KEB’ MO’

Keb’ Mo’, el compromiso emocional del blues

 

 

Desde que irrumpiera en la escena musical a principios de los años 90, Kevin Rooselvelt Moore (renombrado Keb’ Mo’ en 1994) se ha ganado una reputación por su maestría en los múltiples estilos de blues, su habilidad para combinar acercamientos tradicionales con una actitud contemporánea, y su sensibilidad eterna para contar historias.

 

Además de publicar una serie de aclamados álbumes, ha prestado su talento a varios proyectos de teatro y cine, y ha colaborado con un amplio abanico de artistas prominentes de varios géneros, al tiempo que muchas de sus canciones han sido versionadas por una serie de artistas notables. Es, además, uno de los defensores de la preservación del blues, y trabaja activamente en actividades benéficas que apoyan la educación musical.

Su forma de tocar la guitarra le llevó a tocar en el prestigioso Crossroads Festival de Eric Clapton y ha inspirado a la famosa marca de guitarras Gibson para crear las Keb’ Mo’ Signature Bluesmaster y Bluesmaster Royale y Martin Guitars ha creado también el modelo HD-28KM Keb’ Mo’ de edición limitada. Ha aparecido en televisión y películas, interpretando a Robert Johnson en el documental de 1998 Can’t You Hear the Wind Howl, con un papel protagonista en Signed, Sealed, Delivered: Higher Ground, e interpretado al presidente Obama en la Casa Blanca.

 

“Me interesa más complacerme a mí mismo y hacer discos que me hagan sentir orgulloso y que he hecho lo máximo. Y si a la gente le gusta, estupendo”, dice Keb’ Mo’, sobre su nuevo proyecto Oklahoma, publicado recientemente a través de Concord Music. De hecho, en este cuarto de siglo que lleva como artista, el carismático cantante/guitarrista/compositor ha creado música de forma consistente que refleja sus propias pasiones e intereses.

 

Es el caso de Oklahoma, cuyas amplias vistas creativas reflejan eses espacios abiertos propios de aquel Estado. Con el veterano Colin Linden (The Band, Bruce Cockburn) en las labores de producción, los 10 temas del álbum abarcan los distintos talentos de Keb’ Mo’, con el artista ofreciendo uno de los trabajos más personales y atrevidos de su carrera. “Cuando te encuentras en cierto momento de tu vida, el concepto de un álbum se entreteje en el proceso”, cuenta. “Todas estas canciones surgen de problemas importantes y temas que sucedían en el mundo que me interesaban mientras grababa este disco”.

 

La inspiración para el título del tema “Oklahoma” llegó con una visita a la zona en 2013 para tocar un concierto benéfico en el Kenny Wayne Shepherd. Keb’ fue testigo de primera mano de las consecuencias del destructivo tornado. “Pensé en cómo debe ser vivir en Oklahoma y en toda la gente importante que procede de Oklahoma”, recuerda.

 

Con solo una melodía en su cabeza, y con la intención de hacer una canción sobre Oklahoma y una pequeña conexión personal con ese Estado, el tema casi no sale a la luz. Hasta que el destino le llevó a conocer y realizar una sesión de composición con Dara Tucker, nativa de Oklahoma. Juntos, se dispusieron a retratar la compleja profundidad que la historia americana había jugado en este Estado.

 

La tragedia y conexión con los nativos norteamericanos, desastres naturales y también creados por el hombre, músicos increíbles y el sonido Tulsa, la aspereza del oeste y la fortaleza son todos temas centrales. Notable es mencionar el incidente del Greenwood/Archer and Pine, conocido como “Black Wall Street”, que fue destruido de forma infame en 1921 en una de las masacres más devastadoras en la historia de las tensiones raciales de los EEUU.

 

Robert Randolph colabora también en el disco, añadiendo un aire de embrujo con su guitarra lap Steel. “Elegimos hacer que la canción sonara de forma desenfadada y que al final tratara sobre la resiliencia”, dicen Keb’. “Entonces llegó Robert y le añadió sabor musical. El resultado es precioso, pensé que tenía que estar en el disco, y finalmente, decidí que el disco se titulara así”.

 

Habiendo ya establecido su particular gusto musical a la hora de buscar colaboradores para sus discos, Keb’ reunió un increíble reparto para Oklahoma. Rosanne Cash presta su poderosa voz y su presencia inflexible para el himno feminista “Put A Woman in Charge”. “Se suponía que ese iba a ser un single independiente, pero me gustó tanto cómo había quedado, que lo tuve que incluir en el álbum” cuenta Keb’. “No había trabajado con Rosanne antes, pero alguien me sugirió que a ella podría gustarle. Dijo que sí e hizo su parte, y resultó que es tremenda”, añade Keb’. “Trata de nutrir con energía femenina a la forma en que el país funciona”.

 

Mientras tanto, la estrella de pop latino Jaci Velasquez presta su emotiva voz al tema “This Is My Home”, un tributo sentido para la lucha de los inmigrantes que humaniza un asunto que a menudo crea división. En Oklahoma, la leyenda icónica Taj Mahal, que previamente ya colaboró con Keb’ Mo’, reconecta con el himno medioambiental “Don´t Throw It Away”, y en “The Way I” aborda con emoción el tema de la depresión. La increíble e íntima canción de amor “Beautiful Music” incluye un dúo memorable entre Keb’ y su esposa, Robbie Brooks Moore.

Sobre todo, Oklahoma –que Keb’ le ha dedicado a su madre, Lauvella Cole, que murió el pasado septiembre 2018 a la edad de 91 años– mantiene un alto nivel de compromiso emocional, haciendo de este álbum una colección emotiva. “He estado trabajando en muchos discos de otra gente, así que me preocupaba que fuera un álbum algo suave. Pero cuando todo estuvo dicho y hecho, encontré las canciones y conseguimos capturar el sentimiento correcto, y ahora me siento muy, muy orgulloso de él”.

 

“En algún momento, empecé a darme cuenta de que no se trata solo de escribir una buena canción con un buen gancho y letras buenas, sino que también se trata de componer canciones que tengan mensaje”, dice Keb’ quien, con nueve años, se mudó con su familia a Los Ángeles desde Tennessee. “Así que empecé a pasar un montón de tiempo reescribiendo letras, grabando, regrabando y trabajando duro de verdad».

 

«He llegado a un punto en el entiendo la anatomía de cómo funcionan las letras, y cómo puedo usarlas para meterle sustancia a una canción. Pasa lo mismo con los donuts rellenos», continúa. «No me gusta la mermelada que llevan dentro, pero sabes que cada vez que muerdas uno, va a haber algo dentro. Me di cuenta de que tienes que contar una historia de alguna manera, en su forma o estado, y este disco es la continuación de ese momento en el que comprendes que ha de ser así”.

 

 

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