HUMANOID

Humanoid, techno del espacio interior

 

Arturo Vaquero se llama él. Viene de Lugo y manifiesta una especial predilección por el espacio. Tal vez por eso haya conseguido el respaldo de una independiente para su música que, además, inicia con él su aventura dance, algo casi impensable partiendo de una ciudad que vive de murallas para adentro. Aunque tal vez sean otros los motivos, y menos espaciales. Escuchemos.

 

¿Hasta qué punto estás limitado por residir en Lugo?

– La limitación es solamente kilométrica. Es difícil porque es una ciudad en la que la edad media es muy elevada y los jóvenes no terminan de despertar. La clave consiste en mantener la mente fuera de aquí, hacerse 1000 km. para ver conciertos, festivales, exposiciones de arte… Ya lo pone en los carteles de entrada en la ciudad: ‘Y para comer, Lugo’.

 

¿Y cómo surge el interés tuyo por la música dance?

– A los 15 años comencé a trabajar como DJ. Siempre me interesé por la música dance de calidad. En Lugo no había movimiento dance. Por aquel entonces empezaba a hacer música para un cantante de rap llamado Charly J. Me consolaba estar en un grupo y ya tenía proyectos de música electrónica al puro estilo Kraftwerk.

 

¿Pensabas que podría surgir el interés de alguna compañía por editar tus grabaciones?

– No, en absoluto, es muy difícil que vengan a por ti. Yo he tenido suerte, pero los dos meses antes de firmar con el sello había llamado y mandado maquetas a mas de 30 compañías discográficas de dentro y fuera de España sin respuesta. Puede que no sea la solución, pero es un camino para que te conozcan.

 

¿Y el contacto con Jabalina, la compañía madrileña que te presta su apoyo, cómo llegó?

-Xavier Font, el cantante del grupo Loopside y miembro de la discográfica Jabalina, viajó a Lugo por motivos de trabajo. Aquí lo conocí y, cuando menos me lo esperaba, ya tenía un contrato discográfico en mis manos. Xavier fue mi descubridor y también el que me abrió lo ojos a la música independiente. Loopside hace una música que me gusta. Mi estilo es totalmente distinto y a ellos les gusta. Somos fans mutuos.

 

También haces una versión de uno de sus temas. ¿Cómo surgió la idea?

– Xavier Font visitó el estudio que tengo en Lugo, dejó su voz grabada en mi sampler y solamente quedaba trabajar en la música. Yo no conocía la original y por ello el resultado fue mágico. Se llama «Miniature» y está en el CD.

 

¿Es «Humanoid» el tema más conseguido de tu primer disco o a ti te convence más otro?

– A mí me gustan todos. Cada uno tiene un encanto a su manera, pero parece que la canción de «Humanoid» es la que más le gusta a la gente en general. Será por la maravillosa muestra de la voz de Patricia Vázquez.

 

¿Hay escena en este tipo de músicas en Galicia o en Lugo?

– La música electrónica tiene un abanico de estilos muy amplio, aunque no hacemos lo mismo. Aquí en Galicia conozco a Prozack y en Lugo a Juan Carlos de Leit-Motiv, con el que comparto tertulias en las que hablamos de aparatos raros, cables, música y muchas cosas más. Es un gran amigo y siempre ha estado cuando lo he necesitado. Sabe que soy un fan de su música y hemos compartido buenos momentos juntos en Leit-Motiv .

 

¿Hay sitio para este tipo de propuestas en los festivales organizados por los organismos públicos?

– Sí, parece que los festivales empiezan a tener carpa dance, gracias a grupos de música electrónica que mueven a mucha gente. Nosotros no queremos acabar con el rock, simplemente le damos a la gente otra opción sonora distinta a la que siempre ha habido. También hay propuestas de discotecas y salas especializadas en actuaciones de este tipo, aunque de momento son una minoría.

 

¿Confían los empresarios privados en músicas como la tuya?

– Muy pocos. La mayoría piensa en el dinero, lo que quieren es que bebamos y bebamos para dejarles las cajas llenas, y se olvidan de dar al cliente algún tipo de espectáculo y ofrecerles la oportunidad de ampliar su cultura musical. La culpa no es de ellos, sino nuestra. La gente ya está acostumbrada a ver a alguien detrás de sus teclados. Ya no es una novedad ver a un músico rodeado de aparatos y manipulando botones como si estuviese en una nave espacial. Hay dos tipos de público: el que va a mirar y el que va a bailar y a divertirse. Yo me quedo con la mezcla de ambos.

 

¿Hasta qué punto perjudica a la música que haces la denominada música bakalao?

– En que es un tipo de música que odia bastante gente y cuando te preguntan qué tipo de música haces, y les hablas de techno o electrónica, lo asocian a ese maravilloso plato. Pero estoy seguro de que ellos no tienen ni idea de lo que es la música bakalao. Viven en otro planeta, como yo.

 

¿Y el inmovilismo de los que sólo admiten el pop de guitarras?

– Los respeto. Cada cual es libre de elegir la música que a él le guste y de decir que no quieren saber nada de aparatos que no sean guitarras, pero ése no es mi caso. Utilizo guitarras en las grabaciones y no descarto incluso meter una gaita en alguna canción. Tengo la mente abierta a todo ese tipo de propuestas, me gusta experimentar con todo aquello que produzca sonido, es muy divertido y te plantea nuevos retos.

 

¿Qué parte de culpa tiene en todo esto Kraftwerk?

– Kraftwerk es el grupo al que mas mérito le doy, no por sus composiciones, sino por que se adelantaron 20 años a su época: se fabricaban sus propios sintetizadores e investigaban con todo tipo de aparatos eléctrico-musicales. Hoy es raro no escuchar un sonido que nos recuerde a Kraftwerk en música electrónica. Sus discos me abrieron a muchas ideas. No sé que tipo de música estaría haciendo hoy en día de no ser por ellos, pero lo que si sé es que estaría componiendo música.

 

¿Es necesaria la presentación en inglés en el mundo de la música electrónica?

– Quería hacer algo que lo entendiese todo el mundo. Para bien o para mal, la lengua universal hoy es el inglés. Me gustaría que si un chino o un alemán consiguiesen mi disco puedan llegar a saber que «Analogue Dream» es algo así como «Sueño analógico». Si lo escribo en gallego o en euskera  escucharían el CD y mirarían las fotos. Además Jabalina, como muchos otros sellos, vende música fuera de España.

¿Qué tipo de músicas te influyen más: la avanzadilla electrónica de los alemanes en los 70, el techno británico de los 80 o los más modernos grupos de rock-dance como Chemical Brothers o Prodigy?

– Un poco de todo. Intento coger lo que más me gusta de cada uno, la experimentación de los años 70, la melodías de los años 80 y las bases rítmicas de los 90.Todo dentro de una coctelera con un toque personal. Y sí, hay un cierto punto de unión entre Kraftwerk, Depeche Mode y Orbital. Son grupos que me gustan mucho, cada uno dentro de su estilo, y no niego su influencia.

 

¿Qué tipo de embrujo tiene en ti el espacio?

– Cuando tengo tiempo libre cojo mi telescopio y me voy al monte a observar el planisferio celeste. Me mantiene con fuerzas para seguir haciendo de todo y me ha cambiado la manera de pensar. Soy un amante de la astronomía y del espacio. Recomendaría a todo el mundo que se parase más a menudo a mirar las estrellas.

 

¿Cómo ha sido el apoyo de los medios desde que se ha editado el disco?

– Muy bueno. Ahora empiezo a tener una pequeña avalancha de entrevistas en radio y prensa, las criticas son muy buenas y parece que los medios se interesan por el disco. Confiaba en los programas especializados que se hacen en Madrid: son totalmente neutrales y juzgan la música por su contenido y calidad, y no creo que les importe mucho si está hecha en Lugo o en Bristol, aunque el hecho de que esté hecha en Lugo les sorprende.

 

¿Faltan programas de televisión o radio especializados?

– Sí, hoy estamos influenciados por la política del dinero en las radio fórmulas. Al grupo que le hacen un buen marketing poniendo pasta es el que vende, y ya puedes ser muy bueno, que si no te mueves con su juego vendes muchísimo menos. Así funciona y así funcionará hasta que los oyentes abran los ojos. Gracias a programas especializados de ámbito local o nacional, que ponen casi todo lo que les llega a sus manos, muchos tenemos las puertas abiertas a que nuestra música pueda ser difundida por el éter.

 

– ¿Cómo se prepara el directo que empezaste esta semana pasada en Madrid y qué conciertos hay previstos?

– Una vez acabado de grabar el CD te das cuenta que el trabajo no ha hecho más que empezar. Me he encerrado en el estudio a trabajar en nuevas versiones de las canciones que sonarán en los directos y enfocándolos un poco más al baile; me gusta que la gente baile en mis actuaciones. El pasado 14 de febrero, día de los enamorados, presenté el CD con un concierto en la sala Maravillas de Madrid. También fui a tocar a los estudios de Radio 3 y transmitieron en directo parte del concierto. El próximo directo será el viernes 13 de marzo en la sala Maravillas de Madrid con motivo de la presentación del nuevo cortometraje del director de cine madrileño Luis Espín, «Cara de cielo», en el que hay música de Humanoid y otros. Habrá conciertos por Barcelona, Lleida, A Coruña, Vigo, Valencia y Portugal, aunque de momento no hay fechas concretas.

 

¿Cómo se puede entender que DJs a los que pagan millones por una sesión y que sean las nuevas estrellas?

-Como DJ que soy he de decir que me parece muy bien, pero estamos hablando de cifras muy altas. Yo no entiendo eso pero si hay quien lo pague, ¿por qué no? Se vive mucho de la fama y muchas veces del cuento. Ahí es cuando el público tiene que ser juez y decidir el que más le guste, sin influenciarse de lo que le dicen los demás. A España vienen a llevarse el talón, pero que no se olviden de que ellos viven poniendo discos que hacemos nosotros.

 

¿Cómo ayuda a poder componer y grabar el trabajar en una tienda musical?

– Por la tienda pasan músicos de todos los estilos y siempre se habla de música: intercambiamos ideas que cada uno desarrolla en sus trabajos. Es un punto de encuentro muy interesante.

 

Con tu disco Vectorspheres el sello Jabalina inicia una nueva andadura: JET, su división de música electrónica. ¿Qué representa esa confianza?

– Sí, Jabalina Electronic Team Recordings. Es para mí un honor y una gran responsabilidad el que con mi primer trabajo Jabalina inaugure el sello J.E.T. Espero no defraudarles y abrir un camino a los demás grupos que graben con J.E.T.

 

¿Está la escena dance lo suficientemente consolidada ya en el Estado o es todo un espejismo?

-En España está empezando a cuajar, pero pienso que aún le falta un poco de tiempo para poder mantener unas bases sólidas que no se hundan. Eso depende de nosotros y de como responda el público.

 

¿Con quiénes tienes mejor relación y quiénes te interesan más?

– Me interesan todos. Me gusta tener las orejas abiertas a todo el movimiento dentro de España. Con el que más me relaciono es con José Luis (Madelman), Javier Ortiz (Crank) y con Juan Carlos (Leit-Motiv). Espero ampliar esta lista muy pronto.

 

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