LORI MEYERS

 Lori Meyers, sus nuevos zapatos

Lori Meyers

 

         Viaje de estudios fue toda una revelación, la de un grupo granadino que lucía en su primer álbum un desparpajo y un conocimiento de cuatro décadas de buen rock, con especial predilección por los 60, que no se les supone a unos chavales de apenas 20 años. Con Hostal Pimodán revalidan su posición, y ahora aprovechan para acompañar la reedición de su disco (con cambio traumático de compañía discográfica por el medio) con una gira que les lleva por toda la Península.

 

¿Cómo os habéis enfrentado a vuestro segundo disco?

– Tras Viaje de estudios sabíamos que la gente iba a mirar con lupa el segundo disco, así que quisimos hacer todo lo que con el anterior disco no pudimos hacer: un disco más pensado, en cierto modo más conceptual y con más tiempo para hacerlo. Aun así, lo fundamental son las canciones y cómo fueron saliendo a medida que hacíamos la gira de Viaje de estudios.

 

¿Teníais presente que para muchos iba a ser el disco que confirmara definitivamente al grupo?

– Eso es algo en lo que no pensamos. Nos dieron la oportunidad de llevar a cabo nuestras inquietudes y así lo estamos haciendo. Es cierto que el segundo disco siempre se analiza más detenidamente. No obstante, creo que hemos apostado por lo que realmente queremos hacer sin pensar demasiado en lo que nos rodea.

 

Me parece que le habéis dado mayor importancia a los textos esta vez, ¿no?

– Las letras de Viaje de estudios eran más dadaístas, o sea, digo una cosa porque sí y eso es lo que hay. En Hostal Pimodán se refieren a algo más concreto pero, a la vez, dejando libertad al oyente para hacer su propia lectura.

 

¿Y era la intención contar con más instrumentos y distintos arreglos?

– En Hostal Pimodán había canciones que se basaban en instrumentos que antes no tocábamos, y las canciones salieron en base a eso. No fue una cosa pensada, simplemente surgieron ideas al piano y, a la vez, el hecho de tener más tiempo hace que haya más cabida a hacer arreglos.

 

¿De qué aspecto de Hostal Pimodán habéis quedado más contentos?

– Estamos muy orgullosos del disco y de cómo ha quedado finalmente… El productor Thom Monaham supo sacar un gran sonido al disco y a cada canción por sí misma. Estamos muy contentos además de que haya tenido aceptación y repercusión.

 

Por cierto, ¿qué tiene que ver el disco o el grupo con el Hotel de Baudelaire?

La idea del Hotel Pimodán nos atrajo porque era un lugar en el que se reunían y conversaban artitas y bohemios de la época, y se asemejaba bastante a las experiencias que tuvimos a medida que hacíamos la gira de Viaje de Estudios. Es más una connotación social, de reunión de colegas, que incidir en el mismo Hotel Pimodán.

 

¿Por qué la reedición?

– La portada impuesta que se publicó con la anterior edición no correspondía a la idea que teníamos del disco, además de  la mala relación que teníamos con el sello.

 

¿Ha sido duro dejar Houston Party y cuáles fueron las razones?

– Pufff. Fue un cúmulo de despropósitos. Es un tema que está zanjado y del que no nos gusta hablar. Simplemente nos hemos ido donde nos respetaban el criterio artístico. Aun así, estamos muy agradecidos que se nos concediera la oportunidad de poder publicar nuestro trabajo, pero eso no significa que tuviéramos que acabar como esclavos suyos.

 

Me gusta que reivindiquéis los grupos españoles de los 60, pero sois casi los únicos. ¿A qué creéis que se debe?

– Siempre nos ha gustado investigar en la música que se hacía en aquella época. De hecho, creemos que es el periodo dorado del pop y rock de todos los tiempos. Nuestros padres han sido grandes seguidores de la música de esa época y, en cierto modo, nos lo han inculcado.

 

¿Qué grupos o canciones os han llamado la atención últimamente?

         – Escuchamos una infinidad de estilos. Aun así, lo más interesante que hemos escuchado últimamente es el disco Illinois de Sufjans Stevens, el último de Mojave 3, Maritime…

 

Hasta cierto punto, la situación de Lori Meyers es la que tenían Los Planetas hace unos años. ¿Os pesa la presión de ser la gran esperanza de la música independiente?

– Como te he dicho antes, no es un tema del que nos preocupemos. Ésas son cuestiones más de la prensa. Quizá estuvimos en el sitio adecuado en el momento preciso y tuvimos suerte. Lo único que sabemos es que vamos a aprovechar la oportunidad. Lo de indie y las etiquetas no nos influye mucho.

 

¿Cómo ha cambiado vuestra vida desde la edición del primer disco?

– Básicamente no ha cambiado mucho. Somos gente sencilla que quizá ahora podemos gozar del hecho de ganarnos la vida con lo que nos gusta, pero que no cambiamos nuestra forma de pensar por ello… O eso creo… Je, je.

 

Una vez llegados hasta aquí, ¿qué objetivos le quedan ahora al grupo?

– Ahora mismo, el grupo está concentrado en hacer la gira que se merece Hostal Pimodán y llevarlo a todas partes de España y, sobre todo, disfrutar con el directo. Nuestra intención es hacer una carrera de fondo, es decir, poder disponer de tiempo y confianza por parte de las compañías y la gente para llevar a cabo lo que nos gusta, que es hacer nuestras canciones.

Xavier Valiño

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