el disco a nivel mundial, llegando a muchos lugares que con una autoedición parece en principio impensable. Empezamos a sonar en radios, nos llamaron de revistas y lugares a los que antes ni teníamos acceso y que ni siquiera conocíamos.

 

Curiosamente, aunque muchos no lo sepan, este no es un paso como el que ha seguido  muchas otras bandas, ya que vosotros ya habíais hecho vuestras dos primeras grabaciones en castellano, así que bien se puede entender como un regreso a los orígenes, ¿no? ¿Os sentís más cómodos así, lo sentís como más propio?

– Nuestros discos anteriores a Back on the Road fueron en castellano, aunque el estilo es diferente. La forma de componer y montar los temas varía mucho dependiendo del idioma y, en este caso, estuvo muy claro desde el principio qué debíamos hacer y cómo. Todo vino rodado porque además nos apetecía mucho retomar el castellano, idioma en el que evidentemente nos sentimos mucho más cómodos y que nos da más margen de expresión. Siempre, con independencia del idioma, tratamos de cuidar nuestros textos al máximo, y en este nuevo trabajo, donde los temas son más íntimos y melancólicos, utilizar el castellano hace que las historias que contamos se sientan más cerca. Claro está que el trabajo se intensifica, pues tratamos de escapar de lo fácil, y si no te lo curras bien, es fácil no acertar y no conseguir lo que buscas.

 

Por cierto, ¿cómo se pueden conseguir aquellas dos grabaciones, maquetas que no sé si llegaron a distribuirse como discos?

– La verdad es que en muchas ocasiones nos han preguntado en cómo conseguir aquellos trabajos, así que estamos pensándonos muy seriamente en reeditarlos. Os mantendremos informados.

 

Cudi tiene más protagonismo aquí, vuelve a cantar. ¿Cómo se reparten las tareas vocales en la banda, ya que ha habido algunos cambios a lo largo de los años?

– Es Cudi quién vuelve a tomar el mando a la voz, como en nuestros trabajos anteriores al Back on the Road. Bromeamos diciendo que Torres tiene demasiado acento de Alabama para cantar en castellano, así que él fue quien puso voz a nuestro disco en inglés.

 

 

Sorprende, por no ser lo habitual, que buena parte de los textos los firme alguien ajeno al grupo, Arantza Navarrete. Me despierta la curiosidad saber a qué se dedica, cuál es su relación con el mundo de la música, si tiene otras inquietudes literarias…

– La verdad es que esta pregunta tendría que contestarla ella, pero sí podemos decir que no sólo la música y la literatura le apasionan, sino todo lo que tenga que ver con el arte en general, y considera, igual que nosotros, que cualquier forma de expresión artística nos hace sentir un poco más libres y mejores personas. A veces nos reímos diciendo que su trabajo como abogada, en ocasiones, también le exige dotes artísticas… Arantza ya conocía nuestra música desde antes de iniciarnos con Los Eternos, aunque nuestra colaboración musical con ella no comienza hasta Back on the Road, y la verdad es que fue surgiendo poco a poco. Por aquel entonces ya éramos viejos conocidos y, además, su relación con Chevis nos facilitó que nos echara un cable con las letras en inglés. Acabó siendo una pieza fundamental para la banda.

 

¿Parten los textos de ideas de ella o le dais algunas indicaciones? En ese caso, ¿qué le comentáis o que le pedís?

– Normalmente le trasladamos lo que la música de cada canción nos hace sentir cuando la componemos, y a raíz de ahí ella le da forma y hace la letra, tratando de plasmar lo que queremos expresar en cada momento. Siempre hemos tenido claro que además de una banda, Los Eternos somos una gran familia, en donde tod@s colaboran de uno u otro modo. Así que la buena conexión y complicidad que existe dentro y fuera del ámbito musical se traspasa a las composiciones, y la verdad es que no nos es necesario dar muchas indicaciones, son ya muchos años juntos.

 

El elemento más definitivo e identificativo del grupo es, sin duda, la steel-guitar. ¿Se podría entender Los Eternos sin su sonido? ¿Qué os da y cómo os limita?

– Álvaro Lamas es un maestro a la Steel-guitar que no necesita presentación alguna, y nos sentimos muy orgullosos de estar a su lado, y hoy por hoy Los Eternos no serían lo mismo sin él. Su Steel es una de las señas de identidad de la banda y le da a los temas el sonido americano que buscábamos, por lo que no creemos que nos limite en absoluto, sino más bien al contrario, pues ya que hace que los temas adquieran un brillo especial.

 

Veo en las canciones guiños a The Beatles (“Siete Días”), Ennio Morricone y el spaghetti-western (en el instrumental “Savalas”, que no sé si tiene que ver con Telly Savalas), Neil Young (en la canción del mismo título o en la electricidad de “Licencia para vivir”)… No sé si hay otros en el disco que se me hayan escapado.

– Efectivamente hay en el disco muchos guiños a l@s grandes maestr@s, y nos emociona que se adivinen fácilmente. Evidentemente, todo lo que escuchas deja poso y se traslada de un modo u otro al trabajo que haces. Son muchos los artistas a los que admiramos… Neil Young es uno de los grandes referentes en la música americana, como también lo son Gram Parsons, Hank Williams, Waylon Jennings, Johnny Cash, las grandes intérpretes femeninas Lucinda Williams y Emmylou Harris y un largo etcétera. También hemos querido hacer un brindis a artistas más cercanos a nosotros y contemporáneos como Hendrik Rover, José Ignacio Lapido, la Frontera, Burning, Mas Birras, Desperados… Todos ellos están un poco presentes en nuestro trabajo; es más, la propia elección del tema que da nombre al mismo es asimismo un pequeño guiño: “Vientos solitarios” es nuestra humilde adaptación del tema “Four Strong Winds”, compuesto por Ian Tyson, y que ha sido uno de los temas más versionados de todos los tiempos por los grandes -Neil Young, Johnny Cash, Bob Dylan, John Denver, Joan Baez, Judy Collins, Willie Nelson, Waylon Jennings…- por lo que es nuestro pequeño homenaje a todo ellos. Además, nos gusta contar que el título “sopla” sobre todas las canciones del disco y ayudan a configurar el todo que buscábamos.

 

En cualquier caso, lo que estos guiños quieren decir es que el grupo está más abierto en su sonido que nunca, que hay elementos de vuestras bandas anteriores (Os Maruxa, Malostragos, Los Limones…), de vuestro disco anterior Back on the Road… ¿Coincidís en la apreciación, fue algo consciente?

– Siempre se está abierto a nuevos sonidos e influencias, y claro está que lo que en cada momento cada uno de nosotros escucha y sus propias vivencias van marcando aunque sea inconscientemente, pero ya hemos dicho que todo fue surgiendo de un modo natural. Por otro lado, no queremos olvidar nuestros orígenes, cuando hacíamos garage y punk, así que en nuestros directos, más potentes que el disco, dejamos ver nuestra ‘parte más salvaje’. Además, ese rock más sucio y la distorsión tienen cabida en el disco, aunque este nuevo trabajo sea más íntimo y tirando más hacia la americana pero sin abandonar la esencia del country clásico.

 

Otro elemento que me llama la atención es que este disco me parece más íntimo, más impregnado de melancolía y con referencia al mar. ¿Creéis que vuestra procedencia gallega transpira en el sonido y los textos del grupo y que eso hace que sea un elemento que suma respecto a otros grupos que hacen algo parecido que podríamos definir como americana?

– Este ha sido un disco muy trabajado y pensado al máximo para conseguir lo que teníamos en mente. La geografía marca, vivimos en el noroeste del noroeste, más allá solo hay mar… y eso imprime carácter. La melancolía, la nostalgia, la morriña, como decimos los gallegos, forman parte de la idiosincrasia propia del pueblo gallego. Nuestras raíces son celtas, y la conexión entre la música celta y el country es evidente, por lo que quizás haber nacido aquí sea algo a tener en cuenta.

 

La banda ha colaborado en dos proyectos paralelos, el primero, con Chris Masuak. Desconozco si sigue viviendo en Viveiro y si seguís tocando con él, colaborando con él o en contacto con él. ¿Y cómo valoráis lo que hicisteis con Chris?

– La verdad es que no tenemos contacto con él aunque sí sabemos que sigue tocando. Fue un placer compartir escenario con él, pues todos nosotros éramos fans de Radio Birdman.

 

El segundo proyecto, The Hellbuckers, creo que llegó a su fin hace un tiempo. ¿No compensaba, hay que centrarse en un solo grupo o fueron otros los elementos que llevaron a su desaparición? ¿Lo disfrutasteis mientras duró?

– Aprovechando el parón de Los Eternos, parte de la banda decidimos iniciar Hellbuckers, proyecto que ya llevábamos tiempo intentando arrancar. Al cabo de unos pocos meses de empezar ya teníamos un single editado, el cual tuvo muy buena acogida y nos abrió muchas puertas. Más tarde vino Demons, y a pesar que de que el disco  funcionó muy bien, por diversos motivos el grupo se fue enfriando y decidimos dejarlo. Fue  muy intenso y pasó todo demasiado rápido, pero en general muy positivo.

 

En vuestra música puedo escuchar referencias de grupos de hace tiempo, como La Frontera, pero también de coetáneos como The Soul Jacket, Red Beard o The Milkyway Express. ¿Los seguís? ¿Lo veis vosotros? ¿Algún otro grupo que os guste en esta línea?

– Tanto La Frontera como los grupos que ya hemos nombrado, y evidentemente muchos otros que se nos quedan ahora mismo fuera, son para nosotros grandes referentes. Qué decir de Red Beard, Milkyway Express y nuestros hermanos de Soul Jacket, con los que ya hemos compartido gira y escenarios… Claro que los seguimos, son unas bandazas que se superan con cada trabajo y deberían estar en lo más alto.

 

¿Y otras músicas que os gusten pero que no asociaríamos con vosotros?

– La verdad es que no descartamos ningún tipo de música, estamos abiertos a todo, y entre los cinco componentes del grupo abarcamos prácticamente todos los estilos musicales. Pero en general hemos de decir que nos encantan las rancheras y la música tex-mex. Además, y como no podría ser de otro modo, todo lo que venga de nuestra tierra ocupa un lugar especial. De nuestro pueblo han salido grandes músic@s, como Berrogüeto, Guadi Galego, y no podemos dejar de acordarnos de nuestro hermano y amigo Paco Rufus, para nosotros Paco de Lola, a quien seguro todos recordareis. Tampoco podemos dejar de mencionar a Luis Emilio Batallán y a Andrés do Barro, que fue nada más y nada menos nº 1 en España cantando en nuestro idioma. Los Contentos, Radio Océano o Siniestro Total son bandas que hemos seguido desde nuestros comienzos.

 

¿Qué expectativas tiene el grupo con este disco y a dónde os gustaría llegar?

– Nuestra pretensión es seguir en esta línea  y dar continuidad a este trabajo con nuevas grabaciones. Ahora mismo, además de estar presentando el nuevo disco, ya estamos trabajando en nuevos temas, y nuestra intención es meternos de nuevo en el estudio antes de que acabe el año.

 

Por último, ¿cuál ha sido la mejor anécdota de estos años en el mundo de la música?

Han sido muchas a lo largo de todos estos años, pero recordamos con especial cariño las noches que pasamos en Cangas, nuestro segundo hogar. En Sala Son, tras brindar con licor café, fuimos llevados a hombros, en procesión, cual paso de Semana Santa, desde el escenario al otro extremo de la sala, donde continuamos tocando sobre  la barra.

 

 

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