LAMBCHOP 2008

LAMBCHOP: OH (Ohio) (City Slang-Coop/Nuevos Medios)

 

Lo he vuelto a escuchar esta semana. No hay disco malo de Lambchop. Eso no quiere decir que todos sean excelentes ni, tampoco, que aún no estando entre aquellos que quedan indeleblemente guardados en el disco duro de la memoria, los otros sean para escuchar un par de veces y olvidar. No, todos necesitan muchas escuchas para llegar al fondo y, evidentemente, OH (Ohio) está en esa categoría.

 

Justo ahora que se empezaban a escuchar las primeras voces contra la repetición de Kurt Wagner y sus compinches, justo ahora que se empezaba a decir que sus conciertos no emocionan como los de antes, Lambchop se descuelga con un disco que no permite continuar con elucubraciones -al menos en disco, que en concierto ya veremos-. También ahora que Kurt Wagner había dejado hace ya un tiempo su trabajo colocando parqués y que aseguraba que tiene tras él unos músicos de los que se siente responsable si no comen a final de mes, Lambchop sorprende con una ‘vuelta a lo básico’ y una reducción del grupo a siete miembros (con dos colaboraciones esporádicas).

 

OH (Ohio) se parece, sobre todo, a Is A Woman, la respuesta más desnuda a un disco sublime de country-soul como Nixon. Pero, a pesar de que el propio Kurt Wagner va reconociendo que éste es un disco más contenido, hay en él cortes como “National Talk Like A Pirate Day”, “Sharing A Gibson With Martin Luther King Jr.” o “Popeye” -¡ese humor!-  que, aunque puede que no cuenten con una banda de una docena de miembros, como algunas veces se ha podido ver al grupo, sí que están compuestas en un registro mucho más ágil, eléctrico, distinto al tono de balada del resto del disco.

 

Sin embargo, es “A Hold Of You”, el corte número cinco, situada casi en el ecuador del álbum, su espina dorsal. Ahí está lo que siempre hemos reconocido como la, tal vez, faceta más representativa de Lambchop -de Kurt Wagner especialmente-, esas baladas que se van arrastrando, que van enganchando hasta acabar por convencer hasta al más escéptico y que, suponemos, será uno de los grandes momentos en alguna de esas giras de los próximos meses que seguro recalan en España. A su lado habrá que colocar “Of Raymond”, puede que el otro clásico instantáneo que quede de este álbum.

 

El espíritu ya se revela desde las primeras estrofas. “Lo verde no importa cuando estás triste”. Todo lo demás sobra. Kurt Wagner probó estas canciones el año pasado en una gira en solitario, seguramente porque son más apropiadas para ese tipo de concierto. Él y el batería Scott Martin (que se acopla como un guante a las canciones) son los bastiones de este undécimo disco que remata con una versión de Don Williams que parece proclamar ya desde su título que sí hay una esperanza por muy mal que vaya todo: “Creo en ti”.  

             

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