La peor persona del mundo

La peor persona del mundo

Joachim Trier (Neon)

 

 

Cuatro años en la vida de una mujer, a través de doce capítulos, con su correspondiente prólogo y un devastador epílogo, todo ello respaldado por una voz en off. Eso es lo que necesita el realizador noruego Joachim Trier para repasar con una estructura fragmentaria no muy distante de la de Frances Ha (Noah Baumbach, 2012) la crisis de los treinta años, cuando los sueños de una joven se dan de bruces con las responsabilidades de la cruda realidad.

 

Escapando de los caminos trillados, la película centra su mirada en una mujer que ha ido cambiando el interés de sus estudios probando distintas disciplinas (Medicina, Psicología, Fotografía, Escritura), y a la que le asaltan dudas sobre la maternidad o el compromiso emocional, que todavía no ha cumplido las expectativas que otros y ella misma han depositado sobre sus hombros y que se debate entre una relación que va consolidando y adocenando frente a la libertad, la sorpresa y la inestabilidad de otra que llega inesperadamente.

 

Sus inseguridades están retratadas con honestidad, sin prejuzgar, en noches en vela y conversaciones que devienen crudas confesiones que consiguen la empatía del espectador sin forzarla, únicamente rota por la escena en la que corre hacia los brazos de su amante con el mundo parado o un viaje psicodélico con setas. La actriz Renate Reinasve, que combina frescura, picardía y dulzura, es el mejor vehículo para este sutil y emotivo drama-comedia romántico.

 

 

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