LOS ENEMIGOS

Los Enemigos, a todo gas

 

 Josele Santiago, Fino Oyonarte y Chema «Animal» Pérez viven en la carretera desde hace más de diez años. Tal y como reconocen, a sus 30 años o viven de esto o para ellos no hay absolutamente nada. Ahora con Gas, un disco que fue grabado en un caserío vasco para la multinacional RCA, Los Enemigos cuentan con mayor promoción que nunca. Y esa gira que lleva más de diez meses por todo el Estado, con alguna incursión en el continente americano, llega a Lugo para dos actuaciones: el miércoles 26 y el jueves 27 a las once de la noche en el pub Dos de Copas el trío madrileño volverán a exponer desde el escenario cuál es la razón por la que deben seguir en ello.

 

Lejos de adocenar sus propuestas con el apoyo de la industria, Los Enemigos se muestran pletóricos de energía y contundencia. Después de tanto tiempo en la brecha, a Los Enemigos les llega su mejor momento, una oportunidad que no van a desaprovechar y que ya tuvo sus primeros frutos en una reciente gira por México y los USA. «Ha sido una experiencia única, tan claro que repetiríamos», dice Fino, su locuaz bajista.

 

«Siempre tocando en la Península o en Canarias… El ir allí ya te predispone, a un lugar en el que no nos conocía casi nadie, tan sólo por el vídeo de «¿Por qué yo?» que había salido en la MTV, y por la edición de Tras el último no va nadie en una independiente local que se llama Culebra. Y allí fue estar desde las nueve de la mañana de promoción. También hicimos cinco conciertos en Méjico DF, uno en Tijuana, otro en Los Ángeles y otro en una entrega de premios. De lo que se trata de ir sembrando para poder volver más adelante. Y creo que lo hemos conseguido, tanto que al final nos pedían los discos antiguos porque no se creían que no fuéramos un grupo nuevo».

Con esta nueva aventura han encontrado el respaldo de los medios, con una cobertura de dos páginas en medios como El País. Para Josele, guitarrista y voz del grupo, la sorpresa de verse en esas páginas no fue tanta, incluso lo acepta como algo inevitable y asumible: «El caso es que se enteraron que habíamos estado allí y me llamaron por si podía hacer una cosa distinta, algo así como un diario, y me dije vamos a intentarlo. La atención de estos medios sorprende, pero tampoco molesta». Fino lo tiene aún más claro: «En estos suplementos juveniles siempre intentan sacar algo novedoso. Y a nosotros nos interesa porque llega a mucha gente a la que no llegarías de otra forma. Así se pueden enterar de quién eres y qué haces».

 

De todas formas, la atención sigue siendo un tanto desmesurada en comparación con la cantidad de discos que se venden en nuestro Estado. Pero no se molestan. «Yo no me voy a quejar si me toca a mí», dice Fino. «Es importante utilizar todos los canales de difusión para promocionarse, y son asuntos de los que se tiene que encargar la compañía. De eso no depende vender más o menos, sino de que a la gente le magnetice tu música. Nosotros seguimos montándonos nuestro circuito para no depender de los canales masivos, que es algo que no nos preocupa demasiado».

No es lo único que los mantiene ocupados y colaboran con parte de las nuevas bandas. «Estoy encantado con el solo que les hice en el disco reciente de los Vancouvers. Les ha salido un disco cojonudo que hoy veníamos oyendo en la furgoneta. Las canciones son muy buenas, así que poco podía añadir la producción -Ken Stringfellow de los Posies-. Además de un honor, ha sido un placer, porque son amiguetes. También produje a los orensanos La Rosa, pero yo no entiendo mucho de producción. Una mesa tiene demasiados botones para mí», dice Josele.

 

Fino se encuentra más cómodo con este trabajo: «En la producción del primer disco de Los Planetas les endurecí el sonido. Ellos son blandos y no se dan cuenta. Querían hacer un disco de rock y son un grupo de pop, por eso me llamaron a mí, y yo que soy un bruto y tengo un oído enfrente del otro, agarré bastante de las panzadas de guitarras que metían. En casos como «¿Qué puedo hacer?» ellos creían que era una canción punk y no deja de ser puro pop, así que lo trabajamos con guitarras. De todas formas su disco es uno de los primeros discos más arriesgados que se han hecho en una multinacional y yo espero que se sientan bien con aquel trabajo».

 

Curiosamente, Los Planetas graban para la misma compañía. Eso significa más apoyo sin renunciar a la energía de siempre en las canciones. «El primer disco con nuestro sello –Tras el último no va nadie– coincidió con un cambio en la compañía y les resultaba un proyecto pasado, así que no tuvo mucha repercusión. Por la sombra fue un intento de hacer algo muy fresco, muy rápido, por salir de la normalidad”.

 

“Ahora en la compañía tenemos un valedor, David López, que se dedica a Los Planetas y a nosotros. También nos permiten editar el vinilo de Gas en nuestra propia compañía, Alkilo Discos, que tiene, además de lo que trae el compacto, tres instrumentales y la versión del «Señora» de Serrat. También hemos editado el disco de Artemio, antiguo compañero nuestro en Enemigos. Por cierto, si alguien no los encuentra, que se dirija a nuestro apartado de Correos el 8.038 (28.080 Madrid), donde también pueden enviarnos cualquier cosa que les parezca».

 

Por el camino quedó el disco Sumsum Corda, que su antigua compañía GASA no quiso editar, aunque al final han acabado por rendirse a la evidencia de su potencial. «Fue un disco que estuvo parado un año y lo editaron al poco tiempo de irnos de la compañía. Es un disco muy desconocido y que nosotros no tocamos mucho en directo, pero la gente que lo escucha dice que es algo distinto y, tal vez por eso, ahora se vende más que cuando salió».

Xavier Valiño

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