IGLOO

 

Igloo y todo lo demás

igloo

 

         Su primera maqueta, de la que sólo prensaron quince copias, ya avanzaba que no estábamos ante un grupo más. Es cierto: en Igloo hay componentes que han girado por toda España en un grupo de éxito en el mundo independiente. Pero, si nos olvidamos de ese dato, nos encontramos con un grupo con las ideas asombrosamente claras, sonidos de ahora con influencias de lo mejor de la música popular y, sobre todo, grandes canciones, las que contiene su debut homónimo. Al habla con Diego, su bajista.

 

¿Cómo fue la creación del grupo y vuestra aventura hasta llegar a este primer disco?

– Aunque la idea inicial, de Juan Gil y mía, tiene su origen tras la disolución de Moop, fue tomando forma durante un proceso muy lento debido, en gran parte, a nuestra participación en Deluxe durante la grabación y el directo de los dos primeros discos -una dedicación bastante exhaustiva y absorbente-. También fue clave para su materialización definitiva la llegada a un punto en el que no nos sentíamos cómodos con Deluxe, debido a tensiones internas y a la toma de ciertas decisiones que distaban mucho de nuestra manera de ver las cosas. Esto reafirmó las aspiraciones latentes y nos pusimos manos a la obra después de muchas horas de conversación. Tanto Juan como yo teníamos claro que Selín debería participar en el grupo -había tocado conmigo en varias formaciones- ya que nos parecía el guitarra perfecto, tanto por la afinidad musical como por su actitud. Beni y yo nos conocimos cuando estudiábamos en la Escuela de Imagen y Sonido de Vigo y coincidíamos en muchos de nuestros gustos musicales. Un día, haciendo un trabajo de radio, le oí cantar y pensé que era la persona idónea. Ese mismo día, de camino a casa, puso en el coche Ladies And Gentleman We Are Floating In Space de Spiritualized y me convenció por completo, ja, ja. Por su parte, David era amigo de Beni. Quedamos, hablamos de música y nos pusimos a tocar. Fue uno de los mejores momentos de la corta historia del grupo. Entendió a la perfección lo que buscábamos, baterías contundentes y un perfecto acoplamiento al tempo, algo indispensable, ya que queríamos combinar bases programadas con baterías reales. Es una gozada. Toca muy fuerte y eso nos encanta. Recuerdo que comentábamos que le pegaba a la batería como si le debiese pasta, ja, ja.

 

¿Qué queda de la maqueta en el disco en cuanto a canciones y sonidos?

         – La maqueta forma parte de una época de trabajo duro y de búsqueda intensa. A pesar de que teníamos muy claras ciertas premisas -tenía que ser música con letras en castellano, con guitarras muy agresivas que construyesen un compacto bloque sonoro y arreglos de electrónica, básicamente sintes analógicos y loops simples y crudos-, quedaban muchas cosas por concretar. En este sentido, la maqueta funcionó como un boceto, como un punto de partida y como una declaración de intenciones. Fue un trabajo de búsqueda que resultó muy fructífero. De hecho, tres de las canciones que aparecían en esa primera grabación -de tirada limitadísima: hicimos 15 copias y al final nos quedamos sin ninguna; espero que algún día sea pieza de coleccionista- están incluidas en el álbum.

 

Me sigue gustando que, como en la maqueta, el disco se abra con “Silvia Saint”. ¿Es la mejor forma de introducirse en vuestro mundo, de partir para el viaje?

         – Creemos, sinceramente, que es un gran tema y, aunque es bastante diferente a los demás, encaja muy bien en el concepto. Además, su ubicación cumple un papel clave. Aunque no queríamos hacer un disco conceptual, si que buscábamos cierta lógica dentro del LP y planteamos algunos paralelismos. “Silvia Saint” y “Nanook”, la canción que cierra el álbum, la cara y la cruz, están dedicadas a personajes cinematográficos y ambas son muy similares estructuralmente. Parten de un bucle repetitivo resuelto con un estribillo que, si te fijas, se construye con las mismas notas, aunque el resultado es muy diferente. 

 

¿Quién tiene especial debilidad por Silvia Saint?

– Supongo que todos… Está de muy buen ver ¿no? En realidad, la hicimos para que nos invite al Festival de Cine Erótico de Barcelona je, je. Tengo que admitir que tenemos un punto bastante golfo. El tema es un tributo a la pornografía como parte ineludible de la cultura pop, y coincidimos en que Silvia es una de las actrices más carismáticas del momento dentro de este género. ¿No crees?

 

Y la primera canción cantada es “XL”. Es curioso que, teniendo como referencia a quien tiene, Xoel López, la letra sea de Beni. Supongo que Diego o Juan le dirían lo que querían contar ahí, ¿no?

– Bueno, lo cierto es que fue todo un tanto casual. La letra la hizo Beni y, cuando estaba acabada y buscábamos un título que transmitiese la idea de alguien que lucha por acaparar y controlar todo lo que le rodea, le pusimos “XL” (extra large). Diego se dio cuenta del paralelismo y se convirtió en una broma interna de la que hicimos partícipe a la discográfica. Al final se filtró y hasta lo comentaron en el programa Siglo XXI… Mira lo que son las cosas, es que la gente es muy mala.

 

Todas las canciones tienen una gran intensidad, algo que no es habitual. Supongo que es lo que buscabais, ¿no?

– Por supuesto, forma parte de lo que te comentábamos antes. Hemos madurado mucho el concepto que teníamos en mente, y eso se ha notado en el disco y se está notando en los conciertos.

 

Veo que las letras se centran en las relaciones personales. ¿Es vuestro tema preferido para los textos?

– Sí. Están marcadas por un fuerte compromiso existencial. Sugieren sentimientos y sensaciones -dudas, recelos, miedo, humor…- comunes y cotidianas que forman parte de la vida de muchas personas. 

 

¿De qué habéis quedado más contentos en el disco?

– Estamos muy contentos con el resultado global porque hemos conseguido la intensidad que buscábamos sin renunciar a la frescura. Un trabajo variado pero que mantiene un sonido característico y que conserva la coherencia. Refleja a la perfección cómo es Igloo hoy por hoy, pero sin renunciar al futuro. Quedan abiertas muchas líneas en las que nos apetece seguir trabajando, como la electrónica o las orquestaciones. Sobre todo, es un disco en el que hay un tratamiento muy adecuado de la producción. Al final parece que le hemos sacado partido a las repetidas ‘broncas’ en el local de ensayo y en el estudio.

 

¿Y qué es lo que intentaréis no repetir para la próxima ocasión?

– La verdad es que hemos sido muy meticulosos con este trabajo. Nos esforzamos por llegar a acuerdos a todos los niveles, tanto en las texturas, el sonido o los arreglos como en los textos, no tanto en el contenido -eso es algo más personal del autor- como en la forma. Pero, evidentemente, siempre se puede mejorar, y ése es nuestro propósito. Quizá en este disco nos hemos preocupado mucho por la contundencia y hemos dejado un poco de lado la variación rítmica. En el próximo nos gustaría experimentar más con la métrica y también con el tratamiento de los textos. De todas formas, dependerá de la evolución del grupo, y aún falta mucho tiempo como para adelantarte algo.

 

Vuestras referencias son muy actuales, algo que no se lleva tanto por aquí. ¿Creéis que existe un público para vuestra propuesta?

– No todas nuestras influencias son actuales. Para nosotros son muy importantes bandas como The Velvet Undergound. A lo mejor consideras recientes los ochenta, pero el legado de grupos como The Jesus And Mary Chain o New Order está presente, aunque no se trata de hacer un estilo perfectamente codificado. Si hablamos de estas influencias, por citar algunas, es porque son los sonidos de los que nos alimentamos pero que no aparecen de forma evidente en los temas. Igloo no es un proyecto mimético. De hecho, si alguien espera encontrar canciones-tributo-musical no lo va a tener fácil. También hay muchas influencias de los noventa y totalmente contemporáneas. No pretendemos ser atemporales. Aunque no escuchamos todos lo mismo, gracias a Dios, compartimos los sonidos de Spiritualized, Stereolab, Death In Vegas, My Bloody Valentine, The Stone Roses…. Y sí, hay público para nuestra propuesta. De hecho, se está confirmando en la reacción de la gente al oír el disco o al vernos en directo, lo que es muy gratificante.

 

Tampoco os importa descubrir esas referencias. Me da que hay otros que hacen algo parecido, pero no lo revelan. ¿Es perjudicial hablar de influencias?

– Es necesario, sobre todo cuando la gente lee una entrevista de un grupo al que nunca ha escuchado. Sirve para hacerse una imagen mental de lo que es el grupo, para ubicarlos antes de que tengas el trabajo en tus manos. A mucha gente no le gusta reconocer sus influencias, quizás por ser muy actuales y por miedo a que quede demasiado clara la afinidad. En nuestro caso, se trata de influencias que canalizamos y que sólo son eso, influencias. Así que no nos importa decir que nos gusta Interpol, The Go! Team o Mercury Rev.

 

¿Os importa revelar el modelo que habéis seguido para alguna de vuestras canciones?

– No sé muy bien a qué te refieres. El proceso creativo es muy caprichoso. A veces surgen canciones tras pasar un rato con la guitarra poniendo acordes y, de repente, surge una melodía y simplemente va creciendo. Esto es lo que sucede la mayoría de las veces. Lo que hacemos luego es decidir que enfoque le vamos a dar. Por ejemplo, “Nanook” es una canción básicamente de sensibilidad gospel, pero no quisimos obsesionarnos con el tratamiento vocal y buscamos más la dinámica, de modo que empieza muy suave y acaba con una gran orquestación mezclada con el sonido agridulce de las guitarras distorsionadas y los sintes analógicos. En otras, como “Y todo lo demás”, nuestra mayor preocupación era conjugar elementos repetitivos a modo de loop que se resolvieran en un potente estribillo, un poco al estilo de “Silvia Saint”, pero con un enfoque más pop.

 

¿Cómo es la respuesta de la gente en vuestros conciertos?

– De momento está siendo genial: viene mucha gente que no conoce al grupo y vendemos muchos discos. Suponemos que eso es un buen síntoma de lo que les ha parecido. Nos estamos haciendo con bastantes fans y esperamos que la cosa siga así.

 

¿Cuáles son vuestros objetivos para un futuro próximo?

– En un futuro inmediato vamos a hacer una larga gira de presentación que nos va a llevar por todo el Estado, vamos a grabar nuestro primer videoclip -“Y todo lo demás”- y, a principios de marzo, pasaremos por el Ipop de la 2 de TVE. También hay mucho interés de varios festivales muy interesantes, pero de momento no te puedo confirmar nada más.

Xavier Valiño

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